Izuku en Kanojo Okarishimasu (Terminado)

Capitulo 14

¿Realmente le tengo tanto odio?

No sé realmente que pensar con esa pregunta que siempre me la planteo cada mañana que me miró al espejo, intento pensar en razones. Pero por más que intente aceptarlo, no puedo.

Me da miedo hacerlo.

Cada vez que lo ví con Mizuhara me enojo como nunca, quería ver su relación caer de pedazo a pedazo. Hasta que descubrí como realmente acabar con aquello de una forma tan sencilla.

Y si... no es la primera vez que hago esto, hubo otros a los cuales les hice lo mismo, pero simplemente no puedo soportar ver a otras personas ser felices... cuando yo estoy en la mierda... aunque sea mi culpa, por no saber lidiar con lo que sucedió.

Yo simplemente no tenía opciones en mi familia, desde que tengo memoria siempre seguí lo que mis padres me decían... siempre pensando que tenían razón, pero estaba tan equivocada.

Desde chica jamás pensé por mi misma, siempre seguí a pie de letra todo lo que me decían.

Al ser de una familia con cierto prestigio, tenía que ser "perfecta", tener las mejores notas, una actitud sumisa he impecable y tener unos valores de primera... no era nada lindo.

Cuando cumplí los 5 años me quitaron muchas cosas como mis juguetes, mi preciado oso de peluche que me regaló mi madre, y mi infancia completa.

No pude disfrutar de esas pequeñas cosas de la vida, me sentía vacía.

Y si, conseguí amigos, pero aún así no me sentía realmente bien. Sentía que me faltaba algo en mi vida.

Pero después de años y años hasta ahora no se que es. En un momento, mis padres me inscribieron a una escuela de mujeres, todo fue "normal".

Hasta que conocía a ese chico, y si... fue igual a como lo describían en las películas o los libros. Un clic, así se me ocurrió llamarlo.

Fue lindo pasar tiempo con el. No era el primer chico que conocía, pero este era diferente.

Era dulce, amable y siempre me quería ver sonreír. El decía que mi sonrisa era hermosa, lo cual me gustaba escuchar.

Si, viví lo que a todos nos suceden alguna vez... un enamoramiento.

No voy a negar que esos días fueron los mejores en toda mi vida. Nada me había hecho tan feliz como pasar tiempo con el.

Era como vivir en un cuento de hadas, suena infantil pero así me sentía yo siempre.

Pero hubo un momento que hasta hoy sigo recordando, "te voy hacer feliz".

Sabía que era algo infantil, pero eso infantil me hizo muy feliz.

De ahí en adelante entendí muchas cosas, entre ellas ese otro sentimiento que brotaba de mi cuando estaba con esa persona especial.

Siempre pensé que seguir las reglas de mis padres estaba bien, pero me di cuenta de que no siempre debía hacerles caso. ¿Era un acto de rebeldía actuar de esa forma? Claro que lo era, pero simplemente no me importaba.

Una noche tormentosa, me había escapado de casa para estar con el. Ahí también pude descubrir un sentimiento aún más acogedor... esperanza.

Una pequeña esperanza de poder salir de esa casa y poder vivir libre de esas estúpidas reglas de mis padres.

Pero no todo era color de rosas, al final se acabó.

Mis padres descubrieron mi relación y a consecuencia me empezaron a interrogar y también me exigieron que termine con mi relación. Todo por qué debía casarme con el hijo de un amigo de mis padres.