Destino *Adrián Pucey*

Los problemas comienzan.

—¡Draco!— dije gritando en el bosque. —¡Draco! ¡Deja de jugar, no es gracioso! 

Suspiré para recuperar el aliento.

—Maldición Draco… ¡Draco! ¿Dónde estás?

Pude escuchar como una rama se quebró. Dirijo mi farol hacia donde escuché el sonido.

—¿Draco?...— miro con atención una figura negra, alta que al parecer tenía una capa. 

La figura volteo dejando ver sus ojos rojos como el rubi. Retrocedí asustada.

— ¡¿Quien eres tú y que hiciste con Draco?!— lo apunté con mi varita.

La figura se acerca más a mi. — Soy el que no debe ser nombrado.

El que no debe ser nombrado… He escuchado ese término antes… Pero ¿Donde? — ¿El que no debe ser nombrado?...— dije en un susurro. 

Merlin no…

— ¡¿Dónde está Draco?! — lo seguía apuntando con mi varita y el no se movía.

—No he hecho nada con el si está es tu preocupación.— dijo dándome una mirada severa. —Ahora me interesas tu.— sonrió y me tomo el brazo mientras intentaba forcejear contra su agarre.

— ¡Suéltame!— grite hasta que pude liberarme de el, corrí lo más rápido que podía.

Aún no me podía ir, tenía que buscar a Draco.

—¡Draco, por Merlin! ¡¿Dónde estás?! ¡Ya no es gracioso!— dije a punto de llorar mientras corría.

Voldemort se apareció enfrente mío con su varita en mano, apuntando mi cuello.

—Jazmine ¡Despierta!— dijo Harry mientras me sacudía.

Solo fue un sueño… 

—¿Qué pasó?— pregunté mientras tallaba mis ojos.

—Estábamos estudiando y te quedaste dormida. — dijo mientras apuntaba los libros que tenía a mi alrededor. —Leíste mucho, como unos 15 libros. 

—Umh…. 

—Te pareces a una compañera de mi casa, se llama Hermione, le gusta mucho leer y estudiar, es como tu. 

—Bueno…. Creo que ella no se duerme mientras lee. — Apoyé mi barbilla sobre la mesa de la biblioteca. —¿Qué hora es Harry?

—Son las…. Seis de la tarde.— me miró.

—Ay Merlin, se supone que debería de estar en mi sala común…

—Ay por favor hermana, quédate un rato más, el toque de queda es en tres horas. Todavía tenemos tiempo.

—Bien tu ganas. — sonríe levemente pues tenía razón, además, los dos pasábamos más tiempo con nuestros nuevos amigos.

—Si — sonrió ampliamente.

Recordé la pesadilla de hace rato…. Por un momento dude en decirle.

—Harry….

—¿Mande?

—Bueno… No sé si me creas pero soñé con…—Mi voz tembló un poco. —Con V-voldemord…

Harry me mira con algo de confusión en el rostro. —¿Enserio?— dijo y yo asentí levemente. —Yo también he soñado con él…— confesó dejándome en silencio.

—¿Y si en realidad no es un sueño?...— Harry me miró con detenimiento.

 —¿A qué te refieres con eso?— dijo.

—Me refiero a que puede ser que los sueños sean visiones del futuro…

—¿Que?— Dijo con un toque de confusión y sorprendimiento. —Puede ser…. Pero tenemos que hablar con Dumbledore para que nos ayude. 

Asentí levemente. —si vamos.

Llegamos a la oficina del profesor Dombuldore. —Buenas tardes profesor.— dije al entrar a su despacho.

—Buenas tardes señorita Potter.

—Necesitamos saber algo.— dijo Harry entrando al despacho.

—¿Que necesitan saber?

—¿Por qué tenemos sueños con Voldemord?— mire a Dombuldore. —Estaba estudiando con Harry y me quedé dormida y comenze a soñar con el... Fue raro.

—Una parte de Voldemord vive en ustedes, es por eso que sueñan con el.— dijo Dombuldore mientras sacaba unos caramelos. Si, caramelos de limón. Los más deliciosos según la opinión de Harry, la verdad prefiero los caramelos de cereza.

—Oh bueno... Gracias profesor. — sonríe y me fui del despacho con Harry siguiéndome.