Te Necesito (#1) BORRADOR

27. Trabajo

Narra Amos

03 de Noviembre, 2017.

—¿Seguro que no quieres quedarte la noche en mi casa? —Jackson me habla mientras vamos rumbo a ver los terrenos.

No iba a mentir si decía que esto no me emocionaba, era un buen lugar y una buena inversión. Hacer este negocio me ayudaría bastante.

—No te preocupes, no es la primera vez que me quedo en un hotel —río no restándole mucha importancia.

Para ser sinceros necesitaba mi privacidad, ni tampoco quería irrumpir su casa; además podía hablar a gusto con Rose y sin interrupciones.

La extraño, me he acostumbrado a dormir a su lado, ya ni me quiero imaginar los viajes largos.

Antes eso no me preocupaba, pero ahora todo era diferente. Tengo una esposa y un hijo.

—Me preocupa, ya que fuí yo quién te invitó. —Me mira con los ojos entrecerrados— Pero si me dices que estás bien, ya no insistiré.

Asiento con evidente agradecimiento.

—Si tengo algún problema, te lo haré saber.

Ambos volvemos a revisar algunas cositas pendientes mientras llegamos al lugar. Finalmente el auto aparca.

—El arquitecto nos está esperando. —Hace una seña hacia fuera de la ventanilla y se puede ver un hombre allí.

—¿Es de tu confianza? —pregunto preocupado.

—Lo es, no te preocupes.

Ambos bajamos del auto y caminamos hasta donde se encuentra el hombre. No me pierdo la posibilidad de observar el terreno con detenimiento.

—Señores —nos saluda.

—Buenos días —saludo. Jackson solo le da un asentimiento.

Nos movemos hasta una mesa.

—A pesar del escaso tiempo que tuve, pude terminar la mayoría del plano, solo faltarían algunos detalles —habla mientras abre el plano sobre la mesa—. Como pueden ver tendría grandes espacios.

Observo todo con atención mientras él sigue explicando, el diseño era increíble y como decía, el lugar tendría un gran espacio.

—Muchas gracias, todo está muy bien —agradezco aún sorprendido—, a pesar del poco tiempo que tuviste.

—Lo fue —ríe.

Volteo a mirar a Jackson.

—¿Qué sucede? —pregunto al verlo bastante distraído.

Mueve la cabeza como si eso le ayudara a dejar ir lo que sea que estuviera pensando. Nos alejamos unos pasos del arquitecto.

—¿Crees que quedará bien?

Me extraña su pregunta, pero de alguna forma igual lo entiendo.

Ayer habíamos hecho grandes cambios en todo el proyecto, fue rápido y nos estamos arriesgando; aunque estoy seguro que nos irá bien.

—Cambiar la idea de un restaurant a una pastelería es un paso muy grande, pero estoy seguro que lo hará. Nos irá bien. —Palmeo sus hombros.

—Tienes razón, solo soy yo y mis pensamientos negativos —ríe—. Liz está muy emocionada con el nuevo proyecto, ella ama las pastelerías.

—Me sucedió igual —digo recordando la reacción de Rose.

Ella me dijo que era una gran cambio, pero que le encantaba y que me iba a apoyar en mis desiciones.