La ayuda de Cho

181 10 1
                                    

Me encuentro en la torre de astronomía siendo mesero en la cita de cedric y cho. 

Este par es muy cursi, a mi parecer. 

Honestamente, hubiera preferido hacerle sus tareas durante un mes a esto, es una maldita tortura. 

—Adrian. —Escucho hablar a Cho. —Hago una mueca antes de voltear. 

—¿Mande? —Digo con una sonrisa fingida. 

—Queremos más jugo de calabaza. —Dice con una sonrisa. 

Lo juro, voy a matarla. 

—Claro... —Digo entre dientes y les doy el jugo. —Me voy a vengar de esto, lo juro, Chang. — Digo entre dientes a lo cual ella me mira con seriedad. 

Regreso a mi lugar y vuelvo a escuchar besos y coqueteos, creo que vomitare. 

Unas horas después termino la tortura. Gracias a Merlin. 

Diggory se había ido a su sala común, Cho y yo nos quedamos solo hablando. 

—Dejame ver si entiendo... —Dijo la pelinegra mirándome. —¿Estuviste a solas con ella, tenías la oportunidad perfecta para decirle que salieran, pero... se te olvidó? —Dijo mirándome con incredulidad. 

Asentí levemente. —Si.

Ella puso su mano en su frente. —No puede ser, eres tan idiota. 

—Ya sé, ya sé, no tienes que repetirlo. —Dijo haciendo una mueca 

—Merlin... —Dice negando levemente. 

—Cho, enserio no se que hacer. —Digo con preocupación. 

—Te ayudaré, pero ya es tarde, debemos dormir. 

Asiento levemente. 

Al día siguiente, voy a buscar a Cho a su habitación. 

—Hola, buenos días cuervo. — dije con tono de broma. 

— Buenos días, serpiente. —Dijo de espaldas a mi mientras se cepillaba el cabello. 

Sonrei levemente y miró como extiende un traje algo elegante. 

La miro con condición. 

—Pontelo en la noche, la verás en la torre de astronomía. 

—¿Que?— digo tomando la ropa que me estaba extendiendo. 

—Le deje una nota en su habitación con fresas de chocolate y flores. —Dijo con simpleza. 

—Se supone que era mi trabajo invitarla a salir, tu solo me darías ideas de como hacerlo. 

—Si bueno, eres bastante lento en idealizar el plan, así que yo lo hize por ti. —Me dijo dándome una sonrisa. 

—¿Puedo saber detalles? 

—Las flores eran Tulipanes, las fresas tenían chocolate extra y la nota tenía solo tus iniciales. —  Explico. —Trata de llegar antes que ella, Higgs fue a comprar las flores que le darás. 

Sin duda, eran los mejores amigos que podría tener. 

—Llega antes de las diez, le dije que se verían ahí a esa hora. 

—Okey, entiendo. 

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 

NARRA JAZMINE 

Me desperté con los gritos de Pansy y Astoria.

—¿Qué les pasa? —digo medio dormida acercándome a ellas. —¿Hay un ratón acaso? —comentó frotando mis ojos.

—¡No! —Dice Astoria mientras me mira con una sonrisa. —¡Te volvieron a enviar flores! 

—¡Y fresas con chocolate! —Grito Pansy mientras me pasaba ambas cosas. 

Un poco confundida y adormilada me siento en la cama mirando todo. 

—Esta vez si tiene nota. —Dice la castaña pasándome un trozo de papel.

Te espero en la torre de astronomía a las diez pm

                                                                     A.P. 

Alzó una ceja ¿A.P? 

—¿Será el mismo chico que te envío las flores el otro día? —dijo Pansy con una sonrisa emocionada. 

—Quien sabe. —Dice Astoria quitándome las flores y poniéndolos en un florero. 

—Tiene unas iniciales. — digo mirándolas. 

—¿Si? — ambas chicas se acercan a leer la nota. 

—¿A.P? — dice Astoria levantando una ceja. 

—Adrian Pucey. — dice pansy con una sonrisa. 

—¡Ah! Es verdad ¡Adrián Pucey! — chilla la castaña. 

Miró a las dos chicas dar saltitos de emoción por la habitación. 

Se ríe leve mirándolas, Merlin, están locas. 

—¿Si vas? — Preguntaron ambas chicas cuando se calmaron. 

—No lo sé. — me rasco la nuca. —Tengo cosas que hacer y aparte es durante el toque de queda.

—Ay no seas aburrida Jazmine. — dijo Astoria sacudiéndome. 

—No tengo que ponerme. 

—Yo te ayudo con eso. — Respondió Pansy. 

—Pero de que tú vas, ¡Vas! — respondieron las dos con decisión. 

Asentí levemente. 

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 

Miraba la ropa volar de mi armario, estás dos habían hecho un desorden en la habitación, doy un suspiro mirando toda mi ropa limpia en el piso, tardaría mucho en volver a doblarla y acomodarla. 

—¡Esta blusa es perfecta! — exclamó Pansy. 

Astoria confirmo con un asentimiento de cabeza. 

Me pasó la blusa, la blusa era color verde con mangas acampanadas, había sido un regalo de la señora Weasley por mi cumpleaños. 

Ellas siguieron buscando hasta encontrar una falda negra que me llegaba encima de las rodillas, ya que la blusa reposaba un poco abajo de mi ombligo el moño que tenía la falda de adorno lucirá perfectamente. 

Rápidamente ambas buscaron entre mis zapatos y tomaron unas zapatillas con un pequeño taconcito color negro. 

Destino *Adrián Pucey* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora