Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️

Capítulo 44.

Angelo:

Pasó una semana desde que Anne trajo a Luna a esta casa, fuimos a la policía a demandar a sus padres, nos enteramos de que ellos son adictos y dejaban a Luna por días sola en su casa, hasta que un día simplemente la dejaron en la calle diciéndole que vendrían por ella, ya que ellos estaban huyendo de un traficante al que le debían dinero, fuimos con la policía a la casa de Luna y nos encontramos con una fachada deplorable las paredes se caían y todo olía a drogas por todos lados.

Recogimos lo que pudimos para Luna, pero lo más importante es que encontramos su acta de nacimiento y algunos papeles que servirán para obtener la custodia, decidí encargarme de esto personalmente, en una semana esa pequeña se había ganado mi cariño, la verdad no se cómo sus padres pudieron abandonarla siendo tan pequeña y lo peor es que ella no tiene a ningún familiar para hacerse cargo.

Luego fuimos con los de servicio sociales e hicimos todo lo correspondiente para que ella se quedará con nosotros, tuvimos problemas al principio porque nadie vió de buena manera que nosotros fuéramos poligamos, pero luego vieron que vivimos más que bien, que tenemos una relación bastante estable y que podemos darle una excelente vida y educación a Luna, tal y como debe ser. Fue un proceso duro pero al final valió la pena, Anne llevó a la niña al hospital a verificar lo que tanto temía, gracias al cielo la niña no sufrió ningún tipo de abuso, solo necesitaba una buena alimentación y todo estaría bien.

Ver a Anne cuidando de la pequeña Luna me hace sentir tan bien, estoy muy seguro de que Anne hubiese amado a mi niña, cada día me convenzo más de que ella será la madre de nuestros hijos.

Hoy me encontraba en mi oficina terminando unos trabajos cuando mi secretaria me informa de que la trabajadora social estaba aquí. Le dije que pasara y así lo hizo.

—Buenos días señor Moretti —estrechó mi mano.

—Buenos días señora Chairman, tome asiento por favor —señale la silla.

—Gracias —se sentó—, vengo a darle informe sobre la situación de la niña Luna Hoffman —asentí—, vengo a decirle que analizando la situación y en vista de que si pueden mantener a la niña y dale una estabilidad, el estado procede a darle la custodia y adopción de la niña, ya ustedes decidirán si desean que ella conserve el apellido Hoffman o si desean colocarle el suyo o el de la señorita Morrison.

—Eso lo hablaremos con nuestra mujer —suspire—, muchas gracias por ayudarnos sobre el caso de la niña, aprecio su eficiencia.

—No hay de que señor Moretti —se levantó—, aquí tienen los documentos legales para que firme —me los entregó—, el lunes debe ir con este papel ya firmado por los tres representantes de la menor y depende de que apellido decidan colocarle se le hará un acta de nacimiento como conste de que será su hija, sin más me retiro, que tenga buen día —asentí.

—Igualmente para usted —estrechamos las manos.

Y sin más salió de mi oficina a los pocos segundos entro Antonio sin tocar -como siempre- el estaba nervioso.

—¿Y? ¿Que dijo? —preguntó ansioso.

—Pues que debemos preguntarle a Luna si desea ser nuestra hija —sonreí feliz.

Gritó emocionado—¡Si! Anne va a estar contenta con la noticia, podremos adoptar a Luna como nuestra hija —asentí— vamos a casa, esto no puede esperar Angelo.

—Bajale un poco a la emoción hermanito—rei—, tenemos pendientes por hacer, llama a nuestros padres para darle la noticia, estarán contentos.

El asintió y salió de mi oficina, ambos estábamos contentos con los resultados, por suerte no tuve que usar mi influencia con el alcalde de la cuidad, no fue necesario, todo el esfuerzo de una semana sin descanso ha valido la pena, Mi amada Anne estará contenta.