Clases de vuelo

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Clases de vuelo, clase impartida por la profesora Hooch.

Hooch dió las indicaciones, solo teníamos que decir "arriba" y la escoba se tenía que levantar. Suena fácil ¿Verdad?. La cruel realidad es que no lo era.

—¡Arriba!— dije en voz alta y la escoba solo se movió un poquito. —¡Arriba!— no se movió ni un milímetro. —¡Arriba!— dije una vez más tratando de ser paciente. —¡Arriba!— miró a mi alrededor y muchos estaban en la misma situación que yo, la escoba no se levantaba otros afortunados <<si así se les puede llamar>> ya tenían la escoba en su mano y esperando la siguiente orden de la profesora. 

Entre esas personas estaba Draco y por supuesto mi hermano. 

—¿Cómo lo hiciste?— miró a Draco.

El rubio me miró y soltó una pequeña risita. —Un mago jamás revela sus secretos.

Me queje. —Vamos Draco, dime.

—Solo le tienes que decir arriba como dijo la profesora Hooch.

—Oh gracias me has iluminado con tu gran secreto.— mensione con sarcasmo.

Draco solo río. —Merlin solo sigue intentando Potter.

Volví mi mirada a la escoba, más vale que se levante o la quebraría en dos. —¡Arriba!— no se movió. —¡Arriba!— la escoba se levantó débilmente pero se volvió a caer. —¡Arriba!— mi voz sonó firme y la escoba al fin se levantó y se dirigió a mi mano la cual esperaba su llegada con ansias. 

—¡Al fin!— mire a Draco emocionada.

Mi emoción se dió interrumpida por una escoba suelta que se dirijia a mi dirección y arriba de ella estaba un niño de griffindor. Neville Lombottom.—¡Cuidado!— grito Draco agachándose para que la escoba no lo golpee y yo copié su acción.

La escoba de Lombottom estaba fuera de control voló por todo el patio y alrededor del castillo hasta que su túnica se atoro con algo dejando a Neville encanchado ahí. ¿El problema? Que estaba en el punto más alto del castillo. 

—Ay Merlin…— digo mirando como su túnica se iba desgarrando. —No lo va a resistir por mucho tiempo. 

Y así fue, minutos después Neville estaba en el piso sujetando su brazo y la profesora se acercó a el. Al parecer su brazo estaba roto.

—No quiero que nadie más suba a su escoba.— dijo ayudando a Neville a ponerse de pie. —O estarán expulsados antes de que alguno de ustedes pueda decir "Quiddich". — dijo y se fue a la enfermería junto con Lombottom.

—Pobre…— Miró a Draco que sostenía algo entre sus manos. —¿Qué es eso?

—Es una recordadora, es de Lombottom.

—¿Recordadora?

—Si, cómo su nombre lo dice te ayuda a recordar que se te ha olvidado algo. 

—Bueno… Ahora devuelvesela.

—No.

—¿No?

—No. 

—¿Por qué no? 

—El está en la enfermería ¿Cómo se la daría?

—Dacela a alguien de su casa, a Weasley por ejemplo.

—En tus sueños hablaré con ese traidor de la sangre.

—¿A Harry?

—Menos.

—Malfoy.— Harry se acercó a el. —Dame eso, no es tuyo.

Mire a Draco con cara de <<te dije, ahora dasela>> 

—¿La quieres?— Draco alzo la recordadora y Harry asintio. —Pues ven a buscarla aquí arriba. — se subió a su escoba y empezó a volar.

—Draco bajate de ahí, recuerda lo que dijo la profesora.

Me ignoró y yo miré a Harry. —Ni se te ocurra subir. 

Oh sorpresa, también me ignoró y subió a su escoba para perseguir a Draco.

Gire los ojos mirando a ambos volar en sus escobas. 

Mientras tanto arriba con Harry y Draco 

Narra Harry

—Dame eso malfoy.

—No te lo daré potter.— Empezó a volar más rápido y yo hice lo mismo.

—¡Harry bájate de ahí!— dos voces familiares dijieron al mismo tiempo, hermione y Luisa. Las ignore por completo. Me importaba más quitarle a malfoy la recordadora de Neville. 

Después de algunos minutos Jazmine se subió a su escoba. 

—Draco la esfera.— ella estiró su mano y él dudó en dársela. 

—No.— Malfoy sonrió y mi hermana frunció el ceño.

—Malfoy dame eso.— lo miro sería. 

—No.— dicho eso, Malfoy tiró la recordadora. 

Bufé y me dirigí hacia ella y Luisa estaba siguiéndome. 

Por el rabillo de mi ojo pude notar la posición en la que estaba, casi acostada en su escoba muy concentrada mirando fijamente su objetivo, la esfera, la cual estaba a punto de estrellarse contra uno de los muros del castillo. 

Jazmine se apresuró a atraparla. 

—La tengo.— se volvió hacia a mi y me dió la recordadora de Neville. —Guardala ¿Si? Después se la darás.

Asentí levemente. —Si yo sé la doy a Neville.— dije y la guardé en uno de los bolsillos de la túnica. —Gracias.

—No hay de que.— ella sonrió y su sonrisa se borró casi de inmediato. —Harry…. Mcgonagall y Snape están aquí…

Miré hacia abajo donde me encontré a Mcgonagall y Snape mirándonos fijamente. 

Ni una semana aquí y ya nos hemos metido en problemas. 

—Bajen ahora.— dijo Mcgonagall con un tono serio. 

Ambos bajamos de nuestras escobas. 

—¿Crees que nos regañen?

—No lo se...

Ambos profesores se acercaron a nosotros.

—Potter.— dijo Mcgonagall dirijiendose hacia a mi. —Sigame. —Comenze a caminar detrás de ella y pase por el lado de malfoy quien sonreía con burla.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Narra Jazmine

—Señorita Potter, acompáñame. — Trague en seco y empecé a seguirlo.

Minutos después llegamos al salón del profesor Flitwick de encantamientos. —Profesor  Flitwick, ¿me permite a Marcus Flint un momento?

—Claro.— dijo el profesor y Marcus salió del salón.

—Mire, creo que ya tenemos a nuestra buscadora.

Marcus me miró y sonrió levemente. —Las prácticas serán después de clase. Te espero ahí Potter.

—Okey. — asiento leve

—Puede regresar a su clase Flint

Marcus regreso a su salón.

Destino *Adrián Pucey* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora