Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️

EPÍLOGO.

Anne: 

Años después.. 

Nos encontrábamos mis esposos mis hijos y yo en este hermoso teatro, vinimos a estar presente en el logro de nuestra persona favorita mi amada Luna.

Estábamos junto a los padres de los demás alumnos esperando a que nombraran a mi hija. 

—Luna Moretti Morrison —anunció el director—. Graduada con honores y medalla al mérito por su increíble desempeño académico.  —todos aplaudieron. 

Mi hija se levantó de su asiento con una hermosa sonrisa y recibió su diploma, miró a nuestra dirección y sonrió bastante feliz. Todos estos años, ha valido la pena cada esfuerzo que ella ha hecho durante todos sus estudios. 

Horas más tarde terminó la entrega de diplomas y al fin pudimos estar con ella. Se acercó a nosotros plenamente feliz.

—Lo logré mamá, lo logré —chilló emocionada.

—Asi es mi amor —la abracé con fuerza—, estoy orgullosa de ti.

Enzo le entregó un ramo de flores —Felicidades hermana, al fin te irás de la casa —sonrió de lado.

Le dió un golpe en el hombro —Muy chistoso, baboso.

—Basta los dos —dijo Angelo—. Felicidades tesorito, ya eres oficialmente una Licenciada. —le dió un beso en la frente.

—Mi patito ya es toda una mujer —Antonio evitaba llorar—, no lo puedo creer, parece que fue ayer cuando estabas de siete años y ahora mirate —la abrazó—, toda una mujer hermosa, ya graduada y que pronto dejará el nido de papá.

—Papá no llores que me harás llorar a mi también —se separaron del abrazo.

—¿Cual es el drama? —dijo Franco tranquilo—. Algún día tendrá novio, se casará y tendrá hijos papá.

—Eso no va a suceder —dijo Angelo serio—, mi niña va a ser una gran chef y listo, no tendrá tiempo para eso.

—¿Recuerdas que tenía su edad cuando los volví a ver? —dije divertida— no exageren con eso, dejen de correrle los pretendientes a Luna, ya no es una niña.

—No tendré tiempo para eso papá ¿recuerdan mis planes? Trabajar en la repostería Koch, es la más importante del país y quiero realizarme como una repostera profesional y abrir mi propio restaurante —dijo segura y orgullosa—, el amor vendrá después.

—¿Repostería Koch? ¿La de los hermanos Alemanes? —ella asintió—. He leído las reseñas de su repostería y restaurante, tienen fama de ser déspotas y duros con sus trabajadores —dijo Franco—, casi nadie dura trabajando con ellos, son muy exigentes.

—Y yo bastante decidida y terca —ella rió leve— podré con ellos, lo prometo, es mi sueño trabajar ahí, desde niña lo he deseado y espero que todos me apoyen.

—Y lo haremos patito —Antonio la abrazó de nuevo— pero ahora.. ¡Vamos a celebrar la graduación de mi hija! En casa nos esperan los tíos, primos y abuelos —asentimos— vamonos..

Esto nos tenia muy contentos, nuestra pequeña niña ahora es toda una mujer que ahora hara sus sueños realidad.