Capítulo 34.

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Angelo:

Han pasado dos días en los que Anne no nos ha hablado, dos putos días sin dormir con ella.. Esta situación me tiene demasiado molesto.

Eran las dos de la mañana y aun no lograba conciliar él sueño por completo, me hace falta dormir con mi mujer.

Se que fuimos unos idiotas en hablarle de esa manera, pero no pudimos controlar nuestro enojo, fue realmente imposible, es que no me cabe en la cabeza poder perdonarlo de la noche a la mañana. No es tan sencillo.

Me percate de que Antonio no estaba en la cama y me levante, pase por su habitación y no escuche nada supongo que estaba dormida, baje a la cocina y ahí me encontré con mi hermano preparándose un te.

—¿Tampoco puedes dormir? —pregunté y me miró. 

—No —negó—, vine a hacerme un te a ver si logro dormir al menos dos horas. ¿quieres?

Negué —Sabes que no tomo te, mejor tomare algo de café, no te quiero oir diciéndome que el café no me va a dar sueño, eso no funciona en mi. —fui hasta la cafetera.

Él hizo su te, yo empecé a hacer café. Pasaron unos minutos y escuchamos a alguien venir hacia la cocina, era Marco que venía con cara de sueño.

—Oh hola chicos, lo siento.. Vine a hacerle algo de comer a Marie —dijo apenado.

—¿A esta hora? —Antonio frunció el ceño.

—Si —rió un poco—, son los antojos del embarazo, siempre sucede a esta hora.

Nadie dijo mas nada, yo me tomaba mi café y mi hermano su te, mientras que Marco empezó a hacer un sándwich con jamón algo de queso y ¿miel? ¿Que clase de psicópata hace algo así?

—¿Porque la miel? —Antonio preguntó.

—Desde que Marie quedo en estado, la miel ha calmado sus mareos y malestares, no se porque, pero desde entonces a todo le coloca miel ya que todo lo que comía lo devolvía y eso la descompensaba mucho.

Asentimos —Oye marco.. —el me miró—, vamos a tratar de llevar la fiesta en paz ¿si?

—Yo no tengo ningún problema en hacerlo —asintió— y los entiendo, de verdad, no es sencillo lidiar con todo lo que había pasado, pero fui una víctima al igual que ustedes.. No puedo decir o pedir que me perdonen por todo, porque eso no es algo que se hace así —chasqueo los dedos— eso conlleva tiempo y no es que me este victimizando pero a mi me toco peor que ustedes, pero pude salir adelante.. Conocí a una gran mujer y tendremos un hijo.. Por favor no se desquiten con ella —se refirió a Anne—, ella no tiene la culpa de mis errores, tampoco debió defenderme así.. A raíz de eso, están peleados.

—¿Tu lo sabes? —fruncí el ceño.

—Claro que lo se.. —tomo el plato con el sándwich— su discusión se oyó por toda la casa, también sus llantos se oyeron —nos miró triste—, se nota que ella los ama y que quiere que esta pelea se detenga, puedo ver que es una gran mujer, no la dejen al olvido por mi culpa, dejen su orgullo a un lado y traten de conquistarla, es triste verla asi.

Y sin más se fue, por un lado tiene razón, Anne no debe pagar por nuestra pelea, ella no tiene la culpa de nada, luego de tomarnos lo que preparamos subimos a la habitación encontrándonos con Anne sentada en la cama con las piernas cruzadas.

—¿Anne? ¿que haces despierta a esta hora cielo? —Antonio se acercó a ella. 

—No podía dormir.. —habló en voz baja—, además de que tengo frío.

—¿Te duele algo? —asintió— ¿donde amor? —pregunté.

—Aquí —señalo pecho—, no quiero seguir molesta con ustedes.. Lo siento, se que no debí meterme en sus problemas familiares, o defenderlo, pero es que... No es justo que el haya tenido que pagar caro todo lo que ella misma había causado.. Pero en serio lo lamento —bajó la cabeza.

Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora