verdades ocultas

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Hospital central 

—Después de oler el papel, lo doble y lo guardé debajo de mi almohada, no podía entender que un chico como él podría llegar a tener esos detalles con alguien, un prejuicio mío, primeras impresiones al conocerlo, la carta olía a mi perfume preferido, y haciendo memoria nunca se lo conté para cualquiera puede ser una pavada, pero a mí estos detallitos me desencajan, nadie fue así conmigo nunca, debe ser lo típico que se hace cuando uno quiere enamorar a otro, lo típico del romanticismo, regalar un chocolate un peluche una poesía una canción bla bla bla .

 Para mí es una novedad, lo es todo y me vuela la cabeza, si tiempo atrás me vinieran a intentar hacer un detalle de ese tipo estaría todo brotado de la alergia que me produciría algo así, yo estaba acostumbrado a verme con otro tipo de gente, la vida de un rico puede ser muy aburrida a veces, para ponerte de novio  sabes los lugares que frecuentan ,   que actividades hacen  los cruzas en el club , no hay sorpresa ni misterio, cuál seria la aventura ¿más furiosa? acompañarlo a su lugar de trabajo en una oficina o verlo posar en una sesión de fotos, me conocía con personas de ese entorno y nos veíamos, salíamos a comer íbamos a museos a conciertos eventos, hoteles spa ,  siempre tratando de impresionarme diciéndome que debe ser un honor pertenecer a nuestra familia alabándome el apellido y buscando alianza con los negocios de Marcelo, me daba tanta hueva  eso ,  la mayoría de veces optaba por ver  y descartar a la persona al día siguiente , o a la media hora de un mismo día  que no se me instale.

   Para pareja prefiero alguien que no tenga nada que ver a mi mundo que sea todo lo contrario, y que sea una aventura día tras día ir sorprendiéndome de cosas que no estaban hasta ese momento dentro de mi entorno, me divertía más eso, tal vez soy básico y si el rico que se engancha con el marginal jaaj

debería responderle ¿la carta?, ni idea como hacer para que le llegue ni sé cómo funciona ese sistema, en fin volviendo al tema no es el caso, okane ya es conocido y canta, no tendría ningún interés por mi apellido ni ganaría ningún beneficio, me contó su vida y eso vale más que cualquier cosa, me hace sentir por primera vez especial y que soy importante en su vida ,  para confiarme algo así, no veo la hora de salir de acá y ayudarlo  a que pueda salir de ese lugar 

 ahora hay algo que no me cierra, si el director me empujo a intentando matarme, por qué no huyo,  algo debió pasar  en medio para terminar el muerto, Esteban y okane involucrados había algo extraño ahí, quise levantarme de la cama, pero tengo ambas piernas como un flan me tiemblan mucho y se me hace imposible, opte por estirarlas vi que se abría la puerta.

— hola güey como te ¿sientes?

— En mi mejor momento hasta que llegaste — mueve su mano saludando  —

 — perdón  yo no quería interrumpir... Oye pensándolo bien de que ¿hablas?, si estás ¿solo? 

 — Yoga ¿te suena?, para meditar, no hay nada como el silencio y la soledad— presiona el botón que tenia su cama y empieza a levantarla  hasta quedar completamente sentado —

—lo siento... yo 

 — chasquido de dedos — al punto ya estás acá 

—te extraño cabrón, eres mi hermano ¿cómo? no iba a venir —pone sus manos en sus bolsillos mirando hacia el piso  —

 — dale Esteban no te queda lo fraternal, decime la verdad, ¿a qué viniste? 

 — pues... yo eh no si

Luka Colucci okane dos engreídos destinados a amarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora