Capítulo 50.

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Anne: 

Abrí mis ojos y me encontraba en una especie de parque.. había flores, los árboles estaban llenos de vida, el sol iluminaba el lugar y césped era de un verde precioso. Camine por el césped tocando cada flor que veía y lo vista se fue hacia los girasoles camine hasta ellos y los toqué, eran los girasoles más hermosos que había visto. De pronto escuché una voz detrás de mi.

—Hola Annie —sonrió.

Era un pequeño niño, tendría unos siete años más o menos, su piel era blanca como la porcelana en su rostro había pequeñas pecas, sus ojos eran azules intensos y su cabello rubio, con unos labios y nariz pequeña, lo mire detenidamente y me di cuenta de que se parecía a Marcus.

—Asi es Annie, me parezco a el —sonrió dulcemente— y si, puedo leer tus pensamientos aquí, ven conmigo, daremos un paseo —extendió su mano y luego la tomé.

—¿Cómo es que te pareces tanto a el? —le pregunté al niño.

Por alguna razón no me sentía asustada, no tenía miedo, me sentía en paz y libre.

—Sencillo, yo iba a ser su hijo —me miró— pero como ves, yo no pude nacer.

—Eres un ángel —susurré, estaba impresionada. 

—Asi es, cuando salí de ti, vine aquí —el aún sostenía mi mano.

—O sea que ¿Estoy muerta? —pregunté ahora sí asustada.

—Tranquila, no lo estás, solo estás en una especie de sueño muy profundo y pedí un favor que te trajeran acá para después volver. —me sonrió ampliamente.

—Lo lamento —sollocé—, lamento haber tomado aquella decisión pero es que estaba asustada y muy mal.. yo.. —me interrumpió.

—No llores Annie, no vine aquí para juzgarte, tu tomaste una decisión y eso es respetable, agradezco volver aquí, si me quedaba aquí —toco mi vientre—, el iba a lastimarte si se lo decías, si hubiese seguido dentro de ti todo hubiese sido distinto, el té mataría conmigo dentro y ambos moriríamos —tomó mi mano—, así que no llores por eso, hiciste lo correcto.. Ahora quiero que veas a alguien que tiene un mensaje para ti.

Asentí y caminamos hasta el parque, había en el todo tipo de juegos y en el estaba un pequeño niño, estaba jugando con una pelota, dejó de hacerlo cuando me vio y me regaló una hermosa sonrisa y corrió hasta nosotros. Tenía el cabello rojizo pero sus ojos eran azules su rostro era igual al de Antonio. ¿Que?

—Así es Annie, el es hijo de Antonio —me miró.

—Pero.. ¿Cómo? —no dejaba de verlo.

Llegó hasta mi el pelirrojo —Hola Annie, que bien que estás aquí, necesitaba darte un mensaje importante.

—¿Cómo es que eres hijo de Antonio? —estaba atónita.

—Porque yo estaba aquí —toco mi vientre—, pero no pude resistir y vine hasta acá, pero debes volver porque ahí dentro siguen otros bebés.

¿Que? No, no es posible esto ¿Verdad?

—No.. no puede ser.. —negué varias veces.

—Si Annie —sonrió el pelirrojo—, estás embarazada, llevas en tu vientre a dos bebés que necesitan de ti, debes volver y cuidar de Luna ella también te necesita.

—También debes cuidar de Angelo —dijo una tercera voz.

Voltee y me quedé aún más atónita, era una pequeña niña de ojos oscuros y cabello castaño bastante largo, su piel era bronceada y tenía labios gruesos. Me di cuenta de que ella era Luna la hija de Angelo.

Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora