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- Chicos no lo creo...

- Pero vamos! Será solo un poco y volverías sano y salvo a casa antes de la medianoche, lo prometo - decía Timothee.

Habían comenzado a juntar la mesa, el cachorro ya estaba cómodamente durmiendo en su cama junto a Clifford, Louis estaba presenciando como los amigos de Harry trataban de convencerlo de acompañarlos a beber algo con ellos.

Y aunque podía decir que tenía experiencia con Harry ebrio en los bares, no quería ni pensar en que se repita esa historia con otro alfa.

Louis no era celoso pero él había sido su enamoramiento del bar, durase lo que durase, en este caso, para toda la vida.

- No voy a dejar a Milo - la excusa de Harry era buena, pero estaba él y tenía un papel que cumplir.

Quería que Harry este feliz después de todo y se olvide un poco de lo que le angustiaba, y si tenía que embriagarse una vez cada años para eso, Louis le ayudaría.

- Puedo quedarme con Milo, dormiré en la otra habitación y estaré alerta si algo le sucede - propuso, Harry le dió una mirada.

Timothee aplaudió y comenzó a empujar a su amigo a el pasillo, exclamando que tenía que ponerse algo más suelto y no tan hogareño. Aunque Harry se veía hermoso en su sweater de estampa.

Se giró a ver a Niall, una petición quemandole la garganta.

- Hagan que se divierta, por favor - susurro, pero el alfa le escucho.

- Es nuestra intención, pero no lo había visto tan bien en mi vida, no me simpatizas del todo pero tengo que agradecerte, le haces bien, a ambos - respondió.

Louis pensaba que Harry necesitaba estar más feliz y suelto, Niall le aseguraba que nunca lo había visto tan feliz como en el presente, ¿Qué habría sido tan triste en su pasado?

- Realmente quiero a Harry y a Milo, son ... siento una conexión muy grande con ellos, pero no sé casi nada de su pasado además de ustedes y algunas cosas más, me agrada saber que de alguna forma ayudo, pero necesito saber que ocurrió antes para no cometer más errores con él - explicó, esperando que el otro alfa entendiera su dilema.

Por suerte, pareció que si, pero la respuesta no fue la que quería.

- No es mi pasado para hablar de él, pero Harry sufrió mucho, su madre... su madre es horrible, solo dale tiempo y seguridad - aseguró, dejandolo en el mismo callejón sin salida.

Al menos ahora sabía que el problema nacía en su madre.

- Gracias - susurró, comenzando a levantar los platos sucios.

- A ti, me tranquiliza saber que está en buenas manos, cuando supimos que se había ido sin decirnos casi me muero de la angustia, ni hablar Timothee, pero verlo tan bien y contento lo vale - aseguró, ayudando también con la mesa.

Cuando los omegas regresaron, Louis lavaba los platos y recipientes, sabiendo que al omega le gustaba tener la cocina en orden.

Tuvo que cerrar el agua cuando lo vió, hipnotizado por el omega de rizos y sus pantalones apretados que hacían de ensueño sus piernas eternas, la camisa desabotonada siendo demasiado sexy y las mejillas sonrojadas naturalmente.

Era el sueño viviente de cualquier alfa, de carne y hueso allí parado como un ángel.

- Tienes mi número, llámame si algo sucede, comió salsa puede que le duela el estómago o vomitar o ... - comenzó a enumerar cosas que nunca pasarían porque Milo ya estaba dormido - o mejor me quedo, por si acaso.

Louis supuso que Harry nunca había dejado a Milo para algo así en los dos años y medio del cachorro, así que eran normales sus preocupaciones.

Sostuvo sus brazos, manteniéndolo quieto y prestándole atención. Era tan bonito que Louis casi se olvida lo que iba a decir de solo verlo.

beach boys [ social media l.s ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora