Domingo, 13 de agosto, 3:07 a.m.
19,1 horas después del inicio del juicio de Harry.
Un pasillo de la Mansión Malfoy.Harry, Hermione, Sirius y Remus acababan de ser introducidos en la Mansión Malfoy por un elfo. Concretamente, se encontraban en un pasillo, iluminado por antorchas, cuyas paredes estaban pintadas de verde y plata. Delante de ellos había una puerta pintada de dorado.
Nadie más en la mansión parecía estar despierto.
Goldy señaló la puerta dorada. Susurró -Ahí es donde duerme ahora Ojos Rojos Feos. Tiene dos conjuntos de sus detectores instalados uno alrededor de su cama y otro aquí en el pasillo, a medio metro de nosotros-.
Sirius miró a Harry y le dijo en voz baja -Cachorro, soy mayor que tú y teóricamente más sabio, pero aquí recibiré órdenes tuyas. Eres Lord Malfoy, así que esta es tu casa; ahora eres más poderoso mágicamente que yo; y además, cuando se sepa de esto, serás tú el que se lleve la peor parte. Así que, por lo que a mí respecta, tú mandas-.
-Lo mismo digo-, dijo Remus.
Hermione asintió; pero luego añadió -No metas la pata-.
Harry sonrió. -Gracias por el voto de confianza, amigos-.
Harry sacó su varita, apuntó al techo y dijo en voz baja -Yo, Lord Malfoy, ordeno esto Disipar todos los resguardos personales de la Mansión Malfoy, erigidos antes de esta hora, sin importar quién los haya puesto. Que así sea-.
Sirius, que podía ver auras, dijo -Los detectores del pasillo ya no están-. Goldy y el otro elfo Malfoy asintieron.
Harry se acercó sigilosamente a la puerta dorada y la abrió un poco lentamente. Hizo una seña a los demás para que se acercaran.
Harry vio que el Señor Tenebroso estaba tumbado de espaldas en una cama enorme, en una habitación enorme. Voldemort roncaba.
Harry susurró al oído de Sirius -¿Detección personal dentro de la habitación?-.
Sirius le susurró de vuelta -Desaparecido-.
Harry preguntó a Goldy y a Hunky -¿Dónde está la serpiente de Voldemort? No la veo-.
Goldy respondió -Está en un rincón del comedor. Mordió y se tragó a un joven seguidor que enfadó a Ojos Rojos Feos-.
Harry cerró la puerta en silencio. Luego miró a los magos, brujas y elfos domésticos cercanos y dijo -Si la serpiente de Voldemort no está en la habitación con él, esto facilita mucho nuestro trabajo. De hecho...-
Harry miró a Hermione y a Remus. -Hermione, tráeme una almohada de otro dormitorio; a ser posible una almohada que no esté en uso-.
Las cejas de Hermione se dispararon. Susurró -¿Una almohada?-.
Harry asintió. -Remus, ve con ella, en caso de que necesite robar la almohada de debajo de la cabeza de alguien. Aturde a Narcissa o a Draco, pero mata a cualquier otro-. Harry fingió no notar las miradas de asombro en los otros tres rostros humanos; los elfos domésticos sonrieron cruelmente. Harry dijo entonces a Remus y Hermione -Como sea que consigan la almohada, háganlo en silencio-.
Hermione y Remus desaparecieron por la puerta de un dormitorio. No tardaron ni un minuto en volver. Hermione sostenía una almohada con una mano y guardaba su varita en un bolsillo con la otra. Hermione tenía los ojos muy abiertos por la sorpresa.
Remus murmuró -Hermione, cuando volvamos, tendrás que limpiar tu varita-. Hermione, con los ojos muy abiertos, asintió.
Harry cogió la almohada de Hermione. No sacó su propia varita, sino que ordenó en voz baja a los demás -Varitas fuera-.
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ANGRY, OVERPOWERED HARRY POTTER
FanfictionEn el juicio de Harry ante el Wizengamot, en agosto de 1995, por uso de magia de menores y por violar el Estatuto del Secreto, Lucius Malfoy y Dolores Umbridge consiguieron que se condenara a Harry y que éste fuera sentenciado a muerte por el beso...