-Capitulo 9-

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Habían decidido ir a la biblioteca porque el mayor necesitaba un par de libros y Hyunjin aprovechó a acompañarlo ya que tenía tiempo libre y ganas de pasar el día con Minho.

El rubio miraba para todos lados buscando algo divertido que hacer mientras el pelinegro leía, pasados unos minutos salió a recorrer el lugar, pero volvió a los pocos minutos al ver que solo podía conseguir libros. Se recostó sobre la mesa y movía los pies de adelanta hacia atrás ya que colgaban desde la silla.

- ¿Eres feliz? -Preguntó de repente girando a ver a Minho y tratando de obtener su atención.

- ¿Con qué? -Devolvió la pregunta vagamente el mayor todavía con su atención en el libro frente suyo.

-Ya sabes con qué. -Sonreía divertido Hyunjin- Bueno conmigo, ¿eres feliz? -Cada vez se acercaba más a Minho hasta el punto de quedar sentados tan cerca que sus cuerpos se rozaban.

-Me equivoqué de libro. -Rápidamente cerró el libro entre sus manos y se fue hasta el estante de libros más lejano a su mesa. Hyunjin bufó.

-Entonces, ¿te gusto? - Seguía insistiendo haciéndose escuchar en todo el lugar. La cabeza de Minho giró velozmente hasta su mesa y abrió grande los ojos al escucharlo- ¡Dime!

Minho ni lo pensó y salió corriendo hacia Hyunjin mientras le rogaba que se callara ya que estaban llamando la atención de las demás personas y al ser una biblioteca no se supone que deban elevar la voz como él lo estaba haciendo.

Al llegar a su lado lo tomó fuertemente de la nuca con su mano izquierda mientras que con la derecha tapaba su boca y le pedía con una mirada firme que se callara.

La media hora restante Hyunjin se la pasó con su mentón apoyado sobre sus brazos cruzados sobre la mesa y un post-it pegado a los labios que decía "idiota", cortesía de Minho, mientras este a su lado leía tranquilamente.

Una bola de papel golpeó su cara y lo despertó de su corta siesta. Se levantó abruptamente buscando al responsable y vio a Minho llamándolo de entre dos estantes de libros, estos eran más bajos que los demás ya que llegaban a la altura de su cintura y daba la sensación de más espacio en el lugar.

Minho le hacía señas con las manos para que se apure y llegue junto a él, Hyunjin aun medio adormilado y sin entender llegó a su lado. Una vez frente al pelinegro, este lo tomó de los hombros y lo empujó junto a él hacia abajo, quedando ambos ocultos entre los muebles repletos de libros.

Los rastros de somnolencia desaparecieron del cuerpo de Hyunjin cuando Minho quitó el adhesivo, todavía pegado sobre sus labios, y se acercó lentamente hacia él hasta unir sus labios en un corto beso.

Los ojos de Hyunjin nunca se habían abierto tan grandes como en ese momento, Minho al prever que el menor estaba por gritar o algo similar volvió a pegar el post-it sobre los labios ajenos y se fue del lugar, dejando a un muy confundido pero feliz Hyunjin en el suelo oculto entre libros viejos.

El resto de sus días pasaban así, a veces Minho hacia lo que Hyunjin quería o viceversa, tenían una dinámica bastante peculiar pero que les funcionaba a ambos.

Iban al cine, al parque, a la biblioteca, hasta fueron una vez al sastre ya que Minho quería hacerse un traje a medida, Hyunjin supuso que lo necesitaba para una boda a la que había sido invitado el mayor más no pregunto la razón, simplemente lo acompañó. Disfrutaba mucho compartir su tiempo libre con Minho.

Después de una de sus tantas salidas juntos, Hyunjin estaba en la casa de Minho.

¿La razón? Se les había hecho demasiado tarde y Hyunjin terminó convenciendo a Minho de quedarse con él esa noche.

My rainy days - [Hyunho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora