Te Necesito (#1) BORRADOR

36. Luna De Miel

Si le dan buen apoyo, les subo capítulo en unas horas más...

Narra Rose

Soy una mujer casada.

Aún no puedo creer todo lo que a pasado, los recuerdos de la ceremonia, de nuestros votos y la hermosa celebración, hacen que mi corazón se acelere y la sonrisa en mi rostro permanezca en todo momento.

Tomo la mano de Amos, mientras me ayuda a bajar de la limusina. Hemos optado por pasar nuestra primera noche de bodas en un hotel, ya mañana vamos a emprender el viaje a nuestra luna de miel.

Yo no tengo idea donde sería nuestra luna de miel, pero Emily sí. Mi mejor amiga todo este tiempo me lo a estado ocultando y por más que hiciera, ella nunca me lo dijo.

Asher no viajará con nosotros, a pesar de que insistimos que podría hacerlo, pero él optó por quedarse con los padres Amos. Ya se deben de imaginar la emoción de Freya al saberlo, si por ella fuera, me quitaría a mi hijo.

Sin duda, estoy más que feliz por la gran familia que estamos formando.

—¿En qué piensas? —la pregunta por parte de Amos, me hace volver a la realidad.

Estamos dentro del ascensor.

—En lo perfecto que a sido todo, aún me es difícil de explicar —respondo sonrojada.

Su mirada se suaviza y una leve sonrisa se desliza por sus labios. Se mueve hasta poder abrazarme desde atrás y debo confesar que me encanta nuestro reflejo en las paredes del ascensor.

—Y lo que aún falta, tesoro —murmura muy cerca de mí cuello, dejando allí un pequeño beso.

Santa madre.

Este hombre me quiere matar de un paro cardíaco.

Muy pocas veces se puede ver a un Amos apasionado y para nada temeroso con las palabras sucias que puedan salir su boca. Realmente no es algo de lo que me quejo, pero si llega un punto donde odio el gran efecto que tiene en mí, no puedo controlar mi propio cuerpo al escucharlo.

Suelto un chillido al sentir como Amos me alza en sus brazos. Lo observo asustada.

—Hay que seguir las tradiciones, tesoro. —Me guiña.

Lo único que puedo hacer es reír y dejar que me lleve, se toma unos segundos para poder abrir la puerta del departamento y sin bajarme comienza a subir las escaleras. Abro un poco los ojos al ver todo iluminado con velas, e incluso los escalones.

Finalmente llegamos hasta la que será nuestra habitación por esta noche. Amos me baja lentamente y yo no puedo cerrar la boca por la impresión.

Todo el piso tiene rosas rojas, mientras la habitación está a oscuras y solo algunas velas la iluminan. Camino hasta la cama y sonrío viendo los detalles, casi no tiene rosas, pero si hay detalles con mis flores favoritas.

—Esto es bellísimo —susurro encantada por cada detalle.

Me giro buscando a Amos y él ya está abriendo la champagne y sirviendo en dos copas. Se acerca vacilante entregándome una.

—Por nosotros. —Sonríe. Lleva su mano libre a su bolsillo.

—Por nosotros —respondo. Ambos chocamos nuestras copas, me la tomo con lentitud, mientras Amos es todo lo contrario.

Su mirada fijamente me pone nerviosa, él deja su copa sobre la pequeña mesa, comenzando a quitarse el saco. Trago saliva, está haciendo algo de calor. Se acerca hasta quedar frente a mí y quita la copa de mis manos al ya estar vacia, dejándola en la mesa.