My rainy days - [Hyunho]

-Capitulo 10-

-Recuerdo que fue Seungmin. –Decía Jisung riendo junto a Hyunjin a su lado.

-No fui yo.

- ¿Entonces quién fue? –Preguntó Felix.

- ¿Jeongin? –La risa de los tres chicos se detuvo abruptamente cuando escucharon a Hyunjin, las miradas de los jóvenes cayó sobre el chico de mirada perdida que se encontraba en la entrada del aula- Hacia tiempo no venias a clases, ¿cómo estás?

La mirada de Jeongin era vacía y sin ninguna emoción, su aspecto era deprimente y se lo veía un poco pálido y con ojeras. Su mirada recorrió a los cuatro jóvenes sentados en el salón, quienes reían y disfrutaban antes de su llegada.

-Lo siento, Hyunjin. –Dijo mientras se acercaba y de su bolsillo izquierda de su abrigo sacaba un cuchillo.

Seungmin fue bastante rápido con sus reflejos y puedo esquivar el ataque del más alto, Hyunjin se acercó corriendo a Seungmin para comprobar que estuviera bien.

- ¿Je-Jeongin? - Trató de llamarlo Hyunjin.

- ¡Es tu culpa! –Gritaba Jeongin caminado hacia Felix- ¡Alejaste a Hyunjin de mí!

Hyunjin logró empujar justo a tiempo a Felix lejos de Jeongin, pero en cambio recibió una cortada en su antebrazo provocando que un poco de sangre cayera en el piso. Jeongin al ver que había herido a Hyunjin soltó el cuchillo con manos temblorosas y en estado de conmoción salió corriendo del aula.

- ¡Jeongin! –Gritó el mayor saliendo pocos segundos después detrás de él.

Llegaron hasta el techo de la escuela, pero Hyunjin se detuvo a mitad de camino al ver como Jeongin cruzaba las vallas de protección, no quería asustarlo acercándose bruscamente y provocar una fatalidad.

-Jeongin, no lo hagas. Por favor, ven aquí. –Rogaba con los ojos llorosos.

-Es demasiado tarde.

-No digas eso, por favor. –Jeongin lloraba sin control viendo el suelo a metros debajo suyo.

-El novio de mi mamá...-Comenzó diciendo- ¡Mate a ese maldito bastardo!

- ¿Qué? –La pregunta se escapó como un suspiro de sus labios.

-El continuaba...-Los hipidos producto del llanto no lo dejaban hablar con claridad-molestándome. Una y otra vez. Pero no podía...decírselo a mi madre.

-Jeongin. –Hyunjin se acercó un par de pasos con cuidado, no quería asustarlo con su proximidad. Jeongin se giró a verlo.

-Ayer él la abandonó. –Sorbió por su nariz y secó con la manga de su abrigo las lágrimas- ¿Sabes lo que dijo mi madre? - Hyunjin no respondió- Dijo que todo era por mi culpa. Hace que te preguntes porque tuve que nacer. Supongo que fui un error desde el principio.

La garganta le dolía de tanto llorar y gritar. Sus ojos ardían después de tantas lágrimas. Su sufrimiento era un cuento de nunca acabar.

-No digas eso. Nadie es un error en lo absoluto. –Dijo Hyunjin como pudo, su garganta estaba hecha un nudo, sus latidos iban demasiado rápido y su respiración era un poco irregular- ¡Jeongin, no fuiste ningún error! - Las lágrimas caían una detrás de otra.

-Hyunjin, eres tan amable. –Reía Jeongin- Siempre te he adorado. Por eso estaba tan contento de que fuéramos amigos. Nunca tuve un amigo de verdad antes de conocerte.

-Lo siento. –Hyunjin no puedo contenerse más y se rompió completamente convulsionando por el llanto y la culpa que sentía en ese momento- ¡Lo siento mucho!

-No debes disculparte. –Dijo Jeongin- Me hiciste sentir querido por una vez en mi vida. Tú eras mi ídolo, Hyunjin. –Jeongin sonreía con tristeza al ver a su amigo- No importa cómo me iba contigo, solo estaba feliz de estar a tu lado.