La castaña tomó a ambos hombres de la mano y los obligó a ir a la pista de baile, a Megumi le gustaba la idea, pero a Sukuna le provocaba incomodidad. No era la clase de hombre que le gustaba llamar la atención de ese modo, prefería utilizar otros métodos. Timber de Pitbull inundaba el recinto, el pelinegro y Nobara no paraban de bailar eufóricos, le tomaban las manos a Sukuna y lo hacían girar mientras ellos se reían sin parar. No iba a negar que se divertía, apesar de la vergüenza que sentía.
De tanto girar comenzó a perder el equilibrio y llegó a parar donde una chica chocando con ella, volteó a pedir disculpar y su mandíbula casi se cayó al suelo al ver una Naoko con las mejillas rojas y una sonrisa que no había visto antes— ¿Qué haces aquí? Eres menor de edad.
— Estoy de cumpleaños, idiota —No sabía de dónde carajos había sacado el valor para hablarle así... A su profesor.
— Hey, te recuerdo que debes respetarme —La reprochó y vió que un poco más lejos se hayaban Dai y Kyomi bailando animadamente y muy cerca, bajó la mirada cuando sintió unas manos contra su abdomen, allí encontró a la jovencita dando saltos como si fuese una niña.
— ¡Bailemos! Ésta canción es lo mejor —Gritó la chica y comenzó a bailar moviéndole las manos a Sukuna él se quedó parado sin saber cómo reaccionar, volteó hacia Nobara y Megumi y estaban igual que los amigos de Naoko, se estaba golpeando mentalmente por tener unos amigos así.
— ¿Y tu novio? —Alzó una ceja mientras la miraba de manera penetrante, observó sus labios por un instante mientras ella movía frente a él.
Decidió tenerle paciencia y sonrió levemente al verla en ese estado, pudo notar que en un momento ella lo llamaba para que se agachase, deseaba decirle algo al oído. El mayor hizo caso y se acercó, captó el brillo de los ojos de Naoko al estar algo encendida por el alcohol, poco a poco le hacía más efecto— ¿Me darás un regalo? —El mayor tragó saliva. De verdad no entendía el comportamiento de la chica, él solía ser quien la provocaba para fastidiarla, pero no podía hacerlo si ella estaba bajo los efectos del alcohol, y menos si empezaba a tocarle el torso como si tratase de rasguñarlo.
Desvió la mirada a otra parte, una vez terminada la canción él iba a darle una respuesta. No pudo hacerlo porque llamaron por su nombre a la jovencita que se fue saltando emocionada, no sabía qué haría y no podía perderse eso.
— ¿Quién era? —Apareció un Megumi medio borracho apoyando su cabeza en el hombro del tatuado, traía una pequeña sonrisa sugerente, definitivamente debía quitar el alcohol de su camino o terminaría haciendo cualquier tontería.
— Una alumna.
— Uy, eres de esos —Nobara le tocó la mejilla y soltó una risa moviendo sus cejas coquetamente. El pelirosa se alejó de ellos sin decir nada, quería ver lo que haría la chica a la que le daba clases.
— Bueno, quiero decir algo bastante simple... —Habló por el micrófono y Ryu se paró de inmediato al oírla allí, tragó saliva tensándose y frunciendo el ceño. ¿Qué hacía en ese lugar Naoko?— Voy a dedicar esta maravillosa canción a mi adorado novio, Ryu... Espero hayas encontrado lo que buscas en la boca de tu mejor amiga, imbécil asqueroso.
Comenzó a sonar This Could Be Us de Rae Sremmurd, algunos comenzaron a reír, aplaudir y otros a abuchear al tal Ryu, no sabían dónde estaba exactamente ya que no lo conocían, pero sabían que estaba en ese lugar. El de ojos marrones sintió su cara roja de vergüenza y se retiró dejando a Kumiko con una cara de apenada. Al menos Naoko había logrado su cometido.
Todos continuaron bailando y Naoko se encontró en la pista nuevamente con Sukuna, el mayor tenía una mirada ambigua, no podía entender qué expresaba y eso la ponía nerviosa. Definitivamente el alcohol hizo efecto en ella. Sentía calor y ganas de continuar disfrutando, tanto así que no se preocupó de estar demasiado pegada a él cuando volvió a bailar. Esta vez, el pelirosa colocó sus manos en la cintura de la chica tratando de mantenerla algo distanciada de su “amiguito”, no quería hacer nada extraño y menos se podía aprovechar de eso, no era divertido si la chica no estaba sobria.
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Ryōmen Sukuna: Sensei Me Odia [EDITANDO]
FanficEn esta historia, no existen las maldiciones, Sukuna es un profesor. No obstante, a pesar de ser un humano, su fijación por su alumna de último año hará que el monstruo en su interior salga a tomar algo de luz. Las cosas no comienzan bien, formando...