Counting stars | Jay Park (Enhypen)

13

Narra Hanna:

Luego de la larga conversación que habia tenido con mi hermano gemelo, decidí volver al departamento que estaba compartiendo con Soobin y Sunghoon, ya que Beom se quedaría también en el mismo hotel, solamente que en diferentes habitaciones. 

Entré al departamento, mientras leveles mariposas podía sentir en mi estomago revolotear, sabia muy bien que allí me encontraría a un Sunghoon sonriendome de forma encantadora o quizás un Sunghoon cocinero viendose tan jodidamente perfecto en todos sus aspectos. 

¿Como un Dios se puede fijar en una inmortal? 

No podía negarlo, él era demasiado para mi y no llevaba uno o dos años enamorado de mi, llevaba desde primaria atrás de mi. Mientras solo me fijaba en Jay como una estúpida, yo le habia robado el corazón a él sin ninguna intención y era algo que verdaderamente me hacia mal, él jamás tuvo intenciones de dañarme, al contrario, me cuido de la mejor manera  y acepto el hecho de que estuviera enamorada de otra persona, solo para verme feliz. 

― Soobin, Sunghoon, llegué. ―anuncié cerrando la puerta del departamento para luego dar varios pasos y dirigirme a la cocina. 

Como mencioné antes, ahí estaba él cocinando de manera perfecta. Su perfil era totalmente perfecto, él siempre fue ese tipo de chico que le intereso su imagen, pero para el bien de si mismo, por ende se ejercita demasiado y eso me hace sentir afortunada una vez más por su atención. 

― Oh, Sunghoon, estás aquí ―fingí sorpresa sabiendo que perfectamente tenía claro que se encontrarí allí― Y soobin? 

― Fue a comprar algunas cosas para el desayuno de mañana, no tardará. ―me contestó de manera sutil mientras me miraba de reojos, algo que hizo que mis mejillas se tornaran de un rojo intenso. 

― E-eh ―tartamudee un poco debido a los nervios e intenté evadir la conversación sacando otro tema― Iré a ducharme y a ponerme la pijama, regreso dentro de unos minutos. ―dije rápidamente para de la misma forma salir corriendo de la cocina hacia mi habitación. 

Estoy cien porciento segura que de su boca salió una leve risa, eso es lo que hacia cada vez que me colocaba nerviosa o me sonroja, se burlaba de mi desgracia. 

Justo en este momento admito que mi corazón duele de lo rápido que late, intenté recuperar el aire, mientras tenía todo mi cuerpo aferrado a la puerta de la habitación la cual estaba cerrada. Luego de unos minutos fue que me separé asegurandome por completo que no volvería entrar Sunghoon y me dirigí a hacer lo que le había mencionado. 

Me puse una pijama de vaca que me había regalado Sunghoon el día de mi cumpleaños, me habia puesto la capucha y sabia que me veía tierna. Solo tomé mi celular y me acosté un rato para distraer un rato mientras los chicos me llamaban para ir a cenar. 

A los pocos minutos pude ver una figura alta con gran melena parada frente a mi con una sonrisa, despegué la mirada de mi celular y lo miré fijamente a los ojos. 

― Pequeña, es hora de ir a comer. ―me habló suavemente mientras se sentaba al un costado del mío... joder, este hombre me trae muy mal. 

― Tan temprano? ―protesté a medias con un puchero, a lo que él asintió. 

― Tienes que comer para estar sana, porque para crecer, es muy imposible. ―se burló con una sonrisa entre media. 

― Oye, ni que tú fueras tan alto. ―le di un pequeño golpe en el hombro, él solamente sonreìa viendome. 

Su mano subió a mi mejilla, acariciandola de manera sutil y muy dulce, no pude evitar no mirarlo a los ojos, su mirada mostraba mucha ternura y amo, aquellos brilltos que sobre salían de ellos, eran la prueba que verdaderamente ahí era el lugar donde yo debía estar. 

Era el momento de decirle.

― Sunghoon. ―nombré su nombre mientras mi mirada seguía en sus ojos. 

― Dime. ―contestó en murmuro ladeando un poco su cabeza. 

― Eres tú, te elijo a tí. 

Aquellas palabras fueron las que hicieron mi corazón latir de manera desenfrenada debido a los nervios que tenia acumulado en mi ser, tenía miedo, pero... 

❝Sabía que era la mejor opción.❞