Veintiuno | Amenazas

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Capítulo Veintiuno

¬

2 semanas después.

Mc

—¡Jake!

—Mierda, ¿Que pasa Mc? ¿Por que gritas?

—Descubrí algo, la verdad estoy bastante sorprendida de haberlo podido lograr.

—¿Que cosa?

—Descubrí al receptor de las amenazas de Hannah.—informe

Había estado bien metida con lo del secuestro, desde que agarraron a Jessy quería que el secuestrador cayera bajo cualquier circunstancia, así que empecé a buscar por todos lados.

Hasta que un ayer recordé lo de las amenazas de Hannah, y empecé a buscar entre los correos. Hasta que di con una pequeña pista, mis conocimientos no eras tanto como los de Jake, así que cuando llegue a un encriptado muy difícil se lo pase a Jake.

—¿Enserio? Me había olvidado completamente de que la habían estado amenazando.

—Bueno no, pero me falta una parte, y esa parte es para ti.

—Pásamelo.—pidió

Al instante se lo compartí.

—Increíble Mc. Lamentablemente el nombre de los correos son solo números y letras al azar. Pero si pongo algunas llaves, con suerte podré saber el lugar de donde se hab estado mandando.

—Creo que porfin revivió mi fe.

Mi fe ya estaba perdida hace un buen rato, estuvimos casi una semana sin encontrar nada. Alan tampoco nos había dado noticias, pero por ahora su jefatura no peligraba como antes.

—Quiero que no se lo digamos a Alan aun.—pidió Jake

—¿Por que?

—Porque no sabemos aún si podremos encontrar algo, así que mientras no sea seguro que quede entre nosotros.

—Esta bien.

Jake me dio un pequeño beso, y siguió intentado descifrar las amenazas.

(...)

Nunca me hubiese imaginado que decodificar algo llevara más de 6 horas. Aquí estábamos Jake y yo a ñas 3:23am, aun sin poder descifrar las amenazas.

Yo ya había tomado unos 20 cafés, y jake unos 30. Jake estaba haciendo básicamente todo, yo le estaba dando apoyo moral, yo solo veía como tecleaba y muchas letras raras en la pantalla.

—¡Lo tengo!

En la pantalla de Jake se podía ver una ubicación en el mapa, estaba a unos 40 minutos de Duskwood.

—Bien, vamos.

—¿Ahora Mc?

—No quiero esperar Jake, quizás podría estar torturando a Jessy, Richy y Hannah.

—Esta bien—suspiro—vamos.

Empezamos a preparar algunas cosas, llevamos una mochila cada uno, dentro de esta llevábamos, una linterna, comida, un chaleco por si hacía frío, un taser yo y Jake llevaba un arma por si acaso, yo no sabía usarla así que mi vida estaba en sus manos.

La puerta de la verdad | Jake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora