Visita desagradable.

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—Harry, Harry. —Gritó la tía Petunia. —Abre la puerta.

Harry asintió levemente y abrió la puerta dejando entrar a una señora la cual no conocía, yo hacia la comida mientras miraba a mi hermano hablar con el tío Vernon. 

Suspiro mirando que no logro que nos firmara los papeles que necesito.

La señora se voltea para vernos. —Siguen ahí ¿Eh? 

—Si. —Dice mi hermano con voz tranquila. 

—No digas “Si” tan altaneramente. —Dijo acercándose un poco a mi mellizo. —Agradece que Vernon los recibió. —Miro al tío. —Estuvieran en un orfanato si los hubieran dejado en mi puerta. 

Aprieto levemente la mandíbula mirándolos.

Apagó la estufa, pues la comida ya estaba y me acerco a mi hermano y le doy un apretón de hombros. —No les hagas caso, falta poco para que se acaben las vacaciones, solo tenemos que soportarlos unos días más ¿Si? —Le doy una pequeña sonrisa. 

—¿Ya estás lista para ver al amor de tu vida? —Dijo con un tono un poco burlón.

Me cruzo de brazos mirándolo. —Si te conté fue para que me dieras un consejo, no para que te burles, mal hermano. —Le saco la lengua. 

—Ya, ya. —dijo abrazándome mientras aguantaba la risa. 

—Suban el empaque de Marge. —Nos dijo el tío mirándonos y nosotros asentimos levemente.

Lo hacemos y al terminar fuimos a la sala ya que nos gritaron para servir la comida. 

Después de que ellos cenarán miro como Marge felicitaba a Petunia por la comida, me reí suavemente. —La que cocino fui yo. —Digo en voz baja mientras recogía los platos de la mesa con ayuda de mi hermano. 

Miró a Harry quien recogía el plato que estaba en el piso con baba de perro. 

—Separa el plato. —Le digo. —Ese se tiene que desinfectar. 

Harry asintio levemente y lo separó del resto. 

—Ah ¿Quieres un poco de Brandy? —Dijo mientras se inclinaba para darle al perro. 

Ambos mirábamos con una pequeña mueca de asco. 

—¿Que miran eh? —Ambos nos encogimos de hombros para después seguir con nuestras actividades.

—¿Dónde estudian los chicos? —Dijo volteando a ver al Tío Vernon.

Ellos siguieron hablando, yo le daba miradas significativas a Harry mientras imitaba a nuestra visita desagradable.

El aguantaba la risa y me da un leve codazo. —Nos van a regañar. — murmura como puede antes de soltar una pequeña risa. 

Sonrió terminando de lavar los trastes y dejarlos en su lugar. 

—¿Y en esa escuela reprenden con vara?  

Ambos la miramos y ascendemos levemente. —Si.. — decimos al mismo tiempo. —Nos golpean a cada rato.

—Si, incluso nos han roto los huesos. 

—Ujum. —Asintió Harry mientras se volteaba para reírse. 

También me volteo para sonreír burlona. 

—Me alegra, no tolero que no reprendan a los que se los merece. —dijo volviendo su mirada al tío Vernon. —no tienes porqué preocuparte de cómo son los dos jóvenes Vernon, ellos lo llevan en la sangre. 

Dejamos de sonreír al escuchar eso, nuestro cuerpo se nos tenso. 

Ah no, con mi familia no, perra. 

Destino *Adrián Pucey* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora