Capítulo 19

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La respuesta podría estar en el computador


Oscuras  y frías eran las noches en esta ciudad. No sé podía escuchar un grillo o algún animal que pudiera hacer un ruido notorio para demostrar su presencia.

Si no fuera porque hay casas llenas de familias, esto sería el perfecto pueblo fantasmas. Las fachadas eran actuales pero casi todas usaban colores blancos o oscuros para pintarlas. No habían automóviles en las afueras de cada casa, casi todas tenían árboles de manzanos o simplemente árboles en sus entradas.

Era muy extraña pero de día se podría vivir muy tranquilo, era acogedor y silencioso. Esta ciudad era más bipolar que mis cambios de humor.

"Avenida 230, casa 007,  la ventana de la izquierda es el objetivo."

Era muy lejos de aquí, tenía que ir más o menos a diez cuadras hacia arriba. No iba en dirección al parque o hacia la escuela. Era a la dirección contraria, como cuando te diriges a la ciudad donde había estado el primer día de clases, hacia allá por el parque donde encontraron a Rafael.

Estaba en las afueras de la Avenida 240 y debía ir hacia la 230, debía comenzar a trotar si no quería llegar a casa con un  castigo a manos de mi madre.

Comencé el trote y el frío impregnó mi cara, las facciones de mi rostro se congelaron, mis manos también bajaron de temperatura y las apreté fuertemente para resistir y no trotar si no correr, no soportaba el clima por más que me gustaba, y el consumo exagerado de mis sentimientos le estaba ayudando a hacerce más fuerte.

—Avenida 238, ya casi —Intentando animarme.

Cuando derrepente un auto apareció de la nada y cruzó bruscamente en la siguiente calle. Me senté en cuclillas detrás de un árbol para que no pudiera verme fuera quien fuera, como regalo de la noche el sonido de varias y continúas motocicletas empezaron a aparecer detrás de mi, y desde ese ángulo si podrían verme. Eran alrededor de nueve o diez motociclista que hablaban fuertemente y estaban concentrados en su momento, ya la posición en la que estaba no me servía de nada  así que me lancé con mi propio peso al suelo y golpee mi cara contra el tronco del árbol causado un fuerte dolor de cabeza en mi interior.

—Karma se que existe pero ya estoy cansado de ser tu muñeco de pruebas —Me expresé a mi mismo al tocar mi cara y sentir lo caliente de ella con el golpe.

Estiré mi mano para visualizar si solo había Sido un golpe y efectivamente estaba sangrando, era poco pero y ahora, ¿Que le diré a mi madre?, Sentí que solo era un rasguño así que no me importó.

Me levanté de el suelo y aún hacía quejidos por el dolor, limpié mi ropa luego de haberla llenado de tierra al lanzarme como soldado en guerra al suelo y seguí mi camino. Pase la 239 y ahí estaba Avenida 240.

Empecé a transitar por ella y visualizando las fachadas de las casa para encontrar la número 007, no fue mucho lo que caminé en esta dirección, al encontrarla empecé a detallarla.

Estaba en total oscuridad, parecía estar vacía pero las plantas de afuera me decían lo contrario, estaban vivas y cuidadas, deben ser la casa de una mujer mayor o una pequeña familia. Era rudimentaria y estaba pintada en un tono azul cian, lo primero que se vino a mi mente fue:

—¿La ventana de la izquierda es el objetivo?

—¿Debo entrar como un ladrón?

—De ninguna manera voy a hacer el papel de ratero.

Estaba comenzando a discutir conmigo mismo cuando leí lo que decía "the family Amaya"

—Santa madres de los patacones, estaba enfrente de la casa nada más y nada menos que de la familia de Rafael.— Hablaba conmigo mismo pero en un tono de voz muy bajo.

Bloc de Notas "Una Historia Entre Líneas". (EN EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora