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ADVERTENCIA Este capítulo autoconclusivo está dedicado a Aurora, la pequeña niña de Vida.
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Aurora le gustaba leer, en el pequeño palacio de Vida el tiempo pasaba muy rápido en ella. Aprendió el oficio como Vida le enseñó, tejer hilo, hacer velas y la recolecta de lágrimas, pero había algo que le gustaba más que alimentar a las mariposas y ese era jugar en el jardín...
No diría que extrañaba su antiguo hogar porque nunca lo fue, solo era un lugar en el que una vez vivió. Le gustaba ese lugar, pero tenía que admitir que era siempre lo mismo.
No era su obligación pasar día tras día alimentando las mariposas, pero no había otra cosa que hacer, no había más que ver, ya todo lo había conocido. Se volvía aburrido con el tiempo.
—Aurora—la llama Vida. La niña estaba rellenando el alimento de las mariposas. Eran tanques pequeños, pero pesados. —¿Que haces?
—Alimento a las mariposas—responde cerrando la jaula detrás de ella.
—Eso haces todos los días—dice caminando a donde estaba ella. Aurora se sentó en una de las ramas grandes del árbol. —, ya debes estar aburrida.
—No...
—¿Ah no?—pregunta para después sentarse al lado de ella. —Eres mala mintiendo...
—Solo poquito.
—Que mal—le dice para después ver el lugar. —Es verdad que este lugar es un poco aburrido—Vida rodea a Aurora con su brazo.
—Me gusta estar aquí—le dice sonriendo.
—Eres una mentirosa—le dice revolviendo su esponjado cabello. —El pequeño palacio es aburrido y lo acepto.
—Solo poquito—comenta Aurora riéndose un poco.
—Claro—dice quitándose los lentes. —¿Quieres ir al mundo de la vigilia?
—¿Qué? ¿Vamos a ir?
—No, tu vas a ir. Iras con Sueño—dice sorprendiendo a la niña.
—¿Porqué!
—Y con Muerte...
—Me van a odiar—dice recargando su cabeza en el hombro de Vida haciéndola reír.
—No, eso sería imposible—Vida no iba a recargar su rostro en la cabeza de Aurora, la niña tenía un cabello voluminoso y molestaba, en su lugar peino su cabello para atrás. —Eres una niña muy tierna y con un corazón muy raro.
