Destino *Adrián Pucey*

El bosque prohibido

Miró a Draco que me arrastraba por los pasillos del castillo. —Draco no es hora de estar por los pasillos, estamos en el toque de queda.

— ¿Asustada Potter?— dijo mientras me miraba con su típica sonrisa arrogante.

Giro los ojos. —Ni un poco malfoy.

— Acabo de ver a Potter salir y tú me tienes que acompañar.— dijo retomando mi primer comentario.

—Y ¿por qué yo tengo que venir? ¡Me castigarán por tu culpa!

—No nos castigarán.— Draco se encogió de hombros. —Solo iremos a ver qué hacen y los acusaremos con Mcgonagall.

—A veces pienso que estás enamorado de mi hermano. — dije mientras dejaba que me guiará por todo el castillo.

—Ay cállate.— dijo mientras me llevaba a la cabaña de Hagrid.

—Draco ¿Que estamos haciendo aquí? 

—Shhhh.— me callo Draco. —Callate y mira por la ventana. — dijo mientras se asomaba.

Me acerque a la ventana y mire a Hagrid, Harry, Ron y a Hermione estaban platicando y había un huevo muy grande en la mesa.

—Ese huevo es muy grande.— dije susurrando.

El huevo comenzó a agrietarse hasta que salió un pequeño dragón.

Sonreí al ver al dragón. —Mira Draco, un dragón.— dije emocionada.

—Criar dragones es ilegal.— dijo mientras me miraba. —Tenemos que decirle a Mcgonagall.

Asentí levemente. —Vamos. 

—¿Quién es el que viene con tu hermana Harry? — dijo Hagrid señalando la ventana.

Mire a Draco asustada. 

—¡Vámonos! — dijo Draco tomándome de la mano y ambos corrimos al castillo.

 corro directo a las Mazmorras pero el me vuelve a jalar. —¿Que traes estúpido? — dije mientras me soltaba de su agarre molesta.

—Iremos con Mcgonagall.

—Estás pensando estúpidamente Malfoy, si vamos con Mcgonagall también nos castigará.— vuelvo a caminar rumbo a las Mazmorras pero él se pone enfrente mío.

—Solo por esta vez déjame acusar a Potter— giré los ojos y corrimos hasta el despacho de la profesora Mcgonagall.  

—¡Profesora Mcgonagall! Los de Gryffindor estaban en la cabaña de Hagrid, y Hagrid tiene un dragón que por cierto, lo están ocultando.— dice Draco apenas pusimos un pie en el despacho de la profesora. 

La profesora Mcgonagall nos deja sentados a los dos en unos sillones que tenía en su despacho mientras iba a buscar a los tres Gryffindors.  

Poco después entraron al despacho la profesora Mcgonagall acompañada de Harry y los otros dos Gryffindors.

—Gryffindor tendrá un castigo de menos cincuenta puntos, y le diré al señor Filch que les de un castigo a los cinco.

Mire a Draco con cara de "¿Ya ves lo que hiciste?". 

—Disculpe profesora  ¿Acaso la escuché decir los… cinco?— dijo Draco dando un paso al frente sobre entender lo que había dicho Mcgonagall.

—Así cómo escucho señor Malfoy, ustedes por estar fuera de la cama en horas no apropiadas, aunque su intención fue buena, terminó siendo lo mismo para ustedes.— dijo y Draco fulminó a Harry con la mirada yo solo ruedo los ojos queriendo que me tragara la tierra.