Te Necesito (#1) BORRADOR

19. Padre E Hijo

AHHHH no me lo puedo creer, ya son 10k de Lecturas. ¡Muchas gracias por su apoyo!

Este capítulo es muy especial para mí, no sé si lo será para ustedes. No olviden dar a la ★ y dejar algún comentario...

Narra Amos

17 de Septiembre, 2017.

Observo por el espejo retrovisor como Asher tararea y mueve la cabeza al ritmo de la música que se reproduce en la radio. En sus manos lleva dos autos y a un lado está su pequeña mochila.

Sonrío por lo tierno que se ve con traje. Había insistido mucho en que Rose lo vistiera así, según él también venía a trabajar y tenía que llevar su traje.

—¿Falta mucho, papá? —lo miro y ahora su mejilla está recargada en una de sus manos.

Niego.

—Queda muy poco —le sonrío, pero él no me la devuelve—. ¿Qué hablamos sobre la paciencia? —le pregunto.

Últimamente estaba demasiado exigente, quería todo al instante y con Rose habíamos tenido varias conversaciones con él.

Puedo escucharlo bufar y seguramente está cruzado de brazos.

—Perdón, papá —susurra.

Solo asiento y los próximos diez minutos vuelve a entretenerse con las canciones infantiles. Rose prácticamente me había obligado descargar varias de ellas, según era lo único que mantenía a Asher tranquilo para viajar.

Justo ahora veo cuanta razón tenía.

Hoy en la mañana Rose había sido una mamá bastante llorona. Asher se dejó besar tantas veces como ella quiso.

Aparco el auto frente al gran edificio.

Escucho un leve jadeo y miro a Asher que tiene la boca muy abierta.

—¿Te gusta? —pregunto mientras busco mis gafas.

—¡Sí! —dice bastante emocionado—. Es muy grande. —Abre sus brazos.

—Lo es. Ahora hay que entrar. —Quito mi cinturón de seguridad para bajar. Hoy le había dicho a Colin que yo conduciría— Ponte las gafas, hay algunas personas afuera.

Asiente y se mueve haciendo lo que le indico.

Bajo del auto y como siempre me encuentro a algunos fotógrafos y periodistas. No son muchos, pero igual prefiero que Asher use sus gafas.

Abro la puerta y mi hijo me mira muy sonriente, me tomo mi tiempo para quitarle el cinturón de seguridad mientras tomo su mochila. Finalmente lo bajo y tomó su mano para poder entrar a la empresa.

Enseguida los pocos periodistas se acercan con rapidez, ubico a Asher delante mío y lo hago caminar protegiendo de que le puedan hacer algo.

Ignoro las preguntas que hacen y solo sigo hasta poder entrar al edificio. Enseguida vuelvo a tomar la mano de Asher y comienzo a sentir todas las miradas sobre nosotros.

—Buenos días, Señor Maxwell. —La recepcionista se me acerca.

Su voz detona nerviosismo y su rostro tiene una mueca bastante sorprendida mientras mira a Asher.

—Buenos días, Emma —hablo aunque su vista aún sigue en mi hijo—. Subiré a mi oficina, quiero que hables con Jones y le digas que me suba algunas galletas.

Siento un tirón en la manga de mi saco.

—Que tengan chispas de cholocate, papi —su voz incluso que escucha angelical.