Asesino y homosexual, era lo más repulsivo de todo, que la sociedad perdonará a ese tipo de personas que no deberían de existir, pero nadie tenía la cabeza tan astuta como él, se repetía una y otra vez Choi Hu.
Se miró al espejo poniéndose el uniforme de policía, las entradas en su cabeza le recordaban que sus años dorados se habían acabado ya hace un tiempo atrás, era una persona demasiado obesa para su estatura, con metro y sesenta y tres centímetros de altura y veintitantos años de servicio, dos divorcios y ningún hijo, se sentía frustrado, pues nunca pudo escalar a detective, solo patrullero y por una caída obtuvo un cambio administrativo.
Sentía verdadera envidia de la mayoría de sus compañeros de trabajo, si alguno tenía un logro trataría de menospreciarlo, que Hoo Jun tenía un bebe, ¡seguro pasa mucho tiempo en el trabajo su mujer es probable que lo engañe como a él!, que, si Jix Min fue ascendido, un lame Pijas. Se justificaba todo, hasta el día en que Yang Seungbae había sido transferido con honores por haber descubierto al asesino en serie, todo el departamento estaba eufórico un detective con honores en su escuadrón, le molestaba que no pudiera encontrarle una justificación a ese niño bonito, le irritaba, pues reflejaba todo lo que él había querido ser tanto físico y profesionalmente.
Otro asunto era que empezó a tener vigilado al loco chiquillo que había asesinado a la estudiante hace cinco años, su instinto policial del cual claramente carecía le decía que ese moco volvería a las andadas y sería cuando el podría detenerlo y quedar como un héroe.
El talento para acecharlo era nulo, sabía donde vivía, pero nada más. Durante su turno vigilaba el complejo de departamentos donde el chico habitaba, pero sus horarios no los sabía de todo, puesto que había días en los que salía antes de que el llegara a su turno y días donde llegaba cuando el terminaba su jornada, y siendo sincero que pereza sentí al extender la vigilia. Lo que había notado era que el departamento estaba habitado por alguien más no sabía quién era, pero tenía que averiguarlo.
Lo espero como siempre, pero ahora había preparado todo compro suficiente lubricante, preparo el futon, velas, estuvo tentado de llenar el pasillo con rosas, pero no quería parecer tan cursi, preparo una botella de vino que no tuvieran tanto alcohol, se sentía excitado y ansioso, todo el día en la oficina solo podía concentrarse en lo que pasaría hoy en la noche.
Quería estar con él, por fin quería demostrarle cuanto lo deseaba, espero pacientemente y cuando llego el pequeño pelinegro no le dio tiempo de nada, pues se abalanzó sobre él, devorándolo a besos, sintió su respuesta de aceptación pues respondió de la misma manera desesperada al contacto
Lo llevó al futon mientras poco a poco lo desnudaba, la piel era tan suave y bonita cada gemido lo motivaba a seguir. Lo desnudo lentamente su cintura era tan estrecha como la de una mujer, beso su pecho bajando por su abdomen y tomó su miembro en la boca sintió la carne blanda y firme al mismo tiempo la erección de Boom crecía con cada tacto que su detective le brindaba.
El pequeño uke se atrevió a deslizar sus manos por la camisa de su pareja sintiendo los músculos duros marcados por el entrenamiento físico, poco a poco deslizo el borde del pantalón hasta tocar el miembro duro de su amante, se sentía caliente, duro y suave, todo al mismo tiempo.
Escucho el gemido que lanzo Seungbae, en ese instante sintió el tacto en su miembro haciéndole segunda al gemido del mayor, se sentía tan caliente y mojado
Las caricias eran suaves con cuidado y tanto amor que lloro, soltó lágrimas de felicidad.
-no, no llores por favor
Seungbae lo besaba en las mejillas, en la frente, en los ojos.
Seungbae estaba desesperado creyendo que Boom no quería nada de esto, estaba a punto de detenerse cuando la cálida mano de su pequeño milagro toco su mejilla.
-lloró porque me siento tan feliz, Yang soy tan feliz, me tocas con amor y deseo, eres tan cuidadoso conmigo, me siento en un sueño, eres lo mejor de mi vida, no sabes cuánto agradezco a cualquier fuerza mística o dioses que te pusieron en mi camino.
El corazón del policía se hincho de amor mientras le sonreía.
-tu eres mi milagro, el que debería estar agradeciendo cada segundo de su vida por todo esto soy yo.
Sello los labios con un beso que profundizo para deshacerse de su propia ropa y la de su pequeño amante.
Tomo el tubo de lubricante y lo derramo sobe el trasero de Boom, quien estaba recostado de lado ya con su entrada dilatada por las caricias que el policía le había dado. Seungbae dirigió su miembro con el condón ya puesto, cuidando en que el dolor fuera el mínimo. Deslizándose dentro de Boom, fue lento y cuidadoso, estaba tan apretado que por poco terminaba dentro, era caliente y ajustado, empezó a moverse poco a poco siguiendo un ritmo de vaivén casi hipnótico, los gemidos de Boom llenaban la habitación en combinación con los gruñidos de Yang. El brazo del oficial sostenía firme la cintura del muchacho, mientras que la mano libre lo masturbaba bajando y subiendo el miembro hinchado del jovencito.
Pequeñas gotas de semen salían del más joven que se encontraba al límite de la razón
-por favor... Yang... por favor.... ¡Me voy a venir!
El grito lleno de excitación, provoco que el mayo aumentara el ritmo de las embestidas y los movimientos de su mano.
Beso el cuello de su amante para susúrrale
-Entonces no te reprimas y termina junto conmigo
Dos embestidas más, y mientras la semilla del oficial se escurría. Boom dejaba la mano y parte del futon pegajosos con su propia corrida.
Los cuerpos respiraban pesadamente, mientras Seungbae arrastraba más cerca de su cuerpo a su pequeño
-Eso fue increíble!
Boom no sabía que palabras decir, estaba extasiado y feliz.
-Me siento satisfecho y feliz que nuestra primera vez la disfrutaras al máximo.
lo beso y acuno aún más en sus bazos.
La noche se repitió dos veces más, cada una de ellas con más amor que la anterior, los dos amantes se sentían en las nubes llenos de felicidad que esperaban durara para siempre.
El día había sido cansado por alguna razón la cojera le molestaba más que otros días y la cicatriz del cuello le provocaba picazón, había chocado al salir del restaurante con un hombre apuesto y rubio, callo al suelo y el golpe en su trasero fue duro, el hombre lo había levantado presionado con demasiada fuerza su muñeca
Sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal, al mirar esos profundo ojos y la sonrisa tan perversamente familiar le desbocaron el corazón.
Perdón por la tardanza.
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Acechando y Potegiendo
Fiksi PenggemarY si Boom encontrara a alguien que si lo amara de verdad? , si todos su pecados fueran perdonados? Pero ahora el fuera al que acechan?