My rainy days - [Hyunho]

-Capitulo 11-

Hyunjin caminaba entre todos los estudiantes, ya casi era la hora de ingresar a la institución, pero a lo lejos visualizó a Felix y se acercó a saludarlo.

-Felix, buenos días.

Felix lo ignoró y siguió caminado hasta que escuchó un golpe secó detrás suyo, al girarse se encontró con Hyunjin tirado en el piso y al resto de alumnos presentes gritando sorprendidos mientras pedían por una ambulancia.

Lentamente sus ojos comenzaron a abrirse y frunció su ceño al no reconocer el lugar donde se encontraba. Su mirada se enfocó en las dos personas que lo miraban desde arriba con caras que reflejaban la preocupación y el alivio al mismo tiempo.

-Seungmin, Jisung... ¿Qué pasó?

- ¿Cómo te encuentras? –Preguntó Jisung en su lugar.

-Te desmayaste debido al estrés. –Informó el castaño a su otro lado- Ahora tienes que descansar.

-Oh, sí. –Hyunjin observa el techo medio perdido todavía- Lo siento. –Giró su cabeza hacia la puerta al escuchar a alguien entrar y de la sorpresa se incorporó sentándose en la cama- Felix.

-Ha estado a tu lado todo el tiempo. –Dijo Jisung.

-Gracias, Felix. –Este caminó los metros que los separaban y se ubicó a los pies de la cama.

- ¿Qué ha pasado Hyunjin? –El rubio apretó sus labios antes de contarle a sus amigos.

-Minho se marchó. Fui a su casa y estaba vacía.

- ¿Ni una carta? ¿Ni un número de teléfono? –Preguntó Seungmin y Hyunjin negó con la cabeza.

- ¿Qué? ¿Se ha vuelto loco? - Chasqueo la lengua indignado Jisung mientras se cruzaba de brazos.

-Le presioné demasiado. El profesor quedó exhausto.

-Eso no es excusa.

-Es mi castigo. –Exhaló un suspiro- Por toda mi crueldad. Por hacer sufrir a Felix. Por abandonar a Jeongin. Me lo merezco.

-Me estuve preguntando...- Habló Felix- ¿Por qué me mantuviste en tu circulo? ¿Por qué te lanzaste sobre mí para protegerme de Jeongin? Mis antiguas amistades jamás intentaron ayudarme cuando me intimidaban. –Hyunjin lo observaba atento- Pero tú sí, incluso cuando ya no te era útil. Puedes haberme mentido, pero me salvaste dos veces. Así que prometí que algún día te devolvería el favor. Esta es mi ocasión.

-Felix. –Hyunjin sonrió y un par de lágrimas cayeron, este también sonrió y se acercó a su lado tomando entre sus manos las del mayor.

Felix no lo había perdonado del todo y Hyunjin lo sabía, pero esa conversación podía dar paso al comienzo de una honesta amistad en algún futuro cercano.

Al siguiente día los chicos volvieron a pasar por el hospital a saludar a Hyunjin, de camino a la habitación de su amigo los chicos se detuvieron varios metros a la distancia al ver a una mujer en la puerta de la habitación de Hyunjin.

- ¿Quién es esa? –Preguntó Jisung en voz baja.

La mujer llevaba una pequeña bolsa entre sus manos y parecía que se debatía mentalmente si entrar de una vez a la habitación de Hyunjin o no.

- ¿No me digas...que es quien yo creo que es? - Los tres se encontraban sorprendidos de verla en aquel lugar.

Cuando vieron que la mujer venia caminando en su dirección empezaron a caminar hasta llegar a su encuentro.

- ¡Hola! –Saludaron al llegar junto a ella, la mujer los miraba sorprendida.

- ¿Quiénes son?

- ¿Es usted Jennie Kim?

-Sí. ¿Nos conocemos? - Preguntó mirando con el ceño fruncido a cada uno de los adolescentes frente a ella.

- ¿Ha venido a ver a Hyunjin? –Quiso saber Felix.

-No. –Dijo simplemente y los esquivó para seguir con su camino. Pero obviamente los tres chicos no la iban a dejar tan fácilmente.

- ¿Para qué viniste aquí entonces? - Cuestionó Seungmin comenzando a caminar a su lado.

-Un chequeo regular.

- ¡Está escondiendo una bolsa de regalo! - Señaló Felix el moño rojo que sobresalía del bolso de la pelinegra.

-Viniste a visitar a Hyunjin, vamos. – Dijo Jisung con sorna.

-No.

Felix se ubicó delante de la mujer cortando así su camino.

-No importa a que haya venido, pero vaya a ver a Hyunjin.

-No, gracias. –Dijo Jennie y corriendo a Felix siguió su camino, pero Jisung la volvió a detener con una mano sobre su hombro.

-No debió marcharse sin decirle a él. Eso es muy bajo. –Decía Seungmin refiriéndose a cierto profesor.

-No saben nada de Minho. –Dijo en tono firme.

-Hyunjin todavía está profundamente enamorado de Minho...-La cara y el tono de voz de Felix también eran serios el decir esto.

-De verdad. –Confirmaba Seungmin mirando a la chica- Deje que lo vea, por favor.

*

-Esto es para ti. –Decía la pelinegra ubicando sobre la mesa la pequeña bolsa transparente con moño rojo que llevaba galletitas.

-Gracias.

- ¿Cómo te encuentras? - El ambiente era un poco tenso e incómodo entre ellos.

-Estoy bien. Solo tengo un poco de anemia. –Informó Hyunjin con una pequeña sonrisa tratando de relajar el ambiente.

-Minho te pide disculpas por el repentino traslado de trabajo. –Jennie seguía parada en medio de la habitación a pesar de que había una silla al lado de la cama del rubio- Está totalmente absorto en sus investigaciones.

-Entiendo. –Exhaló en un suspiro, en eso la mirada de Jennie cae sobre la foto que tenía Hyunjin entre las manos.

-Esa foto...

-Es la foto que nos unió a Minho y a mí. –Una sincera sonrisa apareció por pocos segundos en su cara al recordar ese momento- El momento en que lo vi...sentí una corriente eléctrica corriendo a través de mí. Mi mente se puso en blanco. Mis amigos se rieron de mí, diciendo que estaba enamorado. El hizo que deseara...comenzar mi vida de nuevo. –Hyunjin tomó un par de respiraciones para calmarse- Sentí que quería pasarla...enteramente con él. Pero él no siente lo mismo.

Jennie tomó una profunda respiración y finalmente se acercó a sentarse a su lado.

-Cuanto más ama uno, más doloroso es.

-Sí, duele como el infierno. –Dijo Hyunjin con una sonrisa amarga.

-Pero es así como una persona dirige su destino. –Desviando sus ojos del rubio sacó de su bolso una libreta y una birome. Hyunjin prestaba atención a lo que Jennie estuviera escribiendo- No le digas que yo te lo dije. –Arrancó el papel y se lo extendió al menor- Es la nueva dirección de Minho. Ve y prueba tu amor.

-Pero yo...

-Toma tu decisión después de verlo.

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