—Blaise, me siento fatal —se quejó Draco por quinta vez desde que había llegado a la casa de su amigo.
El estaba acostado la cama en una pose dramática, mientras que el moreno estaba sentado en su escritorio dándole la espalda, pero Draco podía jurar que estaba rondando los ojos.
—Ya te dije que solo son náuseas, ya se te pasarán.
—¡No solo es eso! También me siento mareado, estoy subiendo de peso y ni hablar de mis terribles cambios de humor.
Su amigo finalmente decidió girarse y mirarlo —¿acaso eso no es tú humor de todos los días? Porque llevo soportándolo cinco años.
—Ni si quiera se para que vine.
Blaise se encogió de hombros —ni yo.
—Eres sanador, haz algo.
—En primera aún soy estudiante, me faltan como dos años para graduarme y en segunda, para el síndrome de couvade no puedo hacer nada.
—Repíteme que es el síndrome de couvade.
El moreno dio un suspiro cansado y fastidiado antes de regresar su vista al libro entre sus manos —a palabras simples para tu cerebro, es cuando tienes un exceso de empatía por el embarazo de tu pareja.
Draco gruño por el insulto de su amigo y trato de enfocarse en la palabra que le preocupaba «pareja» —no somos nada.
Ante eso su amigo lo observó con interés —¿estás completamente seguro?.
Draco quería negar, pero no podía, si era honesto consigo mismo incluso antes de que Ron se mudara con él, ya se comportaban más como novios que otra cosa.
Siente jodidamente hermoso regresar a casa sabiendo que ambos lo están esperando, estirar su brazo durante la noche y poder abrazarlo, despertar y que lo primero que ve sea él. Draco quiere decirse que se siente así por él bebé, que le hace más feliz saber que lo tiene cerca, sin embargo, no es tan buen mentiroso y sabe que también es por Ron, que él lo hace feliz.
—Estas poniendo sonrisa de bobo —el comentario de Blaise lo hizo recordar donde está —, yo digo que dejes de darle vueltas a lo que sea que estés pensado y le digas que lo quieres.
—No se si sea buena idea, no solo se trata de nosotros dos. Si lo intentamos y sale mal, nuestro bebé sufrirá las consecuencias.
—Se te olvida que yo he visto como actúan estando cerca el uno del otro, más enamorados no podrían verse. Mi sobrino solo vino para acelerar el proceso de que se den cuenta, ustedes par de tórtolos hubieran tardado años y desesperado a todos, por cierto.
Draco se sintió un poco más relajado y confiado, no tenía nada que temer si los dos se quieren ¿verdad?.
—Aun no sabemos que va ser, el ultrasonido para confirmarlo será en unas semanas.
—Estoy seguro de que será niño, ya aposté.
Lo miro divertido —¿hicieron apuestas por el sexo de mi bebé?.
Se encogió de hombros —hicimos un duelo para decidir quién será el padrino, ¿de que te sorprendes?.
—Dime que tú ganaste.
—Theo no se presentó, tenía un compromiso de último momento y lo pospusimos… —Blaise se quedó callado, perdido en sus pensamientos, como si quisiera decir algo más. Cuando volvió en si le dio una mirada sorprendida —¿qué haces aquí todavía? Creí que irías a decirle a tu novio cuánto lo amas y tener sexo con él.
Draco rodó los ojos —no puedo, Pansy, Hermione y Luna lo llevaron de compras porque su ropa ya no le queda.
—¿Y por eso viniste a molestarme cuándo tengo que estudiar para mí examen?.
Lo imitó encogiéndose de hombros —tenia que estar fuera de mi departamento un par de horas y me pareció divertido.
—¿Por qué?.
—Te he molestado desde hace cinco años ¿y apenas preguntas por qué?.
Blaise hizo una mueca que aunque pretendía ser de fastidio, fue divertida —me refiero a lo de tu departamento.
—Eso, hay un tipo coqueteando con Ron, así que, fui a sortilegios Weasley, les dije a los gemelos que alguien estaba molestando a Ron y quería vengarme, me dieron un pantano portátil y lo puse en su departamento. Cómo no quiero que el administrador del edificio sospeche de mi, decidí desaparecer un par de horas.
El moreno comenzó a reír a carcajadas —estás más enamorado de lo que creí.
Draco no dudo en comenzar a arrojarle todas las almohadas de su cama.
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El bebé de Ron y Draco
FanficUn solo descuido es suficiente para cambiar tu vida para siempre, pero Ron y Draco no tuvieron uno ni dos ni tres, tentaron a la suerte más veces de las que se podrían contar y ahora como consecuencia esperan a un bebé a sus diecinueve años. Ambos l...