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ADVERTENCIA Este capítulo autoconclusivo está dedicado a Fortuna, de modo que si no te agrada el personaje o no quieres saber nada de él, puede que no te guste.
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Muchos conocen el cuento de Pandora, pero no la conocen como Fortuna.
En los tiernos años del mundo, Fortuna era de las deidades más amadas. Un golpe de suerte siempre era lo mejor, ni siquiera Zeus podía compararse con él.
Era fácil darle suerte a todos y la llama del Olimpo fue robada por pura suerte.
Aunque el lugar se estaba convirtiendo en algo muy importante, Fortuna seguía escuchando los mismo berrinches de Imaginación... Hablaba y hablaba de las mismas cosas siempre.
—¡Estoy harto! Estoy harto de Apollo, estoy harto de toda la humanidad y sus pequeñas mentes, pero, ¿sabes de quien realmente estoy harto?—pregunto Fortuna sabía que hablaba de Hefesto.
—No lo sé, hermano. ¿De quién?
—¡Hefesto!—exclamó. Fortuna sonríe la ver a su hermano alterado, era muy difícil que lo hicieran enojar, pero este dios en especifico lo lograba con mucha facilidad. —Pará todo quiere que este ahí, el maldito. ¿Sabes lo peor? Siempre se lleva el crédito a pesar de que soy yo el de las ideas.
—Eso es terrible...
—Y más ahora que hicieron a Pandora, "Gracias Hefesto" deberian decir, "Gracias Imaginación, gracias Vida" Los odio a todos. Era mejor cuando el creador todavía no existía, las cosas eran más pacíficas—dice recargando su frente en el hombro de su hermano.
—Deja de quejarte, si ya no quieres verlo, vete.
—Si me voy tendré que ver a Sueño, y no importa cuanto tiempo pase, sigue dándome escalofríos y más sus pesadillas. Una de ellas casi me come—dice abrazándose a sí mismo. —¿Porqué el cosmos me habrá creado?
—Lo sabrás cuando dejes de existir. ¿Quieres probar?—le dice volteando a él, pero su mirada fue a otra parte. Era hermosa, su mirada se iluminaba con todo y estaba lleva de vida y sueños. Fortuna comenzó a ignorar a su hermano, pero no fue intencional.
—¿Me estas escuchando?
—La verdad no—dice Fortuna. Imaginación, que seguía algo enérgico voltea a dónde estaba viendo su hermano.
—¿Qué le ves a Pandora?—pregunto Imaginación.
—¿Ella es Pandora?
—Eso es lo que dije, maldito sordo—respondió Imaginación cruzandose de brazos. —Se la dio Zeus a Epimeteo...
