Día 4: 𝖀𝖑𝖙𝖗𝖆𝖘𝖔𝖓𝖎𝖉𝖔

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La mano de Steve sobre su pierna detuvo sus movimientos, comenzando a darle pequeñas palmaditas en su muslo, la mano del detective se posó encima entrelazando sus dedos.

Ninguno dijo nada, pero ambos se encontraban nerviosos, dos semanas habían pasado desde que Danny había cumplido los cuatro meses, y por fin había llegado el momento de saber la revelación del sexo del bebé. Una sonrisa se escapó de los labios del detective al recordar cómo sus compañeros, amigos y familia habían apostado entre si el bebé era niña o niño y el caos que se había desatado.

—¿De qué te ríes, cariño? —La mano de Steve apretó levemente la de Danny.

—Todos en casa están ansiosos por sabes si este monito será pequeño o pequeña —acarició su vientre con la otra mano.

—¿Monito?

El detective soltó una risa

—¡Si! Así le llamaré al bebé de cariño, ya que estamos en Hawái, y siempre dije que si llegaba a tener un bebé lo apodaría así.

—Es algo muy tierno y lindo de tu parte, cariño —el comandante tomó la barbilla del más bajo y le dejó un casto beso.

—¿Daniel Williams? La doctora lo espera en su consultorio.

El nombrado se levantó y arrastró consigo al comandante.

—Bienvenidos, por favor tomen asiento. Cuéntame Danny, ¿cómo te has sentido desde la última vez que nos vimos?

—Las náuseas definitivamente se han ido, pero los antojos van a matarme, el otro día se me antojaron rebanadas piña. ¡Piña! ¡Yo odio la piña!

La obstetra río.

—Los antojos nunca se irán Danny, probablemente disminuyan durante conforme el embarazo vaya avanzando, pero siempre estarán ahí. ¿Cómo están llevando las relaciones sexuales?

Un sonrojo apareció en las mejillas del detective y golpeó a su pareja cuando está soltó una risa mal disimulada.

—Doctora, Danny todo el tiempo quiere tener relaciones. No es una queja, pero definitivamente merezco cinco minutos de descanso.

—¿De qué hablas, animal? ¡Eres tú el que siempre tiene sus manos sobre mí!

—Me alegra que la relación entre ustedes sea muy fuerte y unida. El embarazo de un doncel siempre es demasiado riesgoso, se necesita un apoyo constante.

—Doctora, el otro día tuve dolores en el vientre bajo. —el detective notó la mirada del comandante sobre él—. No fueron muy fuertes, pero si lo suficiente para hacerme permanecer acostado toda la mañana.

—No se preocupe, detective Williams. Esos dolores son totalmente normales y propios del embarazo. Eso simboliza que los huesos, ligamentos, incluso los mismos órganos se van acomodan para darle espacio al feto y que se vaya acomodando. Venga detective, lo voy a revisar.

El rubio soltó un suspiro de alivio, y se levantó para posteriormente entrar al vestidor y colocarse la bata que permitía exponer su vientre, el cual se encontraba ya se encontraba mucho más abultado y notorio.

Con ayuda de Steve, se acostó en la camilla y frente a él se encontraba una pantalla mediana, la doctora avisó que sentiría el frío del gel.

—Uno nunca se acostumbra al gel —intentó bromear el detective, aumentando la fuerza con la que su mano agarraba la de Steve.

—Eso me han dicho, detective.

Un silencio adorno la habitación, ambos padres estaban atentos a la pantalla intentando descifrar que eran todas esas líneas blancas y negras, hasta que un pequeño ser apareció.

—Bueno, alguien se está chupando el dedo.

Para Danny, aquella imagen la iba a llevar por el resto de su vida, cómo alguien tan pequeño se formaba dentro de él. Ese pequeño ser se encontraba tan concentrado con el dedo en la boca, tan seguro y protegido en el vientre de su padre.

—Doctora, ¿cree que podamos saber su sexo? —la voz de Steve interrumpió sus pensamientos.

—Claro que sí, vamos a ver... —tardó varios minutos en buscar la posición correcta—. Veamos, es un varón. Aquí podemos ver sus genitales. Escuchemos su corazón.

Con un par de botones, la máquina comenzó a transmitir pequeños golpeteos; rápidos y constantes. Fue ese el momento donde todo el autocontrol que Danny tenía sobre sus lágrimas desapareció.

—Oh Danny. No sabes lo feliz que me haces, tú y este bebé son lo mejor que me ha pasado en mi vida. —el menor recibió entre lágrimas varios besos.

Con ayuda de la doctora, el gel fue retirado.

—Los dejaré un momento en lo que voy por las impresiones del ultrasonido, mientras se puede ir cambiando.

Con ayuda del Marín se bajó de la camilla, y antes de que pudiera dar otro pasó, fue rodeado por los brazos fuertes y musculosos de su pareja.

—¡Steve! ¿Qué haces? En cualquier momento regresara la doctora.

—Por favor, Danny. Solo será un momento —se arrodilló a la altura de su vientre y deposito un suave beso— Hola monito, muchas gracias por existir, no sabes lo ansioso que estoy por ya tenerte en mis brazos. Te amo.

—Animal... Me harás llorar.

El comandante se levantó y sonrió divertido —Dios, deberías mirarte, te ves hermoso así.

—¿Así gordo?

—Así de hermoso, brillante, tan cautivador, llevando a mi hijo y... —su mirada se dirigió a sus pechos, los cuales no se quedó con las ganas y los cubrió con sus manos.— Ya no puedo esperar a que estos dos se llenen de leche.

El detective soltó un gemido leve cuando sus pezones fueron apresados por los dedos del mayor. Las hormonas lo ponían mal, un sonrojo cubrió sus mejillas.

—¡Animal, aquí no! —Avergonzado quitó sus manos y se cambió rápidamente por su playera justo a tiempo antes que la doctora entrara.

—De acuerdo, Danny. Afortunadamente todo está en perfectas condiciones con el bebé. Le voy a recetar varias vitaminas y suplementos que son importantes que se tome.
» Así mismo, recordarles algunas recomendaciones. Evitar emociones fuertes, y negativas, la tristeza, en enojo, los grandes sustos. Evite por el momento hacer ejercicio, trotar y correr. Tener relaciones sexuales son buenas para el embarazo, solo con sus precauciones y sus limitaciones.

—De acuerdo doctora —un leve sonrojo volvió adornar las mejillas del rubio.

—Nos vemos dentro un mes para ver cómo va todo.

Después de despedirse de la doctora, en el camino pasaron a comprar las vitaminas y suplementos. Al llegar a su casa fueron recibidos por toda su familia, quienes se encontraba ansiosos por saber sobre el bebé.

—¿Y bien? ¿Ya nos van a decir sobre el bebé?

Ambos padres se miraron un momento para después sonreír, se tomaron de la mano.

—¡Voy a ser padre de su varón! —varios gritos de júbilo se escucharon por toda la sala, y prontamente la casa se llenó de voces y risas que rodeaban a los próximos padres.

—¡Cuñado! —Danny se vio rodeado por Mary Mcgarrett.— Me alegra mucho saber que seas tú quien me va a dar un sobrino.

—Mira —el rubio sacó una tira de varias fotos.— Es el ultrasonido.

—Mira nada más, ese niño se anda chupando su dedo ¡Será igual a su padre! —la voz de Kono hizo reír a varios.

—¿Eso que quiere decir, Kono? —la voz del comandante sonó ofendida.

El detective sonrió cuando unos brazos rodearon su vientre, protegido entre los brazos de su comandante. Feliz.

CAPÍTULO EDITADO

ℭ𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔲𝔫 𝔢𝔪𝔟𝔞𝔯𝔞𝔷𝔬 𝔠𝔞𝔬𝔱𝔦𝔠𝔬 | McdannoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora