Capítulo 22.

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Anne:

La mujer frente a mi, llamo a mis hombres.. ¿sus amores? Ya se a que viene esta mujer, si cree que por ser su ex ella tiene derecho a venir está equivocada. , su mirada de odio hacia mi era palpable, eso se notaba a kilómetros.

—No son tus amores Loise, dejaron de serlo desde hace mucho mucho tiempo —sonreí.

—¿Crees que eso me afecta? —rio estética— ellos me siguen amando querida. 

—Pues que equivocada estas Loise, ellos dejaron de amarte, entiendelo. 

—Algún día te dejarán y volverán conmigo —apreto los dientes— y tu pasarás a ser segundo plano. Tu eres una oportunista.

—¿Me llamas a mi oportunista? Por Dios Loise, tu estabas con ellos y los traicionaste, tu siempre quisiste su dinero, les dijiste muchas cosas sobre mi y ellos se alejaron por hacerte caso, tu les fuiste infiel, así que la oportunista aqui eres tu. 

Ella no decía nada, estaba hecha una furia.. Pretendía hacerme sentir mal con sus comentarios. Pues eso no va a pasar.

—Cuando te terminen de usar, volverán a mi, eso tenlo por seguro.

—Pues en eso estas muy equivocada Loise ¿porque crees que lo digo? —sonreí— sabes.. Si los vieras —dije pensativa— en la manera en que me miran, me veneran como si fuera su Diosa porque.. Eso es lo que soy para ellos —hable orgullosa— me adoran y en la cama.. —mordí mi labio— son unos dioses. Me hacen tomar el control de su cuerpo ¿sabes? Angelo me lo he follado como quiero y Antonio me folla como quiere. Creo que en ese aspecto estamos más que bien.

—Ellos son míos zorra de quinta —intentó acercarse.

—Será mejor que te vayas y dejes de humillarte, ya mejor acepta que perdiste desde hace mucho.

Loise no ha hecho más que hacer daño, ella siempre ha sido así, siempre quiso lo que yo tenia y si cree que ellos volverán, esta mas que loca, mis hombres si tienen dignidad. 

—Oh si, ya vivimos juntos —le mostré la llave— bueno, no fue un gusto hablar contigo, pero mis hombres me están esperando para cenar y tener una exquisita sesión de sexo.

Ella se puso roja de la rabia, tenía que desquitarme de tantos comentarios que me hizo en el pasado. Ella no es mas que una vibora resentida. 

Sin prestarle la más mínima atención a la mujer, ella se fue y yo entre a la casa dejando a la loca afuera y cerrándole la puerta casi que en la cara. Deje las llaves en la mesa y me quite los zapatos, coloque las Compras en él sofá y Angelo apareció en mi campo de visión vistiendo bastante casual, un hermoso pantalón de chandal color negro, estaba descalzo y usaba una camisa de algodón color negro y.. ¿un delantal?

—Hola guapo —reí— ¿estás cocinando?

—Hola nena —me dio un beso— Pues eso creo, Antonio me obligó a ayudarlo en la cocina y pues creo que lo hice bien —arrugó sus cejas.

Reí un poco, me tomó la mano llevándome hacia la cocina y ahí estaba mi otro guapo vestido igual a Angelo pero su camisa era blanca.. Amaba sus tatuajes.

—Llegó la reina de este castillo —sonrió— ven a darme mi beso hermosa.

Lo besé —Esto huele delicioso, Angelo me dijo que lo obligaste a cocinar —entrecerré los ojos.

—Algo asi —se encogió de hombros— es que debe ayudarme, el hecho de que sea el mayor también debe colaborar en la cocina, somos un equipo ¿cierto hermosa? —me miró.

—Ah, pues.. —Angelo interrumpió.

—¡Pero te he dicho millones de veces que no sé freír un puto huevo! —Angelo refutó.

Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora