¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¦"No quiero hablar de eso" -Vida
El trabajo era pesado, mucho si te ausentas un siglo. Melancólica ve las botellas perfectamente llenas en las repisas, concervi una mientras iba a su escritorio donde preparaba el hilo de la vida para hacer las velas. Sus dama habían hecho un buen trabajo cuando no estaba, sin embargo no era tan buena como ella.
detrás de ella escucho paso de una de sus damas.
—Tiene visitas—dice la dama Francine.
—¿Quien es?
—Alguien que te ama mucho—dicen detrás de ella. Al parecer, después de que Destrucción abandonará el reino cualquiera podía entrar sin invitación.
No volteo, sabía que era Deseo.
—Dejanos sólo Francine—le dice Vida a su dama para después irse. Deseo pasa al otro lado de la mesa redonda en donde Vida trabajaba los hilos de las velas.
En ella estaban algunos frascos con las lágrimas de Vida, Deseo tomó una y la inspeccionó haciendo que el líquido que estaba dentro fuera de un lado a otro.
—¿Te diviertes, querida?
—¿A que debo tu visita?—le pregunta cortante. Deseo la gustaba fastidiarla de maneras descomunales. Sonrió recargandose en la mesa buscando que Vida levantará la mirada par atener contacto visual.
—¿Necesito un motivo?
—Siempre tienes un motivo—le dice Vida sin querer levantar la mirada. —Dime lo que quieres y vete...
—Ya que me lo pides, hay algo que quiero—dice Deseo poniéndose firme apuntando a Vida con la botella. —Necesito un favor.
—Yo no hago favores. Largo.
Deseo sonrió. Se notaba que esperaba esa respuesta, sonriendo da unos golpesitos a la mesa con la botella tratando de llamar la atención de Vida, mientras que esta seguía ignorandolo.
—Se buena conmigo, ¿quieres? No es un favor tan grande...
—¿Porqué?
—¿Por favor?—pregunta. Vida seguía ignorandolo. Se levantó y dejó el hilo en un pilar donde los colgaba siendo seguía por Deseo.
Comienza a reír, lo que confunde a Vida. No dejó que sus provocaciones funcionarán, siguió sin verlo hasta que escucho lo siguiente:
—Tal vez debería recordarte el favor que yo te hice—Eso por fin quebró la voluntad de Vida.
Gira lentamente para ver a Deseo. Su semblante emanaba victoria mientras que el de Vida solo era vergüenza y tristeza.
—No te debo nada.
—¿Segura?—Dice rodeando lentamente la mesa redonda con la mirada de Vida encima. —Un siglo de sueños...
—No menciones eso...
—Claro, un sueño, si. Pero a veces no hay sueños sin que desees algo, ¿no es así, vida mía? —Vida se quedó petrificada. —Me sorprendió mucho ya sabes... Todo lo que sucedió en tu sueño.
—Silencio.
—Nuestro querido rey de los sueños, y la reina de la fertilidad. Uno contra el otro...
—Deseo, callate.
—Eran tiernos de día, pero cuando caía la noche. Que se preparen los vecinos—dice recargandose otra vez en la mesa viendo a Vida como se le desmorona a él mundo con unas simples palabras.
—Eso no sucedió así. Tu estas...
—¿Te imaginas si Sueño se enterará de todo lo que deseabas? Tu y él, compartiendo piel...
—¡Que te calles! ¡Eso no sucedió así!
Justo cuando Vida grito, las nubes de su salón comenzaron a soltar las lágrimas. Pero no solo llovía, las lágrimas más puras del universo eran las que los ojos de vida daban y Deseo era el único capaz de sacarlas.
—Se que te avergüenza, querida. Pero no hay nada de malo en desear esas cosas—dice caminando hacia ella.
—Yo no deseo nada de eso. Yo solo quería...
—Yo se lo que deseas en lo más profundo de tu corazón, mi reina. Deseas a Morfeo a tu lado, viviendo una aburrida y romántica eternidad. Cuando veo esos hermosos ojos rosas lo compruebo—le dice atrapando una lagrima de Vida. —Eras más feliz soñando.
—Soñar no es vivir.
—¿Pero que sería la vida sin sueños?—le dice Deseo. Iba a atrapar otra lagrima cuando Vida lo detiene agarrando su muñeca alejando su mano de ella.
—Él nunca se enterara, ¿entendiste?—Vida apretó más la muñeca de Deseo llegando a que este se quejara. —Largate de mi palacio.
Lo suelta de la mano y recorre la mesa pero Deseo la hace girar muy deprisa y ambos cochan frente a frente.
—No se enterara de nada a menos que...—dice levantando uno de los hilos que Vida confeccionada en frente de ella. —... Me hagas un favor.
