Danny se preguntaba como habían llegado a ese instante,con un Steve desmayado en una camilla de hospital. El rubio se terminó por sentarse en una silla que había en la esquina del cuarto, así que en lo que estabilizaban a su pareja, comenzó a recapitular todos los sucesos.
Todo había empezado varios días atrás, con dolores de estomago y nauseas en ciertas horas del día, pero ambos lo asociaron al estres que el marine tenía por el trabajo, hasta que una mañana el comportamiento del mayor hizo sospechar a Danny, el olor a café despertó al rubio, y después de darse una ducha rápida, se dirigió a la cocina cuando el olor a comida se hacía cada vez más fuerte.
—Hola guapo. —abrazo por la espalda al detective lo más que su estómago de 22 semanas le permitía.
—Buenos días cariño —se volteó y después de depositar un beso en los labios del rubio, se arrodillo para dejar más en su vientre.— Buenos días también a ti, monito. Te amo.
—¿Has dormido bien? Te ves... Demacrado.
—Últimamente he tenido insomnio, pero quiero aunarlo a que es el estrés del trabajo, he tratado de adelantar lo más que pueda antes de tu próxima cita y es agotador.
—Tómalo con calma —lo besó— ¿Qué preparaste?
—Café y huevo revuelto con chocolate.
—¿Qué? —el marine lo rodeo para servirse una taza de café y posteriormente camino hasta el refri y sacar una mantequilla, que bajo la atenta mirada del doncel, procedió a poneserla en el café— ¿Te sientes bien? ¿Desde cuando le pones mantequilla a tu café? Si sabes que eso es asqueroso. ¿Verdad?
—Danny, solo es un poco de mantequilla en mi café. ¿Qué tiene eso de malo?
Era demasiado temprano para iniciar una discusión, Danny se limitó a pasarlo por alto, alzó las manos en señal de paz.
—De acuerdo campeón. —palmeo su espalda y procedió a hacerse su propio desayuno, si algo no iba a hacer era comer ese intento de comida que su novio había hecho.
Durante el resto de la mañana y tarde, ambos estuvieron ocupados con asuntos de cinco-0, así que el detective olvido completamente el raro comportamiento que tuvo Steve, no fue hasta después de la comida, al regresar el comandante comenzó a sentirse mal.
—¿Steve? ¿te siente bien?
—Si, si... Sólo es un pequeño dolor abdominal.
—¿Deberíamos de ir al doctor? Son varios días —la conversación murió cuando el comandante negó con la cabeza y atendió un caso.
Durante varios días estuvieron ocupados con el nuevo caso que tuvieron. Pero Chin, Kono e incluso el mismo Danny pudieron notar como el rendimiento del marine había disminuido considerablemente. Tenía dolores abdominales, de espalda, sin mencionar que tenía dolor dental aun sin haber recibido algún golpe.
No fue que un día regresando del super, el detective recibió el susto de su vida al ver como su pareja se desmaya en la entrada de la casa. Inmediatamente llamó a Chin por ayuda y entre ambos lo llevaron de urgencias al hospital.
Así fue como llegaron a ese momento. Las sospechas de Danny eran ciertas, Steve McGarrett tenía el síndrome de Couvade, un síndrome raro que solo les daba a los otros padres no gestantes. Algo sobre un vínculo emocional con su pareja y el niño en el vientre.
—El karma es una perra, cariño.
Se burló el detective mientras acariciaba su vientre con una mano y con la otra tomaba la del moreno, quien se encontraba sentado en una camilla.
—Cállate Danny, ahora sabemos porque nunca presentaste mareos, ni desmayos... —se tallo los ojos— Ni cansancio.
—No se te olvide el desmayo —se rio divertido.
—Esto te divierte demasiado. —se quejó.
—Cariño, no puedes culparme. Soy yo el que esta cargando a tu hijo, es lo mínimo que puedes hacer.
—No sé si puedo soportar esto por más tiempo.
Danny fue interrumpido por el par de primos que traían unas botellas de agua.
—Hola. ¿Qué les dijo la doctora? ¿Todo bien? —Chin alzó una ceja.
—Oh si, todo esta de maravilla. El diagnóstico que tuvo aquí el comandante fue que padece el síndrome de couvade —el rubio empezó a gesticular con las manos.
—¿Y eso es?
—Deriva de la palabra francesa "Couve" que significa "incubar", es un síndrome que no tiene explicación todavía, solamente se presenta involuntariamente en aquellos padres no gestantes. La doctora nos informó que se puede deber a la ansiedad del embarazo.
—Así que tenemos un embarazo psicológico, ¿eh?
—Algo así, la verdad es que Steve presentó síntomas que yo no tuve, como los mareos y los desmayos. Sin mencionar esos antojos raros que él tiene.
Fingió un escalofrío recorrer por su cuerpo, con una mueca de asco.
Steve se dejó caer en la camilla de nuevo, tal vez era una tortura y quería que terminara lo antes posible, pero si con aquello ayudaba a su hermoso rubio, lo iba a soportar como el soldado que era. Todo por ver a su familia bien.
CAPÍTULO EDITADO
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ℭ𝔯𝔬𝔫𝔦𝔠𝔞𝔰 𝔡𝔢 𝔲𝔫 𝔢𝔪𝔟𝔞𝔯𝔞𝔷𝔬 𝔠𝔞𝔬𝔱𝔦𝔠𝔬 | Mcdanno
FanfictionDanny creía que algo había hecho mal en su otra vida cuando dos líneas aparecieron en aquel aparato de plástico que se encontraba en el lavabo. ¿Cómo iba a decírselo a Steve? Un sentimiento agridulce creció en su interior... Sólo esperaba que no fue...