In My Heart

Torpsé

- Rosé, ¿ya estás lista? - la voz de su amiga la sacaba de sus más lindos sueños.

- Cinco minutos más. - gruñó dando vuelta en la cama.

- No me hagas entrar y sacarte de los pelos. ¡Es el primer día de nuestro último año en la Universidad! ¡No pienso perdérmelo por culpa de tu vagancia!

- ¿Primer día de Universidad? - Rosé abrió los ojos como platos. Mierda, se le había olvidado completamente. - ¡Voy!.

Se duchó en cinco minutos, cogió unos vaqueros una camiseta blanca básica, un jersey abierto color marrón y unos playeros blancos. Se miró en el espejo un segundo solo para confirmar que estaba vestida, tomó su mochila y abrió la puerta de su habitación.

- ¡Auch! - Rosé se frotaba la cabeza y la espalda. - ¡Quítate de encima! - gruñó.

- Muy bonito. ¿Así es como le hablas a tu mejor amiga?

- Ya... Jichu! - la empujó apartándola de encima.

- Mira que eres torpe - la pelinegra la miraba con una sonrisa divertida mientras estiraba la mano para ayudar a su mejor amiga a ponerse de pie. - Deberías llamarte Torpsé - rio burlonamente.

- Muy graciosa. ¡Vamos que llegaremos tarde!.- tiró del brazo de su amiga arrastrándola por el departamento hacia la puerta.

- Ah, ahora sí tienes prisa.

- Es nuestro primer día

- Ajá...

Ambas salieron del maltrecho edificio de su departamento situado en Queens. Jisoo miró el reloj y advirtió a Rosé de que faltaban escasos 30 minutos para llegar mientras se introducían en la camioneta de Rosé.

- ¿Estás segura de que llegaremos a tiempo en este trasto?

- Es eso o tomar el metro o quizá prefieras pagar un taxi. - Jisoo metió la mano en su bolsillo y encontró 1 dólar.

- Creo que Rosetta está bien.

- ¿Qué? ¿Has bautizado a mi camioneta?

- Me pareció un nombre muy acorde

- No te hace justicia bebé - dijo Rosé dando golpecitos en el volante a la camioneta apretando el acelerador.

Intentó ir lo más rápido que pudo intentando recordar cada una de las salidas que debía tomar. Como cada año, había elaborado un plan de acción dibujado en la pizarra que colgaba en el salón. Había sentado a su mejor amiga mientras con un rotulador iba marcando en la pizarra los horarios y las distintas situaciones a las que se enfrentarían ese día. Una charla de hora y media que resultó con Jisoo dormida habiendo prestado cero atención.

Por suerte, ella era organizada, cuadriculada, obsesiva del orden pero un poquito "torpe". Así se refería Jisoo y su familia a la mala suerte que la rondaba. Era por eso que Rosé hacía todos los esfuerzos que podía para tenerlo todo organizado, para no dejar nada a la suerte.

Sin embargo, qué podía esperar de ella misma. No había puesto el despertador la noche anterior después de haberle insistido a Jisoo como 300 veces que lo pusiera para no dormirse. Sí, definitivamente esa era Rosé. Pero hoy no sería el día de Torpsé, hoy, iría a la Universidad y destacaría. Sí señor.

- ¿Sabes que te acabas de pasar la salida no? - Qué les decía...

- ¡Jisoo! ¡Podías haberme avisado!

- Tranquila, mira. Toma el siguiente desvío y yo te indico.

- Teníamos un plan. Esa era la salida más rápida.