Acechando y Potegiendo

Capitulo 8

—voy a tomarme dos días en el trabajo, hasta que te sientas más seguro.

La voz grave y gruesa del oficial se dirigía a su pequeño amante con un hilo de amor. La figura de Bum recostada en el futon seguía con un aura sombría.

—¿y si todo fue por mi imaginación?— dejo escapar las palabras, el miedo de volver cruzarse con Sangwoo lo tenía ansioso y asustado, volver a ese oscuro mundo lo aterraba.

Seungbae recargado en el marco de la puerta se llevó la mano al puente de la nariz apretándolo, mientras observa a su amado amante.

—no dudes de ti, si lo viste y lo escuchaste, eso quiere decir que hay un precedente o simplemente una persona muy parecida a él. De igual forma investigare de nuevo el caso.

Se acercó al futon y se dejó caer dándole la vuelta a Bum, para que quedara frente a él y debajo de su cuerpo, lo observó pálido como si si piel fuera hecha de algodón, sus ojos negros y grandes, sus facciones delicadas, era la persona más hermosa ante sus ojos.

Lo beso en los labios de forma lenta y suave, siendo correspondido con verdadero ímpetu del más joven, se separaron para tomar aire, el rostro de Bum estaba enrojecido por la excitación, a Seungbae le encantaba ser el responsable de cada reacción, cada sonido que saliera de su pareja, enterró el rostro en el cuello delgado y pálido de su pequeño, beso, mordió y chupo el área  que sabía erógena, cuidando de no dejar marca en esa piel, en ese cuerpo que el veneraba como un templo, su propio templo, al cual sería capaz de rezarle en cualquier idioma.

Los gemidos de Bum aumentaban, las manos volaban por debajo de la ropa del policía, amaba sentir su piel contra la suya, se sentía protegido y amado, Seungbae era la luz que iluminaba todo su camino, nunca se imagino llegar a sentir tal devoción por alguien, este amor si era verdadero, odiaba y amaba ser el por muchos motivos, pero su oficial era lo más preciado que tenía.

Seungbae le sacó rápidamente la ropa, besando cada centímetro del cuerpo pálido y delgado del más pequeño, hasta llegar a la entrepierna, donde paro abruptamente, los ojos ansiosos del joven lo veían impacientes.

El oficial se medio incorporó sobre Bum retirándose la camisa, desatando su cinturón, se acercó a su amante mirándolo a los ojos.

—me dejaras atarte?—las palabras se pronunciaron dudosas, si Bum se negaba el no insistirá.

El beso que recibió le dejó en claro la respuesta. Tomó las muñecas y las ato de tal forma que no se lastimarla, pero asegurándose de que no pudiera moverse.

Siguió estimulándolo con las manos, acariciando sus muslos pero nunca su miembro, cada roce ponía la erección de Bum al límite de la insatisfacción, quería que Seungbae lo tocará pero parecía estar disfrutando no darle ese placer, observó como se saco los pantalones junto a la ropa interior y el miembro erecto quedaba al descubierto, empezó a masturbarse delante de Bum mientras escupía en su propio miembro, sin quitar la mirada haciendo contacto visual.

—Yang! Por favor—Bum reclamaba atención.

Le dirigió una sonrisa burlona aumentando la velocidad en su propio pene.

—no, mi corazón, hoy no te daré todo tan fácil mente.

Lo tomo de las piernas y lo levanto, acercó su cara a su pequeño agujero y lo lamio, saboreo cada parte, por dentro los espasmos de placer le indicaban que le gustaba ser estimulado, Bum jadeaba y levantaba las caderas inconscientemente.

Lo volvió a dejar en la cama ahora para masturbarlo tomando el miembro del más pequeño en la boca, era cálido y suave, chupo sus bolas tan duras y sensibles, para pasar la lengua hasta la punta del glande. El grito del más pequeño resonó cuando terminó en la boca de su amante

La boca del detective se lleno del espeso y dulce fluido de Bum, lo trago limpiando las comisuras de sus labios con el dorso de la mano.

—tan ansiosos estábamos mi corazón, pero sabes yo aun ni siquiera empiezo.

Lubrico uno de sus dedos, para introducirlo dentro, con mucho cuidado, estaba tan húmedo y caliente que con cada embestida sonaba de forma lasciva.

—pero mira nada más, estas tan apretado y este lugar me recibe tan ansioso, ¿que crees que de veríamos hacer?

—Basta ya! Por favor señor Seungbae lo necesito dentro de mi

—sus deseos son ordenes, corazón.

De una estocada entró en el, fue tan fácil por la humedad que impregnaba la pequeña abertura, los gruñidos del oficial iban a la par, con los gemidos de Bum

—por favor, señor desáteme quiero abrazarlo.

Fue la señal para besarlo, la lengua húmeda entró en la pequeña boca, que lo recibió con verdadera felicidad, saboreo todo a su paso, los dientes, las pequeñas mejillas, se separaron para tomar aire y el hilo de saliva recorrió hacia abajo la barbilla de Bum.

Desató el cinturón sintiendo los delgados brazos de Bum rodear su pecho hasta la mitad de sus omóplatos, lo arrastró sobre el cambiando la posición, permaneciendo dentro de él empujando sus caderas hacia arriba, los dos se empezaron a mover coordinando sus ritmos, la sensación en el estómago que sentía el más pequeño, era un cosquilleo que aumentaba hasta convertirse en una explosión de placer, culminando una vez más, ahora sobre el marcado abdomen de su amante quien siguió arremetiendo, entraba y salía cada vez más profundo hasta que la eyaculación no se pudo controlar más y terminó llenándolo por dentro,
Las respiraciones agitadas y el sudor de los dos cuerpos abrazados y pegajosos era una visión erotica para los dos, un último beso y una sonrisa cómplice los unía mas.

—que te parece, si hoy y estos días, nos quedamos en mi casa? —Soltó las palabras, como si comentara el clima.

La respiración de Bum seguía controlándose
Sonrió acercándose y depositando un beso al hombre que tenía su corazón, quien rápidamente lo rodeo en un abrazo de hierro.

Beso el cabello del pequeño, haciendo círculos en la espalda desnuda del muchachito.

—he pensado, que paso la mayor parte de mi tiempo en este departamento y tu no conoces el lugar donde vivo, me gustaría que tuvieras una llave como yo tengo la de tu casa.

Despertó empapado, el pequeño pelinegro se había ahogado en su propia sangre, cuando llegó al clímax no pudo contenerse y rebano el cuello de su compañero sexual.

Se sentía frustrado sexualmente, todo el día su miembro permanecía duro al imaginar a su pequeño ángel entregándose a él como en los viejos tiempos, cuando mendigaba cualquier caricia, cualquier tacto que el quisiera darle.

Después de haberlo visto, lo deseaba, quería probar su carne, quería ver sus grandes ojos llorosos, asustados y llenos de amor sólo hacía Sangwoo.

Empujo el cadáver del sustituto con un pie, seguía prefiriendo las mujeres como sus víctimas, pero cuando había encontrado a ese bastado le recordó a Bum y quien era el para negarse una pequeña satisfacción antes de tener al verdadero en su poder, otra vez.

La erección seguía en su cuerpo y el cadáver en el suelo, la ventaja de ser una persona con poder ilimitado, era que podía asesinar sin tanto embrollo, y ahora que el jefe de la policía estaba en su poder era casi intocable.

Se miró en el espejo de la gran habitación, lleno del líquido carmín por el torso, los abdominales, el cabello empapado, pronto tendría a Bum y lo primero que aria, sería tomarlo, hacerle el amor en una tina llena de sangre, la sangre de Seungbae, mientras el cuerpo sin vida del oficial los vería por varios días, consumir su amor infernal.

————————————holis, mi musa esta de vuelta ❤️