Capítulo 10.- Sería mejor si no hubiéramos sido nada desde el principio

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Yesung estaba tomado de la mano de Ryeowook casi de manera inconsciente, todo lo que quería era mantenerse tocando al menor, quien por el contrario era tremendamente consciente de cualquier contacto

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Yesung estaba tomado de la mano de Ryeowook casi de manera inconsciente, todo lo que quería era mantenerse tocando al menor, quien por el contrario era tremendamente consciente de cualquier contacto.

—¿Conoces Bittersweet? Creo que podríamos cantar esa canción, si te parece —opinó.

—¡Claro! Sí, la recuerdo bien, aunque es un poco triste ¿no cree?

Yesung se asomó por entre el telón. Allí en primera fila podían verse las otras dos almas que esperaban, sentados en primera fila: Heechul parecía a todas luces enfurruñado, más aún dado que Siwon se había sentado a su lado. Incluso desde la distancia Yesung podía notar el hilo negro que unía sus manos izquierdas.

—Tal vez un poco, pero es una canción que me gusta mucho. Además, creo que en estos momentos podría ser de cierta utilidad.

Ryeowook también se asomó, aunque al ser descubierto por la mirada malhumorada de Heechul, se escondió.

—De acuerdo, hagámoslo.

Heechul aún mantenía el ceño fruncido cuando la pareja salió hasta el centro del escenario, era cierto que todo aquello le traía buenas memorias de cuando estaba vivo, además ya había escuchado la voz de Yesung y le encantaba la idea de volver a escucharla; pero todo aquello se veía opacado por tener que estar junto a Siwon, ¡el muy descarado incluso se había sentado a su lado! Como si no tuviera todo un teatro vacío para elegir su lugar.

A pesar de todo aquello, no pudo evitar emocionarse en cuanto los chicos comenzaron a cantar, era la misma canción melancólica que Yesung había estado cantando cuando lo encontró.

En esa ocasión la voz aguda de Ryeowook se armonizaba perfectamente con la voz más áspera de Yesung, además ambos cantaban con un sentimiento patente que lograría erizar la piel de cualquiera que lo escuchara. Fue así que Heechul tuvo poco que hacer contra ellos, para el fin del primer coro él ya estaba enternecido y había olvidado a la persona a su lado.

O, más específicamente, había olvidado el enojo que tenía contra aquella persona, pues gracias a la conexión por su hilo le era imposible olvidar su existencia, ni siquiera podía llegar a odiarlo como quisiera.

Luego de algunos momentos Heechul no pudo contener más el suspiro que salió de su pecho, el cual terminó de romper las barreras que había levantado alrededor de su corazón.

La letra por sí sola era bastante melancólica, a eso se le sumaban la maravillosa calidad de las voces que lo entonaban. Pronto los ojos de Heechul ya estaban anegados, sentía como si sus propios sentimientos, aquellos que se había esforzado por enterrar en lo más profundo de su ser, estuvieran expuestos en aquellas palabras tan simples y, a la vez, tan complicadas.

"No puedo odiarte, pero tampoco puedo amarte", esas palabras calaban muy en lo hondo de su pecho, toda la letra en general lo hacía, describía demasiado bien lo que sentía. "Me quedo con el corazón congelado y con un sentimiento de vacío"

Ni siquiera se percató del momento en que la canción terminó, ni del silencio tenso que siguió a ello, tampoco escuchó el susurro bajo con el que Siwon lo llamó. No fue hasta que el más alto posó su mano en su brazo para llamar su atención, aunque fue de manera suave aún así se sobresaltó.

Heechul volteó hacia él entonces, con los ojos agrandados y algunas lágrimas cayendo por sus mejillas.

—Heechul —susurró Siwon, sorprendido de verlo así.

Sin pensarlo demasiado, levantó la misma mano para posarla en su mejilla y poder limpiar sus lágrimas. Heechul solo se dejó hacer, se había quedado atrapado en la mirada de Siwon e incluso recargó su cabeza contra aquella caricia que parecía mitigar gran parte de su dolor.

—Oh, Heechul —murmuró, acercándose un poco más.

Heechul cerró los ojos, entregándose al momento, dejando que la voz de Siwon lo confortara...

Hasta que a su mente volvieron antiguas palabras, dichas con esa misma voz aunque con un tono mucho más violento.

"... eres un maldito desviado, yo soy un recto hombre de Dios. ¡Jamás podrías estar con alguien tan asqueroso como tú!"

Cuando Heechul volvió a abrir sus ojos, estos habían recuperado su antigua frialdad, aunque no podía dejar de llorar. Alejó la mano de Siwon con un gesto brusco y se puso de pie, a pesar de que sus movimientos eran algo torpes y casi cae.

—Heechul...

—Hyung... —Yesung y Ryeowook se habían acercado a ellos.

Desesperado, Heechul intentó limpiarse las lágrimas con un gesto áspero que no sirvió de mucho, miró a la pareja de almas pero pareció no encontrar lo que buscaba. De pronto dio media vuelta, sin decir nada más echó a correr para subir por las primeras escaleras que encontró.

Siwon suspiró con tristeza mientras notaba a su alma destinada alejarse así, se derritió contra la butaca que había utilizado antes.

—Maldita sea —gruñó triste.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Ryeowook sin terminar de comprender.

Yesung se sentó a un lado de Siwon, repitiendo la pregunta de su pareja destinada aunque solo con la mirada.

—Cuando recién me encontré con Heechul no pude aceptarlo, dije cosas muy hirientes y ahora él no me soporta.

Ryeowook dejó una mano consoladora en su hombro.

—No puede ser tan malo, por algo son almas destinadas —aunque el más bajito no sabía mucho de almas, era algo que sentía como cierto.

—Creo que sí lo fue, lo herí. Es... una larga historia...

—Si quieres contarnos, te escucharemos —ofreció el mayor con amabilidad.

Paint it black (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora