(Esta novela es la continuación de Espadas del Cielo, la puedes encontrar en mi perfil)
Luego de la enorme guerra que se desarrolló contra el reino de Huǒ, los guerreros de Tiān se han separado para tomar sus propios caminos. Si bien la mayoría cree...
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Wú ShuāngJué y Yuè Huá
Dentro de la posada demoníaca, Yuè Huá había pedido dos habitaciones separadas, pero rápidamente se vio obligado a cambiar de idea, ¿y si algún idiota entraba por la noche para atacar al joven muerto viviente? No, no lo iba a permitir, no dejaría que nadie tocara ni un solo pelo de Wú ShuāngJué.
—¡Disculpe! ¡Cambié de parecer, deme una sola habitación!
El dueño de la tienda estaba más asustado que agradecido en ese momento, y es que no era cualquiera quien estaba halando, era el quinto rey, ese poderoso demonio y un amigo de una raza extraña se estaban por quedar en su muy humilde posada, claro que sus pelos estarían de punta.
Las manos del hombre temblaron, al igual que su voz:
—Por favor, elija la habitación que más les guste. Y si la que mi señor elige está ocupada, este servidor hará que el huésped dentro, se retire. Todo lo que su majestad quiera o busque es más importante...
—No hace falta, una bacía, pero completa, estará bien. —Yuè Huá suspiró—. Lo que me faltaba...
Resultaba que las habitaciones de esta posada, al menos las dobles, solo venían con una cama incluida, pero cambiar de establecimiento ahora sería más que sospechoso, ¿qué tenía de raro dormir junto a un amigo o compañero? ¿Por qué deberían rechazar el lugar? Además, había sido él mismo el que había elegido la posada, fue al azar, y ahora se arrepentía un poco de no haber buscado bien.
Wú ShuāngJué no hablaba, tenía ambas manos detrás de la cabeza, admirando cada detalle de la "pequeña y humilde" posada.
Estaba decorada con extraños patrones, eran similares a los del mundo humano, aunque algo en ellos, le parecía más salvaje. No había muchas diferencias, pero una remarcada singularidad que había notado hacía ya un buen rato, era que aquí solía haber máscaras de animales y monstruos decorando casi todas las paredes, ¿qué significarían?
Finalmente, Yuè Huá lo sacó de su trance.
—Wú ShuāngJué, ¿vas a dormir ahí?
—¿Qué estás diciendo? De verdad debes tener fiebre.
Yuè Huá hizo una mueca de rechazo y subió las escaleras de madera para ir a su habitación, "Fiebre dice, ¡claro que no es fiebre, idiota!"
Parecía cada vez más enojado, no quería sentirse así por nadie, aunque, por suerte, Wú ShuāngJué parecía ser bastante tonto en ese aspecto, y no parecía darse cuenta por más miradas de reojo que le hiciera.
Primero, Yuè Huá se quitó la ropa exterior y se dejó solo las interiores para dormir, no había dicho ni una sola palabra en todo el rato, estaba rojo y se veía algo enojado, a esto, Wú ShuāngJué lo había interpretado como que realmente estaba enfermo.
Wú ShuāngJué se murmuró a sí mismo:
—¿He sido muy malo hoy? ¿Quizás se molestó conmigo? —Luego pensó, "¿o quizás hablé demasiado de mí mismo?".
