Te Necesito (#1) BORRADOR

11. Cena Familiar

Narra Rose

Había pasado una hora desde que todos habían llegado, de solo recordarlo me sudan las manos. Conocer a los padres de Amos fue toda una osadía, ellos fueron tan amables y cariñosos que me dieron ganas de llorar.

Asher tenía una enorme sonrisa en su rostro, abrazaba y besaba a todos mientras les decía lo mucho que los extrañaba y amaba. Pude ver como Freya dejaba salir algunas lágrimas mientras Asher le decía que le encantaba que fuera su abuela n°2 y que tenía muchos abuelos y abuelas.

Claramente no puedo dejar atrás al menor de los Maxwell, Ansel es un niño encantador, es como ver a un Amos de pequeño. Su forma de caminar y de hablar es tan elegante que me hace derretir; además la relación con sus hermanos mayores es hermosa.

Justo ahora observo como Amos lo mira con tanta adoración, en realidad todos lo hacen.

—¿Entonces estás en un equipo de básquetbol? —Ethan le pregunta.

—Sí, llevo algunos meses allí, me gusta mucho el deporte.

—Si todo sale bien, el próximo año iría a su primer campeonato —Arthur habla con tanta admiración.

—¡Estoy muy emocionado!

—Seguro serán el mejor equipo —Amos le sonríe.

Seguimos escuchando lo feliz que está de por fin cumplir sus sueños. En algún momento la conversación se traslada a Asher y él está feliz de ser el centro de atención.

—¿Cuando volverá al jardín? —Freya me pregunta.

—Aún no lo tenemos muy claro, le falta mucha recuperación, por lo que sería dentro de unos dos meses quizás.

—Tienes razón, mi nieto debe de recuperarse muy bien. —Besa la mejilla de Asher y él sonríe encantado— Sería lindo que pudiesen viajar a Los Ángeles, pasar algunos días en la casa de campo. Claro, todos están invitados —le sonríe a mis padres.

—Es una muy buena idea, Freya —mamá me mira.

—Solo tendrían que esperar que Amos y yo podamos dejar todo en orden, ¿Cierto? —Por inercia toco el brazo de Amos.

—Sí, tengo algunos contratos que no puedo aplazar, pero creo que dentro de unas tres semanas podremos hacerlo —asiento mientras miro a los demás, pero creo que en ningún momento escucharon a Amos ya que todos tienen su vista en mi mano puesta en su hombro. La quito con rapidez.

—Claro, hijo —finalmente Arthur habla.

—Ví algunas noticias sobre ello, ¿Es el trato con Japón? —papá pregunta.

—Lo es, ellos viajarán ésta semana y yo debo viajar la otra.

—¿Irás a Japón, papi? —la voz de Asher nos hace reír a todos.

—Debo hacerlo, hijo, pero faltan algunos días para ello —él asiente conforme con la respuesta.

Siento que Freya y mamá suspiran. Las entiendo, yo igual lo hago. Ver a Amos de papá es demasiado.

—Cariño, tu no me has dicho que tal van las cosas —todos miramos a Austin, pero éste solo mira la comida y es como si estuviera en otro mundo— ¡Austin! —Se sobresalta y nos mira con el ceño fruncido.

Austin lleva algunos días así y no es normal en él, la última vez que vino a visitar a Asher no era el hombre risueño, ni juguetón. Lo había hablado con Amos y él también estaba preocupado, Austin no le había dicho nada aún.

—¿Qué sucede?

—Te estaba preguntando que tal van las cosas en los hoteles.

—Sí, los hoteles —asiente varias veces—. Todo va bien, madre, no deben de preocuparse. Probablemente tenga que viajar unos días también.