Camila Cabello, vivía su vida como si fuera el último, es una gran chica, con un corazón inmenso, tenía dinero, cariño de sus amigos, familia y una novia a la que quería mucho, hasta que una hermosa profesora de ojos verdes llego a su vida, para hac...
Ya era Lunes, habían pasado algunos días desde el mágico momento que pase con Lauren y todavía no podía sacar de mi cabeza, sus besos, sus caricias, la forma en la que gemía mi nombre cuando entraba y salía de ella. Fui su primera vez y todavía me costaba creer que había confiado en mi para entregarse de esa forma, estaba tan feliz, pero luego de ese momento tan mágico, llegó la realidad y en esa yo no tenía cabida en su vida, no entendía porque seguía pensando ser monja, digo ya había cometido como mil pecados en una sola noche conmigo. Le demostré y me demostró que la vida religiosa definitivamente no era para ella. Con un suspiro entre a clase, hoy la vería, después de haberla evitado durante todo el viaje.
Me sentía tan mal, pero estaba en mi derecho de tomarme mi espacio, digo tuvimos una noche increíble y ella solo desechó mis ilusiones y esperanzas diciéndome que no dejaría de prepararse para ser una religiosa.
-Hoy estás en el mundo de las fantasías cabello? Te estuve hablando y no me prestaste atención-me dijo Elizabeth sentándose a mi lado y yo solo sonreí.
La verdad era que hace algunos días me hablo para confesarme que estaba enamorada de Ariana y que no quería tener problemas conmigo porque quería pretenderla, me hizo muy feliz saber que ella estaba enamorada de Ariana, la verdad es que era una gran chica, con apariencia de fuck girl, pero contrario a lo que todos pensaban, era muy reservada y tierna. Por eso decidí junto con Dinah que la ayudaríamos a conquistar a Ari.
-Perdón Liz, estaba distraída-respondí y ella solo rodó los ojos.
-Obviamente Cabello, pero bueno quería decirte que la primera parte del plan funcionó, deje la carta en su bolso con ayuda de Di y cuando nos alejamos vimos que la leyó y sonrió, creo que le gusto todo lo que puse y bueno espero que tenga curiosidad por su admiradora secreta-dijo con una sonrisa y una mirada llena de brillo, la tome con un brazo por el hombro para abrazarla y felicitarla, me daba mucha alegría ver que enserio quería bien a Ari, ambas merecían ser felices.
Estábamos tan metidas en ese abrazo y riéndonos que no notamos que Lauren entro y nos miraba fijamente a ambas, trague pesado intentando no verme tan nerviosa frente a la forma tan intensa que me veía.
-Les voy a pedir que sus muestras de afecto se las den fuera del horario de clases-dijo mirando entre Liz y yo, todos en el aula se sorprendieron ya que Lauren siempre es dulce y rara vez se enoja por algo, por no decir que jamás.
Ambas asentimos y ella procedió a iniciar la clase, sentía que estaba muy ansiosa y mirándome cada dos segundos, pero yo no quería verla directamente a los ojos porque sabía que ella tenía el poder para hacer conmigo lo que quisiera.
Al finalizar la clase, todos entregamos el trabajo hecho en clase, yo fui la penúltima en acercarme a su escritorio para entregarle mi trabajo, cuando ella me detuvo.
-Necesito hablar con usted Señorita Cabello, así que porfavor espéreme en mi oficina-dijo mirándome fijamente y solo me quedo aceptar.
Me despedí de Dinah que fue la última en entregar el trabajo y la dejé con Eli, para ir con dirección a la oficina de Lauren, justo cuando iba a tocar, ella apareció a mi lado, también se había desocupado apenas y yo no podía hacer otra cosa que esperar viéndola abrir su oficina.
Hoy estaba tan hermosa, traía un vestido con flores tan recatado, pero en ella hasta esos se veían tan lindos, no podía quitarle los ojos de encima, hasta que ambas entramos y ella cerró la puerta, yo respiré hondo y tome la palabra.
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