"La Patrona" [Itahina]

10- Ruptura sin remedio.

Hinata.

Luego de comer Hana y yo recibimos llamadas haciéndonos separarnos por un momento.

La que se encuentra en la línea es la señora Mikoto, quiere saber si nos veremos a las 7 pm como lo teníamos planeado.

Luego de confirmarle mi presencia en uno de los puestos de entretenimiento que se encuentran dispersados por el lugar cerca de la plaza, la llamada da por finalizada.

Espero por unos minutos más hasta que mi hermana termina con su llamada y nos disponemos a dar una pequeña última vuelta por el lugar.

Sin percatarnos del tiempo ya se a hecho la hora de separarnos e ir a lugares diferentes.

Llevé a Hana a su punto de encuentro con su amiga (cuyo nombre aún no recuerdo) y le di un beso en la frente y me fui de ahí.

Al llegar a la plaza logro divisar a dos figuras azabaches que se encuentran sentados en una mesa plástica con cinco sillas a su alrededor.

Me acerco a ellas y los saludo, haciendo que ellos se levanten en seguida por mi presencia.

—Oh, querida te estábamos esperando —dice la señora Mikoto al levantarse de su asiento.—,  ven querida, te presento a mi esposo Fugaku Uchiha. Fugaku ella es Hinata Hyuga, la chica de la que te hablé.

—Mucho gusto señor Fugaku. —le sonrió y extiendo mi mano siendo aceptada por el contrario.—

—El gusto es mío.

Luego de las presentaciones tomamos asiento y seguimos hablando un rato hasta que la señora Mikoto recibe una llamada la cual la hace molestar visiblemente.

—Esos irresponsables, les dije que los quería aquí a las siete en punto, pero no, ellos siempre hacen lo que quieren y se les viene en gana, ah pero cuando los tenga en frente ya van a ver los que le va a pasar, y ni Shisui se libra de está... —murmura por lo bajo luego de terminada la llamada.—

—¿Qué pasa mujer? Vas a asustar a tu amiga por hablar sola. —le dice su esposo mientras que este le toma de la mano dándole un leve apretón, porque cuando una mujer se enoja, no hay quien la calme. Es como ver arder Troya.—

—Lo que pasa es que tus hijos son unos irresponsable, ahora resulta que no van a poder llegar a tiempo porque se han distraído dando vueltas por el lugar. —pausa— Lo lamento Hina, te dije que te los presentaría y te han dejado tan plantada como a mí.

—sonrió tratando de quitarle el hielo al asunto.— En lo que a mi respecta no tiene de que disculparse, yo la vine a ver a usted y a su esposo, no se preocupe, nadie me a dejado plantada.

—Pero aún así...

—Señora Mikoto...

—Bien, pero aún así te los presentaré luego.

—sonrió y niego con la cabeza.— Como usted diga.

Seguimos hablando y compartiendo por alrededor de una a dos horas cuanto mucho.

Mi celular suena por sobre la mesa plástica y la pantalla se ilumina enseñando la foto de un rubio de ojos azules y dentadura perfecta.

No quiero contestar pero aún así lo hago, luego de hablar con él un rato y luego de que él me dijera que quiere verme en el área de las corridas de toros (que en estos momentos están vacías ya que la última corrida fue hace una hora) corto la llamada dejando mi celular en uno de mis bolsillos.

Me despido de la pareja Uchiha y emprendo rumbo hacia el lugar acordado.

Camino por el lugar desierto viendo los rastros de basura que se esparcen  por el lugar.