Te Necesito (#1) BORRADOR

16. Doctor

Si este capítulo tiene buen apoyo, mañana temprano les subo el siguiente capítulo. Así que no olviden dar a la ★ y dejar algún comentario.

Se les quiere...

Narra Amos

23 de Agosto, 2017.

Se ve tan tranquila dormida. Trazo con mis dedos su nariz respingada, sus mejillas y acaricio su cabello. Está abrazada a mí como cada noche, y debo aceptar que me encanta.

Hoy era el último día en la casa de campo, y todos queríamos hacer algo especial. Mañana muy temprano nos iríamos volviendo a nuestros quehaceres de siempre.

Observo a Asher que también está dormido al lado contrario de su madre, sus pequeños brazos rodean mi otro costado. Ayer se nos hizo imposible decirle que no cuando nos preguntó si podía dormir con nosotros.

Cierro los ojos dispuesto a dormir de nuevo, pero el movimiento de Asher me hace abrirlos.

Se pasa sus manos por sus ojos para abrirlos poco a poco.

—Papi —dice bajito.

—Buenos días, bebé. —Beso su frente— ¿Aún tienes sueño?

Niega.

—Ya dormí. —Se sienta una poco, pero sigue pegado a mi costado— Mamá aún duerme.

—Hay que dejarla. Debe estar muy cansada.

Asher asiente con lentitud. Seguro todavía está atontado por el sueño.

—Mami es linda —susurra. Mi hijo mira a Rose con total adoración.

—Lo es, y solo nuestra —digo con diversión.

Se tapa la boca dejando salir una pequeña risa.

—Nuestra. —Hace un movimiento hasta acercarse a ella, y besarle la frente.

Sonrío. Es lo más tierno que he visto. Asher cada día me sorprende mucho más.

Vuelve a su puesto y se abraza a mí, los siguientes minutos los pasamos observándola. Como dos acosadores.

★★★★

—Papá, quiero ir a la piscina —Asher me ojitos.

—Solo si tu madre te deja —asiente y corre hacía Rose.

—Ese niño está muy consentido —la voz de Austin me hace mirarlo.

Está sonriendo.

Austin había llegado hace tres días, y no lo había hecho solo, la chica también estaba aquí. Mamá y papá ya sabían del embarazo, por lo que ya no es una noticia para nadie que será padre.

Se podía ver que no era una mala chica, al contrario, su aura es tierna y humilde. El embarazo aún no se le nota del todo, apenas tiene tres meses.

—Ya te quiero ver cuando seas padre —lo molesto.

—Seré el mejor —se mofa.

—Te quiero ver comprando pañales, y leche —río.

—Lo harás, hermano. Pero también sé que serás un tío consentidor, tampoco te hagas el que no está emocionado.

Claro que lo estaba. Ver a Austin feliz, me hacía estar feliz.

—¿Cómo lo harás?

—Aún no lo sé —susurra—. No quiero que se vaya, obviamente quiero estar en todo el embarazo y que se quede aquí sería lo mejor; aunque aceptaré cual sea su decisión.