(Esta novela es la continuación de Espadas del Cielo, la puedes encontrar en mi perfil)
Luego de la enorme guerra que se desarrolló contra el reino de Huǒ, los guerreros de Tiān se han separado para tomar sus propios caminos. Si bien la mayoría cree...
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Luego del espectáculo de fuegos artificiales, ambos empezaron a bajar tranquilos por la montaña, iban tomados de las manos como antes «para no perderse», sin embargo, esta vez Wu ShuangJue no hablaba. En sus adentros estaba inmerso en sus pensamientos, miraba la mano que lo sujetaba, esa mano pálida, delgada y algo más pequeña que la suya; luego barrió su mirada hacia arriba, observó la espalda frente a él, el cabello recogido en una cola alta que dejaba ver de a momentos un cuello delgado, ¿qué era lo que hacía mover su corazón ahora? ¿Por qué sentía tanto calor? ¿Por qué no quería que esto terminara nunca?
Apenas ahora se daba cuenta de que había algo extraño con él, ¿había sido por los fuegos artificiales? Wu ShuangJue sacudió su cabeza, intentando lanzar lejos sus pensamientos, pero no podía, por más que lo intentara, era muy difícil de olvidar o de ignorar lo que estaba sintiendo, ¿por qué de repente quería abrazar a Yue Hua? ¿Por qué de repente quería estar aún más junto a él? No había respuestas en su cabeza, solo dudas.
Tantas preguntas venían a su mente que su expresión era un lío. Hasta que Yue Hua lo interrumpió, dejando la mano ajena.
—¿Quieres ver el mercado?
Esas palabras despertaron por completo a Wu ShuangJue, quien se veía aún despistado.
—¿Eh? Ah... Claro, puedes mostrármelo.
Pasearon por un buen rato, probaron algunos dulces y bebieron cosas típicas del festival. Mirándolo de cerca, el mercado no era ni muy grande ni muy pequeño, tenía varios puestos, comida, artefactos extraños, algunas hojas mágicas que no comprendía, adornos, y artículos de belleza; hasta había pequeños fuegos artificiales. Sin embargo, lo que más le llamó la atención al joven, fueron las tiendas con máscaras, de esas que había por doquier en este mundo, Wu ShuangJue subió su mirada para ver una con forma de algo similar a un gato amarillo.
—Yue Hua —llamó en voz baja—. ¿Por qué siempre hay máscaras?
—¿Dices en las paredes?
—Siempre están colgadas, de cualquier tipo y a donde vayamos, siempre hay.
—Es normal, se dice que las máscaras otorgan felicidad, suerte, fortuna, salud... Bueno, en realidad depende de la máscara, no todas otorgan lo mismo. Tenemos esa fuerte creencia, y por eso todos tienen alguna en sus casas o negocios.
—Ooh... comprendo, ¿y cómo sabes cuál es el significado?
—Cada una tiene una palabra que la identifica, en el caso de esas. —Señaló Yue Hua con el dedo—. El vendedor tallará la palabra que quieras ponerle, por eso este tipo de tienda son tan famosas.
—¡¿En serio?! ¿Puedo tener una?
Era raro que Wu ShuangJue pidiera algo, bueno, al menos algo material.
—¿Quieres una? ¿De verdad?
Wu ShuangJue apretó su mirada en las máscaras y se colocó una mano en el mentón.
