PENSAMIENTOS INTRUSIVOS

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NARRA JAZMINE.

-Y entonces mientras mirábamos el atardecer él me besó. -Dije y todas las chicas dieron un grito de emoción.

-¡Qué bonitos! -Dijo Astoria con una sonrisa. 

-¡Lo sé! -Chillo Camila mientras sonreía con emoción. -Son como almas gemelas. 

Sonreí mientras miraba como mis amigas parloteaban sobre lo romántico que había sido Adrián ayer. 

-Entonces eso quiere decir que ya son novios. -Dijo Pansy mirándome con una sonrisa. 

La mire. -Solo fue el beso, no me dijo nada más. -Recalque. 

Las tres chicas se miraron entre sí. 

-Dejame ver si entiendo… -Empezó pansy.

-... él te dió un beso… -Continuo Astoria. 

-... Te invito a salir muchas veces…-Siguió Camila.

-¿Y no son nada? -Concluyeron al unison mientras me miraban. 

Asentí levemente. -Ajam, exacto. 

Todas hicieron una mueca de desaprobación. 

-No todo tenía que ser color de rosa. -Dijo Astoria negando levemente.

-Iba tan bien, maldita sea. -Mencionó Camila mientras colocaba la palma de su mano en su frente. 

-Pero ¿Qué esperábamos? Es un hombre. -Dijo Pansy.

Las tres asintieron con la cabeza.

Pensándolo bien si era raro.

Vamos Jazmine, él sería incapaz. 

No lo sé, tal vez sí lo es.

Suspiré levemente y sacudí la cabeza para tratar de esfumar esos pensamientos de mente, mis amigas ya estaban hablando de una cosas completamente diferente, me costaba prestar atención.

¿Y si tienen razón? 

. . . . . . . . . . . . .horas después . . . . . . . . . . . . . . 

Ya se había vuelto costumbre ir a la habitación de Harry los fines de semana, me agradaba estar ahí, los chicos de gryffindor ya me habían agarrado un poco de confianza, al menos ya no había disgustos cuando una serpiente se quedaba a dormir ahí.

Tomé al señor peludito y me dispuse a salir de la sala común sin ser escuchada. Lo logré, ya podía ser toda una espía.

Después de unos minutos llegué a Gryffindor, Harry me esperaba afuera de la sala común.

-Adivina.

-¿Qué sucedió? -pregunte enarcando una ceja. 

-El diario desapareció. -El azabache hizo una mueca.

-¿Cómo que desapareció? 

-Pues hoy lo estuve buscando en la mañana y no lo encontré. 

-No puede ser. -Hice una pequeña mueca.

Ambos entramos a la sala común. 

-¿No lo tendrá mione? -Pregunte mirándolo.

-No lo creo, además ¿Para que lo querría ella? 

Asiento levemente, tenía razón, no necesitaba el diario para nada.

Fuimos a su habitación y me acosté en la cama. -Oye hermanito.

-Dime.

-¿Que significa cuando un chico te dice que eres linda, después te besa y siguen hablando normal? 

Destino *Adrián Pucey* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora