XII. Ausencia

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Rion pasaba mucho tiempo en la aldea de los exterminadores y por eso trató de evadir un día de trabajo para visitar a su padre.
El Tekkousen había sido su hogar desde que lo recordaba, ahora flotando sobre las costas se veía como un viejo recuerdo o una débil sombra del pasado.

"Ha pasado algunos días de que visto a mi padre, me pregunto si estará molesto conmigo." Pensó Rion trayendo algunas hierbas medicinales con ella

Entrando al navío no escuchó ruido alguno proveniente de ninguna habitación.

—¿Padre? Vine a verte, ¿estás bien?— habló la chica tras la puerta de la habitación de su padre pero no obtuvo respuesta —Perdona el atrevimiento pero quiero saber si...—

El futon estaba tendido correctamente sin rastros de Kirinmaru dentro del navío.

"¿Adónde iría sin decírmelo? No es normal que desaparezca sin que nadie lo sepa." Rion trató de traer a su mente alguna palabra que le diera indicios de su paradero pero no recordó ninguna en especial

Regresando a la cubierta se colocó cerca del mástil tratando de sentir la presencia inconfundible de su predecesor pero aún así no logró saber hacia donde marchó.

En hora buena la figura de Riku se presentó.

—Riku, que bueno verte ¿sabes adonde se fue mi padre? Vine a ver sus heridas pero no lo encuentro por ningún lado.— dudó ella a lo que el siervo asintió

—El señor Kirinmaru quería despejar su mente, me pidió que cuidara del Tekkousen al igual que le entregara esto al verla.— subiendo al barco Riku sacó una carta guardada en su kimono

Tomándola con prisa la abrió sin dudarlo.

"Rion, sé que te preocupas por mí aunque no tengo el derecho de merecer tu preocupación, sé que eres adepta a la familia pero este es tu momento de vivir, no puedo robarte más tiempo del que te quité. Perdona, a mi regreso te daré las explicaciones que buscas, es una cuestión del corazón. Tu padre siempre te lleva en la memoria."

¿Cuestiones del corazón? ¿Acaso...?— Rion se sorprendió de repente al entender el significado de la frase —Pasaron tantos años que no creí capaz de ver a mi padre enamorado nunca en mi vida, ¿por casualidad sabés quién es la mujer que logró motivarlo?—

—No sabría decirle con certeza, tanto usted como yo sabemos que se encontró con varias bellezas en este mundo.— nerviosamente relató Riku tirando del cuello del kimono

—A él nunca le importó la belleza, es tonto creer eso, seguramente encontró a alguien que se le iguala en fuerza, no tomaría semejante riesgo en vano.—

—Estoy seguro de que todo se resolverá a su regreso, no se mortifique por favor, del barco me haré cargo yo.— reverenciándola se dispuso a observar los pequeños desbarajustes del gran castillo flotante

—Es... una lástima que no sepas quién es, quería ponerle rostro a la que tendré que llamar madre prontamente.— insistió ella haciendo que Riku riera incómodamente

—Es un poco temprano para sacar conclusiones, estoy seguro de que...— casi terminó en decir él interrumpido por una leve risa

—¡Riku! ¡Rion!— saludó Towa desde la playa

—Señorita Towa, ¿que hace aquí?— permitiéndose dudar la chica milenaria se acercó al verla subir a bordo

—Sabía que Riku vendría a cuidar del barco pero como no tenía nada mejor que hacer.— admitió la medio demonio elevando los hombros

—Ya veo, vine a visitar a mi padre pero no está en casa hoy así que... supongo que me iré.— asintió Rion

—¿Eh? ¿No está? Pero estaba mal herido, sería algo peligroso que se marchara como si nada. Lo siento, no es mi intención preocuparte.— dirigiéndose a la pelirosa se disculpó de inmediato

Cuarto demonio, cuarto corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora