🏖 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝘀 • ✦⁾

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—¡¡¡Juuuungwoooooooon!!! 

—¿Para qué necesito alarmas teniendo a mi gran amigo Riki? —musitó el castaño para sí mismo mientras abría la ventana (la cuál esta vez recordó cerrar) y se asomó, viendo al rubio frente a su casa a punto de volver a gritar su nombre, pero Jungwon se adelantó—. ¡Ya estaba despierto y vestido! 

—¡Genial, pero debo informarte que Konon se reunió con los adultos! ¡La clase empieza por la tarde!

—Por una vez que me despierto temprano... Me voy a dormir de nuevo, adiós~ —dicho eso, cerró la ventana dispuesto a tirarse en su cómoda camita.

—¡Noo, baja, mis padres me dejan ir al muelle! 

Al escucharlo, Jungwon volvió a abrir la ventana apresuradamente—. ¡Haber empezado por ahí, tonto! —saltó por esta para caer suavemente al lado del menor, haciendo que la sal que se acumuló durante la noche se removiera.

La zona del muelle era un lugar perfecto para dos chicos llenos de energía como ellos, y a Jungwon le emocionaba ir.

Estaba un poco alejado del pueblo marino, así que no habrían adultos molestos diciéndoles que no fueran ruidosos. También es donde hay varias columnas que sujetan el muelle de la superficie, además de que las corrientes de agua solían arrastrar hasta allí todo tipo de objetos, ya sea provenientes del mar o de la superficie. 

Es ideal para pasar un buen rato jugando, haciendo carreras de natación con obstáculos o buscando algo que puedan considerar un tesoro. 

Era el lugar favorito de Jungwon desde que, cuando era muy pequeño, él y su verdadera madre encontraron una linda flor de loto de cristal, la cuál sigue atesorando como si de un objeto muy valioso se tratase a pesar de tener algunos pétalos rotos. Después de todo, es el último recuerdo que compartió con su querida madre. 

—¿Viene Yujin? —preguntó el castaño mientras empezaban a caminar tranquilamente hacia el lugar. 

—La invité, pero creo que no va a poder venir. 

—Entiendo... Espero que su madre se recupere pronto. 

—Yo también lo espero, aunque me temo que va a ser imposible. 

—Se vale soñar~, mira el señor Nishimura. 

—A mi padre no le llegó a afectar tanto como a la señora An, son casos muy diferentes, Won.

Jungwon volteó hacia otro lado. Es cierto, unos acabaron mucho más afectados que otros, pero gran parte del pueblo se vió altamente afectado…

Quería llorar de repente al recordarlo, y le es imposible contenerse cuando hablaban de estas cosas. A veces lo tomaba bien, y otras simplemente se sentía muy sensible.

—...Me da un poco de envidia la suerte que tuvieron los Nishimura… —musitó sin pensar. 

Al notar que a Jungwon casi se le rompe la voz supo que era uno de esos momentos dónde el menor empezaba a ponerse pesimista, llenándose de pensamientos intrusivos que le hacían sufrir en silencio, algo que Riki sabía a pesar de que Jungwon siempre se lo guardaba para sí mismo.

Por eso, decidió actuar rápido y le dió un leve codazo para llamar su atención—. ¡Hey! ¡También tuviste suerte, sigues vivo y eso ya es digno de celebrar! —exclamó animadamente. 

Jungwon volvió a establecer el contacto visual y ladeó un poco la cabeza—. ¿De verdad? 

—¡Sí! —Riki vió que ya casi llegaban a su destino, tomó la mano del castaño y lo jaló corriendo hasta llegar—. ¡Mira! Si no hubieras sobrevivido no tendrías el lujo de jugar con el gran Nishimura Riki~ —exclamó el rubio, poniendo un tono de voz bastante infantil para animar al mayor.

꒰ El Secreto de Udo ៸៸  ᴊᴀʏᴡᴏɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora