Capitulo 12

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La resaca era dolorosa sin embargo era un dolor aceptable a como se sentía en el corazón, el trabajo era una mierda, un turno nocturno, sin mucho que hacer solo dejaba tiempo para pensar en el, en sus grandes ojos negros diciéndole que no lo amaba, quería concentrarse pero todos los casos ya estaban archivados, lo único que tenía que hacer era mantener en orden la maldita oficina y tomar grandes cantidades de café para apaciguar el dolor de cabeza y el sueño que lo invadía cada noche, pero de ahí en más no tenía mucho que hacer.

Ya había pasado una semana de su separación, pero nada absolutamente nada, ni una llamada, ni un mensaje, esperaba que el se diera cuenta de cuán equivocado estaba, que eran un solo corazón y que sus almas estaban entrelazadas, se sentía en verdad deprimido, quería dormir y no despertar, pues al abrir los ojos sentía el peso y el dolor de la decepción amorosa consumirlo, siempre había tenido el control de sus emociones al margen, cuando pasó lo de su padre, cuando tubo que investigar y ponerle un alto a Oh Sangwoo, sus emociones quedaron en segundo plano, pero ahora con Bum, si era necesario se arrastraría para que el volviera a su lado.

Reviso de reojo los expedientes de ese día en la mañana, otro asesinato, un joven con las mismas características de Bum las fotografías mostraban la cruda realidad a la tortura a la que fue sometido, el abuso sexual fue con algún objeto extraño que entró en su cavidad anal reventando los órganos internos, el nudo en el estómago y cuello lo agobiaron, Bum salía de noche del restaurante y si lo acechaba ?.

Su pequeño milagro no era conciente de lo atractivo que se ha ia vuelto, como lo vulnerable que era, sabía que la fuerza física de Bum era la misma que la de un niño de secundaria, ¿y si el psicópata que andaba suelto ponía sus ojos en el?.

Rápidamente quito esos pensamientos de su mente, saliendo del turno, iría a echar una vuelta al departamento y tratar de hablar con el, quizás con el paso de los días esa loca idea de separarse se habría ido de su mente, y lo de tener alguien más era solo una mentira.


La muñeca se había partido en dos llenando la habitación con el sonido del hueso rompiendose a la mitad, el alarido de dolor no se hiso esperar y Bum trataba de contenerse mientras los ojos malignos de Kaen-Dae soltaban chispas furiosas.

—que te dije de rechazar mis atenciones, no te estoy pidiendo que te acuestes con migo, es más ni que me la chupes, solo quería un beso un maldito beso por parte de mi esposo, deja de llorar ese dolor tu te lo causaste, ahora termina de comer.

La cacerola de estofado estaba frente a Bum, el plato a medio llenar, esa semana había perdido peso, no tanto como para volverlo a lo que fue hace siete años, pero si como para que su piel tan bonita empezará a perder brillo y poco a poco pegarse a sus mejillas dejando los contornos de los pómulos más visibles.

No es que se hubiera negado a comer, sabía que no comer lo debilitaría, y eso era lo último que quería, pues no podría sobrevivir a Sangwoo, no en un estado de debilidad.

Pero el simple hecho de comer o hasta respirar y moverse le dolía, los analgésicos no hacían mucho, solo unas cuantas horas el dolor mitigaba pero seguía constante sin desaparecer, Sangwoo le había prohibido lavarse a menos que el es tuviera en la habitación con el, y eso quería evitar a cualquier costo, el tacto de Sangwoo no lo quería.

—Sang… Digo Kaen-Dae…

El aludido arque lo ceja al escuchar su nombre.

-¿que sucede cariño?

-no creo que pueda comer, el dolor en las costillas es muy molesto.

-levántate la camisa

-pero…

-Si quieres que revise, no pongas peros.

Con algo de dudas levantó poco a poco la camisa, dejando ver su abdomen plano, pero en el momento que la tela se retiro del tórax una gran mancha morada como un gran moretón se presentó, parecía más oscuro a la vista en lugar del color púrpura.

Kaen-Dae se levantó acercándose a Bum, observó la mancha negra tocó suavemente la piel y frunció el rostro cuando su pequeño se estremeció de dolor, pero que más podía hacer, sus conocimientos en medicina sabían lo que estaba sucediendo, las costillas rotas habían desgarrado el musculo interno o en el peor de los casoa  perforando o rasguñando un pulmón, necesitaba crujía u otro golpe lo mataría, suspiro de fastidio y pronto solicitó la presencia de uno de sus guardaespaldas.

El fastidio estaba impregnado en su voz, pero no podía darse el lujo de perder a Bum, no ahora que estaban juntos de nuevo.

-llévalo al hospital, entrega su papelería—se volteo directamente para hablar con su pequeño esposo— y tu di que fue una caída en las escaleras a la que no le diste importancia hasta hoy que te resbalaste y tu muñeca se quebró, yo iré a verte mas tarde

-Si señor

Su subordinado acato las ordenes sin protestar, ni preguntar.

-Guio a Bum a la salida para poder subir al auto, pero antes de eso la voz lo detuvo.

—no juegues con tu suerte pequeña ratita, sabes que puedo  hacerte más daño a pégate al plan, un accidente y que tu prometido llegara a cuidarte.

A sintió con la cabeza mientras tomaba sus documentos de identificación y número de seguro, que rápidamente fueron arrebatados de sus manos por el hombre que quedaría a cargo de el.

Rápidamente lo atendieron lo pasaron  a rayos x  programando su crujía para soldar le las costillas, pues afortunadamente sólo era un desgarre en un musculo y un pequeño rasguño en un pulmón que sería corregido.

Mas de dos horas fuera del departamento de Bum espero, pero nadie atendió a su llamada hasta que el administrador apareció con varios trabajadores.

—oh hola oficial.

Saludo el hombre, abriendo el departamento y dejaba pasar a los obreros.

—a ¿olvidado algo en el lugar?
La inquietud lo lleno al mirar de reojo y ver el lugar vació.

—Yon Bum se mudo?

El hombre mayor parecía sorprendido.

—si, pensé que usted sabía, como siempre estaban juntos. Fue repentino, pagó por adelantado el contrato y las reparaciones, me preocupe porque la ventana del balcón estaba hecha añicos y había bastante sangre, pero el hombre rubio que acompañaba a Bum dio el deposito y el triple de lo que costaba las reparaciones, Bum parecía herido pero dijeron que lo atenderian.

En ese momento el celular de Seungbae sonó, sin darle tiempo a procesar la corriente de sentimientos, dudas y preguntas que se metieron en su interior.

—aló oficial Seungbae

Del otro lado de la línea escucho una voz femenina, profesional y suave.

—buenos días hablamos del hospital de la zona Sur de Seúl, usted es el número de emergencia de Yon Bum?
Las alertas sonaron en toda la cabeza del oficial quien preocupado afirmó.

—si soy yo

—le informamos que el paciente entrará a cirugía, pero necesitamos la firma de algún familiar o amigo para la autorización.

—voy enseguida.

Colgó dando a si a una carrera desbocada.

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Se viene el drama 🤷‍♀️

Acechando y PotegiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora