Apoyo

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Ron se sentía feliz, sus días de cuarentena habían terminado por fin, lo que significaba que también el desequilibrio hormonal estaba más controlado. Esa había sido la peor parte del embarazo, dejando atrás por muy poco el parto, las hormonas lo tuvieron llorando repentinamente por cosas absurdas o enojado por cosas que ni terminaba de entender, podía lidiar con el sueño constante (lo hizo durante todo el embarazo), lo prefería a los dolores y el sangrado. Lidiar con todos los síntomas del posparto sumado a aprender a cuidar a Scorpius fue abrumador, pero en todo el proceso Draco estuvo a su lado, aprendiendo con él, alentándolo y dándole su espacio de ser necesario, Ron estaba seguro que sin su apoyo no lo habría logrado.

Fue un proceso largo y difícil en ocasiones, pero durante el aprendió a seguir el ritmo de su bebé, a interpretar su llanto y entender que era su única forma de comunicarse con ellos por ahora y sobre todo a confiar en su instinto. En un principio estaba temeroso de hacer algo mal y en consecuencia que Scorpius saliera lastimado, seguía al pie de la letra los consejos de su suegra y mamá, pero el consejo que le dio su pediatra fue el mejor de todos «escucha los consejos, pero no los uses como una guía exacta, no hay nadie que conozca a tu bebé mejor que tú».

Dos meses después regreso a la academia de aurores. Fue un gran cambió, no solo porque debía dejar a su bebé con Narcissa (como ella le pidió que la llamará) o con su mamá, ambas mujeres ofrecieron su ayuda para cuidarlo en cuanto se enteraron de su regreso a la academia, sino porque una parte de él no quería estar ahí.

Ser auror parecía la mejor carrera del mundo o eso era lo que creyó cuando escogió su futura profesión en Hogwarts durante su quinto año. Atrapar magos oscuros, resolver casos y tener misiones secretas ¿acaso no sonaba como el trabajo ideal?.

En los últimos día ha pensado en los peligros que vienen con el trabajo, es una profesión peligrosa, quizás en el pasado no les dio importancia, pero ahora es padre, todo se ve diferente y no puede dejar de pensar en que sería de su bebé si algo le pasa.

Ha llegado a la conclusión de que no quiere simplemente estar en casa sin hacer nada y tampoco quiere continuar su entrenamiento, quiere un trabajo que no lo obligué a estar lejos de Scorpius durante largas horas y al mismo tiempo no lo haga desdichado.

—¿Has pensado en trabajar con los gemelos?.

Es lo primero que Draco le pregunta después de que compartiera sus inquietudes y sus conclusiones con él.

—No.

—Creo que es una buena opción. Piénsalo, con ellos nunca te aburrirías en el trabajo y estoy seguro de que no les molestaría que lleves contigo a Scorpius.  

—¿Qué podría hacer con ellos?.

—Siempre están ocupados inventando nuevos productos o atendiendo la tienda, seguro que una mano extra no les hará daño.

Quizás si necesiten la ayuda, pero no está seguro de que ellos la quieran de él o que funcione trabajar juntos. Su convivencia en la madriguera no siempre fue armónica y gracias a ellos ahora tiene una fobia extrema a la arañas.

 —Podría hablar con ellos, si no funciona puedo intentar otra cosa ¿no?.

—Yo puedo mantenernos a los tres sin problemas, mientras encuentras algo que te agrade —Ron sonríe, porque ama todo el apoyo que recibe de su novio.

Draco tenía razón, sus hermanos le dieron la bienvenida a Sortilegios Weasley con las manos abiertas, Ron aún no está seguro de si funcionará, solo el tiempo se lo dirá, pero aunque no fuera así ama a su familia aún más por como lo apoyan.

El bebé de Ron y Draco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora