Diesiseis | Alan

1.9K 160 33
                                    

Capítulo Diesiseis.

¬

Mc

Ya habíamos llegado a la estación de policía, yo me encontraba en una sala de interrogatorios. Matías estaba sentado frente a mí, de mi boca no había salido nada. Y no saldrá nada tampoco.

Yo y mi espíritu de alma salvadora, por mi mente paso Alan, el cual estaba en un aprieto por mi culpa.

—Mc, si no me ayudas yo no puedo ayudarte— bufo Matías, llevaba unos diez minutos intentando que hablara

Solte una risa.

—Bien—hable finalmente—Alan Bloomgate, es con el único policía que hablaré.

—¿Crees que estas en posición de poner condiciones?—me encogi de hombros

—Y antes que nada. Tengo derecho a una llamada, y quiero ejercer ese derecho.

—Bien, bien.

Matías salió de habitación, solo quedó un policía ahí parado, sin hacer nada. Increíble yo no duraría ni cinco minutos parada sin hacer nada. Ni tampoco sentada, pero me tenían esposada a la mesa y mucho no podía hacer.

A los pocos minutos entró Matías con un teléfono, me desesposo y me lo paso.

—Tu, no dejes de apuntarle con tu arma—ordenó Matías al policía que estaba ahí, el cual empezó a apuntarme

—¿Es realmente necesario?—cuestione un poco irritada

—Es necesario—sentenció Matías y salió de la habitación

Bufé y mire al policía, aún me apuntaba con su arma, y no tenía intención de bajarla.

Marque el numero de Jake, y a los pocos tonos el contestó.

—Un minuto Mc, deja hacer que la llamada sea segura—iba a decir algo pero me interrumpió—No hables

Nuevamente salió un bufido de mi boca, y espere a que Jake me diera el visto bueno para hablar.

—Ahora Si Mc. ¿¡Estas loca!? ¿¡Cómo se te ocurre entregarte!?

—Hola a ti también—reí—Eran ellos o yo Jake.

—Me habías prometido no arriesgarte

—Estaba cruzando los dedos— apunte a la cámara con los dedos cruzados

—¿Como sabes que te estoy mirando?

—Como no saberlo.

—Te sacare de ahí.

—Dejame hablar con Alan.

—Tu y tu maldito corazón de abuela, lo odio. Tienes una hora para hablar con él

—¿Como me sacaras de aquí?

—Ya veras, confía en mi. Y deja de mover la pierna, me pones nervioso.

En efecto estaba moviendo la pierna, no me había levantado de la silla.

—Jake.

—¿Si?

La puerta de la verdad | Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora