Capítulo 41.

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Anne: 

Angelo se paró frente a mi y con suavidad quitó la toalla que estaba en mi cuerpo, miraba mi cuerpo sin pudor alguno y sonreía de lado, esa sonrisa que sólo lograba mojarme hasta no decir basta. Acarició mis labios con sus dedos haciéndome estremecer hasta los huesos, luego se quitó su camisa dejándome ver sus enormes brazos llenos de venas y tatuajes, su pecho enorme y sus hermosos cuadritos que me hacían enloquecer.

—No sabes lo que me fascina que me mires así nena —decía con voz ronca en mi oído— apuesto a que ahora mismo estás mojada para mi.. ¿Verdad pequeña Anne? —asentí— Quiero oírte nena.

—Si, señor —hablé con voz temblorosa.

Luego Antonio, entró a la habitación con algo en sus manos ¿en que momento salió? Lo que sea que tenía en sus manos las lanzó a la cama y se acercó a mi y también se quitó su camisa dejándome ver su hermoso torso desnudo con sus tatuajes al igual que sus brazos, se acercó a mi y me miró de la misma manera que Angelo, ambas miradas llenas de deseo hacia a mi y eso me encantaba, me fascina tenerlos así para mi, que me deseen a mi y solo a mi.

—Tu piel esta muy suave hermosa —tocó mi espalda haciéndome estremecer— amo tus senos, son tan perfectos para mi —rozó su dedo por mi pezón erecto— ya estas mojada ¿cierto? —asentí— Angelo y yo vamos a follarte nena, te extrañamos mucho —tomó mi mano y la colocó en su pantalón— ¿sientes eso? Esta duro para ti hermosa. 

—Acuestala sobre la cama, ya sabes el resto hermano —Antonio asintió.

Antonio me tomó de las piernas alzándome y enrollé las piernas en su cintura, caminó hasta la cama y se subió aún conmigo en sus brazos, me depositó en la cama con algo de brusquedad y se quedó de rodillas en la misma, luego Angelo llegó hasta la cabecera de la cama y subió mis brazos a esta colocándolos sobre mi cabeza, sentí en mis muñecas unas esposas.

—Asi es nena, hoy estarás esposada a la cama, no podrás moverte así que todo lo haremos nosotros —Angelo besó mis labios.

—Pero.. yo quiero tocarlos —gemi y me removí en la cama.

—¿Escuchas eso hermano? —preguntó Antonio— nuestra hermosa Anne esta gimiendo y ni siquiera hemos empezado —el sonrió de lado.

Sin vérmelo venir, Antonio vendo mis ojos dejándome en la oscuridad total, ellos estaban en total silencio, luego empecé a sentir besos por mi rostro, alguno de ellos rozó su lengua por mis labios y el otro ya estaba bajando a mi cuello. Y sentí a cada uno besando y lamiendo mis pechos, uno lamia mis pezones y el otro lo succionaba con deseo, después sentí una mano rozar mis pliegues haciéndome gemir fuerte.

—Oh por Dios —gemí—, se siente delicioso.

No se quien de los dos se quedó en mis pechos pero el otro bajó a mi intimidad y de una sola estocada posó los labios sobre ella haciéndome curvar la espalda y abrir más las piernas, empezó a lamer mis pliegues y meter su lengua dentro de mi cavidad embistiéndome con fuerza, pasaba su lengua por mi clítoris y así siguió hasta que metió sus dedos en mi embistiéndome con rudeza. El otro seguía con mis senos y empecé a sentir una presión en mi vientre y exploté en mi orgasmo, tenía la respiración hecha desastre. 

—Ahora hermosa —Antonio susurró con ronquedad en mi oído— vamos a follar ese hermoso coño y culo —me besó con ganas—tu orgasmo es una delicia.

—Yo... yo quiero probarlos —gemí— por favor.

—Bien nena abre esa hermosa boquita —ordenó Angelo.

Y así lo hice, abrí mi boca, pero antes me quitaron la venda de los ojos, regalandome la mejor vista, mis hombres respirando agitadamente y desnudos para mi, siempre voy a amar esa hermosa v que se le hace a ambos bajo esos músculos bien puestos, Antonio se acercó a mi y tomó mi cabello levantando la cabeza ya que aun seguía esposada a la cama y metió su polla en mi boca, lo succioné, lo lamí y empecé a hacerle sexo oral así dure un buen rato, luego se separó de mi para darle el turno a Angelo e hice el mismo procedimiento con el. Después se detuvo.

Anne y el Amor. |+18| #1 de Trilogía Moretti. -Finalizada- ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora