—Bésame.
El susurro de la voz sombría lo dejó con escalofríos, que tal vez eran provocados por el miedo, la desolación, el odio, o quizás por todos los medicamentos que corrían por su torrente sanguino.
La operación había sido un éxito su costilla bien soldada en su lugar, junto con la muñeca, el pulmón ya no corría riesgo de ser perforado.
-Que?!
La respuesta fue un grito, un susurro que se sentía extraño saliendo de el, tanto sedante lo mantenían en constante estado de somnolencia.
-Quiero que me beses y jures amor eterno por mi persona delante de ese maldito policía, esa es la única forma para que se aleje, como va la cosa seguirá acosándonos, o quieres que me deshaga de ese pobre infeliz?
Los pequeños puños apretados de rabia, se mantenían rígidamente dolorosos, jamás permitiría que ese diablo dañara al único dueño de su corazón.
El rubio prosiguió hablando como si comentara el clima frío que el invierno había traído ese año.
—Rómpele el corazón, has que te odie, que no quiera saber nada más de ti. Alejalo mi pequeño manipulador, si no lo haces de esa forma, lo haré a la mía, tienes hasta la tarde para tomar cartas en este asunto.
Deposito un beso en la frente de Bum saliendo de la habitación del hospital, custodiada siempre por cuatro guardias las veinticuatro horas del día.
Todos los días saliendo del turno nocturno, se dirigía al hospital y hacia guardia fuera de la habitación de su pequeño, no iba a dejarlo solo, ese maldito demonio había regresado del Infierno, de eso estaba seguro pero no tenía ningún aprueba, tenía que protejer a bum, arrancarlo del lado del diablo y regresarlo al suyo, donde estaría a salvo, pero necesitaba una oportunidad solo cinco malditos minutos y podría ponerlo a salvo.
El cansancio no ayudaba mucho, el dormir se convirtió en un sueño pausado, se sentía vacío sin su pequeño milagro, se sentía desesperado una y otra ves había repasado el caso de Sangwoo pero nada ni una maldita pista, era como si mágicamente ese demonio hubiera salido del infierno con otra piel.
—Buenos días oficial!
Lo saludo una pequeña enfermera, todos los días lo recibía con una sonrisa amable, de cabello castaño corto, ojos almendrados y hermosa, solo que el oficial no tenía ojos para nadie más que no fuera bum.
—Otra vez por aquí
Afirmó con entusiasmo.
—A sí es Rim
Le devolvió el gestó con empita, ella le agradaba, sobre todo por lo atenta que era y al tenerlo informado sobre cualquier cambio en la salud de Bum.
—Oficial Seungbae me preguntaba?
Habló nerviosa viéndolo de abajo para arriba era bajita un poco más que Bum
—Si después, quisiera tomar un café con migo.
La propuesta lo tomo de improviso, si estuviera en sus sentidos completamente se hubiera dado cuenta de la atracción que provocaba en la enfermera, pero el cansancio, los días sin dormir y el estrés constante le nublaban los instintos.
Aceptó pensando que ella podría ayudarle, darle una oportunidad para poder ver a su Bum, sin darse cuenta de las intenciones de ella, que quizás no eran malas, sólo una ilusión, pero las consecuencias serían dolorosas para todos.
—Claro
Emocionada se retiro, con la idea equivocada, imaginandose una vida de amor y familia que nunca tendría.
Respiro profundo con la determinación de hacer lo que Sangwoo le propuso.
Se levantó con cuidado dirigiéndose a la puerta para que los guardaespaldas le prestarán atención
—Quiero hablar con Kaen-Dae, avísenle que venga ya
Se alegro en verdad, sintió felicidad cuando le informaron que su pequeño ángel había requerido su presencia, dejó todo pendiente en la compañía para ir directamente al hospital. Entró a la habitación siendo observado por Bum.
—Lo haré, pero júrame por lo mas sagrado que tengas, que no le aras nunca nada, que estará protegido de cualquier cosa que tus actos impliquen.
—No te puedo jurar eso, si el se entromete en mis asuntos. A menos claro que te entregues a mi como antes, que todo vuelva a ser como hace seis años
—Quieres quebrarme como hace seis años no?
La voz de Bum sonaba con rabia e ironía.
—No lo llamaría quebrarte, quiero ese amor que me jurabas y por supuesto esas caricias, quiero demostrarte que tu y yo estamos hechos para estar juntos, tu dijiste que a pesar de todo me amabas, querías que nos mezcláramos en un solo ser.
—Y que va a pasar Sangwoo?
Bum lo miró directamente a los ojos sin miedo sin rencor, sólo con la resignación de volver a estar en los brazos de ese ser diabólico.
—En el más mínimo error que tu crees que yo cometí, intentarás matarme? Ya lo intentaste una vez, mírame me acaban de soldar las costilla, mira mi muñeca quebrada, que va a seguir, los tobillos otra vez? me sacaras los ojos? que parte de mi vas a quebrar.?
La mirada de Sangwoo bajo recorriendo el pequeño cuerpo que le hablaba sin miedo.
—Me estas pidiendo que no sea yo, eso es lo que quieres,? quieres que sea tu querido policía, quieres que actúe tan repugnante como el, que me cree a un justiciero.
Se acercó a la cama sentándose en el borde. Tocó con la mano la mejilla de su pequeño y malicioso ángel.
—¿Y que va a pasar después? , estaré encerrado de nuevo en algún sótano, me colgarlas? Atraerás más víctimas para descuartizarlas, me usaras como una herramienta para tu propio beneficio.
—Jamás te pondría en peligro, para que otra persona te dañe.
Esa declaración fue tan ridícula.
La risa de pronto se atora a en su garganta, de verdad estaba desquiciado, ahora que observaba a Sangwoo sabía que no habría redención ni vuelta atrás, tendría que ser listo y deshacerse de él, si eso le costaría la vida sería un acto de redención por todos sus pecados tenía.
—Entonces me prometes amarme Kaen-Dae?
El rostro del rubio se iluminó de felicidad, su pequeño lo estaba aceptando.
—Prometo amarte y darte todo a manos llenas.
—¿En verdad? ¿Que más prometes?
La voz de Bum sonaba cada vez más tentadora, con su mano enyesada tocó la mejilla del diablo, miétras lo atraía hacia el, pues moverse sería mala idea, podría lastimarse más de lo que ya estaba. Guio al rubio hasta que este estaba sobre el peli negro, quien inició un beso suave que poco a poco empezaba a descontrola a Kaen-Dae quien se sentía victorioso m tocaba sin ningún cuidado el pequeño cuerpo.
El beso fue profundo, no en una forma romántico, si no lleno de lujuria enferma, al separarse para poder respirar continuo besándola, enterrándose en el cuello, cubriendolo casi por completo.
—Te amo tanto Kaen-Dae, quiero estar el resto de mi vida a tu lado.
Esas palabras sonaron en sus tímpanos como música angelical, su pecho se infló de alegría,
Te amo Bum, te amo.
Mientras el se sentía en la gloria ese sonido infernal se enteraba tan letal y doloroso en el alma de Seungbae.
Miró directamente a los ojos de Bum quien se encontraba debajo de ese maldito, se dio la vuelta saliendo de ese lugar que lo estaba ahogando.
En tanto la enfermera Rim Woo reprendía al paciente y al visitante, ignorante de todo el drama que se desarrollaba.
—Entiendo la euforia del amor, pero en este momento el cuerpo de nuestro paciente esta delicado, para ciertas actividades
Reviso los signos vitales y viendo que todo estaba en orden se retiro.
—Pequeño manipulador.
Kaen-Dae apretó la mejilla de Bum dejando ver una sonrisa de satisfacción en sus facciones.
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Vovi luchando contra el trabajo, los idiotas del trabajo y mi musa muerta a la que arrastre, para escribir este cap.
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Acechando y Potegiendo
FanfictionY si Boom encontrara a alguien que si lo amara de verdad? , si todos su pecados fueran perdonados? Pero ahora el fuera al que acechan?