Cuarto demonio, cuarto corazón.

I. Después del impacto

La mariposa ha sido vencida, las tres princesas han logrado eliminar el mal de la tierra.
Con la repentina ayuda de una Rion capaz de redoblar su destino y un Kirinmaru dispuesto a comenzar de nuevo.
Hijos y padres juntos por primera vez.
Luego de tanta lucha, de tanto sacrificio, de tanta espera la recompensa es preciosa.

Sesshomaru, Rin, Towa y Setsuna.

Inuyasha, Kagome, Moroha.

Sango, Miroku, Kin'u, Gyokuto y Hisui.

Kirinmaru, Rion, Riku.

Debido a la batalla con Sesshomaru el Daiyokai quedó en un estado letárgico de descanso y cansancio mezclado.
Rion no pudo soportar ver a su querido padre en esta situación, fuera cual fuera el castigo por las faltas de su padre las enfrentaría así como derrotó al propio reflejo de Sakasa.
No fue hasta que Riku también tomó parte de la culpa que la situación cambió.

La mariposa desapareció convirtiendo una tierra de horror para los demonios, medio demonios, cuarto demonios en un páramo de esperanza. La noche se convirtió en día, las espadas del cielo se desvanecieron.

—Padre, sufriste mucho durante este tiempo, es momento de que sea una buena hija.— susurró Rion aferrándose a las manos de Kirinmaru

—Sigue vivo...— mencionó Towa al lado de su hermana

—¡Towa! ¡Setsuna!— gritó Rin antes de abalanzarse a sus hijas

—¡Madre!— sonrió la peliblanca de un lado

—Me alegro de que estés bien.— dijo la gemela menor abrazando a esa madre que tanto tiempo anheló

Sesshomaru también presenció el reencuentro de su familia en el árbol de las edades que tan celoso cuidaba del destino.

—Moroha, ¿estás bien?— dudó Kagome acariciando a su hija

—Si, ahora que todo acabó estoy mejor.— suspiró la pelinegra

—Bien hecho, Moroha.— la felicitó Inuyasha demostrando su orgullo de padre

—Señorita Rion, déjeme cargar con el peso de esta familia, mi señora así lo hubiera querido.— sugirió Riku colocándose de rodillas a su lado

—¿Un cuerno puede tomar responsabilidad de su amo?— Sesshomaru lo dudó tomando su espada

—Señor Sesshomaru, perdone la vida de mi padre, se que entenderá lo que es el amor de un hijo, me entrego a cambio de él.— Rion se levantó enfrentando el silencioso juicio del Daiyokai

—Señorita Rion, ¡no puede! Ha estado encerrada toda la eternidad en el monte Musubi, ¿ahora sacrificará su libertad?— Riku se negó a tener la posibilidad en estima

—No puedes tomar el lugar de tu padre, te aconsejo salir del alcance de la espada.— Sesshomaru apuntó a su contrincante con prisa

—No puedes hacerlo.— quejó Moroha colocándose delante de los tres

—Moroha, ¿que haces?— se impresionó Kagome

—Fue Kirinmaru quien intentó matarte cuando eras una recién nacida, nos apartó durante catorce años, no creo para nada que haya cambiado.— Inuyasha negó con la cabeza

—Aún así Rion no tiene porqué sufrir, ella es inocente de todo lo que pasó.— la cuarto demonio se plantó sin cambiar la expresión

—Ella tiene razón además Riku me protegió durante el tiempo que esta misión duró, no puedo dejar que los lastimes, padre.— Towa apoyó a su prima colocándose a la par