Historias y One- Shot de Ironwidow

Más que el Jardín del Edén

Tiene una llamada, señor.

Póngalo a través del altavoz.

Sí, señor.

"Sí", dijo Tony brevemente, su concentración centrada en el esquema frente a él.

"Hola, um, ¿mi nombre es Brandi?" una voz femenina incierta sonó en el laboratorio. "¿Este es Tony Stark?"

'Depende. ¿Como conseguiste este numero?"

"¿Me firmaste un autógrafo?" Ella hizo una pausa. "¿Escribiste 'Llámame' en él?"

La había conocido fuera de la Torre ayer. Ella estaba en la multitud matinal de buscadores de autógrafos reunidos en la acera, su cabello rubio platino contrastaba severamente con las orejeras rojo cereza que había estado usando.

"¿Puedes comunicarte con Brandi?" había preguntado con voz áspera. "¿Con un yo?"

"Ahí tienes, Brandi-con-un-yo", le había guiñado un ojo mientras le devolvía el papel y el bolígrafo.

Había mirado el papel y luego lo había vuelto a mirar con una sonrisa prometedora.

"Lo siento," su voz interrumpió su ensoñación. "No debería haber llamado. Yo -"

"No, te dije que llamaras", se alejó del esquema que había estado estudiando. "¿Estas libre esta noche?" Consideró la imagen que tenía de ella en su mente: orejeras rojas y chaqueta acolchada, cabello rubio blanco asimétrico con una raya rosa. "Hay un nuevo club que acaba de abrir; me han estado enviando sobornos para que entre".

"Tengo una noche ocupada, pero... ¿tal vez podría conocerte?" preguntó al último con una nota esperanzada.

"Claro que sí. De todos modos, los clubes no comienzan a moverse hasta más tarde, ¿verdad?"

Le dio el nombre del club, le dijo a JARVIS que le recordara la fecha más tarde y volvió al trabajo.

Se despertó tarde a la mañana siguiente, solo. Había enviado a Brandi a casa la noche anterior, como todos los demás.

Se duchó y se tambaleó hasta la cocina común para tomar un café. La máquina de su propia cocina hacía un brebaje muy superior, pero había evitado pasar mucho tiempo solo en el Penthouse desde que Pepper se fue.

A él. Lo dejó .

Estaba pensando en su segunda taza cuando entró Natasha. Tony no pudo evitar admirar las líneas de su cuerpo mientras se estiraba junto al mostrador mientras esperaba que se llenara su propia taza.

"¿Tarde en la noche?" preguntó con una sonrisa mientras se acomodaba en el taburete junto a él.

"Un tanto." No tenía muchas ganas de hablar.

Se sobresaltó cuando su dedo se lanzó hacia su ojo.

"Relájate", sonrió ella, manteniéndolo quieto con una mano en su hombro. "Tienes algo de brillantina, verdad..." su ojo izquierdo se cerró cuando la yema de su dedo tocó sus pestañas, " ahí ". Ella rió suavemente, su aliento cosquilleando la mejilla de Tony. "¿En serio, Stark? ¿Brillo corporal? ¿Al menos había terminado la escuela secundaria?"

Él le lanzó una mirada exasperada cuando ella se apartó de él. "Mediados de los 20". Él frunció los labios, mirándola con los ojos entrecerrados. "Probablemente."

"Todavía un poco como robar la cuna, si me preguntas", dijo alegremente.

Bebieron el resto de su café en un agradable silencio.